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“Hemos invertido miles de millones en formar a estudiantes que están en paro”

La Fundación Bertelsmann, de la que es vicepresidente Francisco Belil, apuesta por aplicar en España el modelo de orientación profesional integrado.
José Mª de MoyaMartes, 28 de octubre de 2014
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La Fundación Bertelsmann presentó el pasado 28 de octubre la Guía para la Orientación Profesional Coordinada. En el acto, que estuvo presidido por la secretaria de Estado, Montserrat Gomendio. Francisco Belil es vicepresidente de la Fundación Bertelsmann y en esta entrevista explica en qué consiste este modelo de orientación profesional coordinada en el que la fundación alemana está comprometida con la mejora de una Educación enfocada al empleo.

¿Por qué nuestro sistema genera paro?
Porque hay una serie de cosas que no hacemos bien. Una de las raíces está en que no orientamos bien a nuestros jóvenes. En nuestro país hemos seguido durante demasiado tiempo las modas o el deseo de los jóvenes de “yo quiero ser”, sin plantearse si esto era realista. Además, muy pocas veces hemos considerado las necesidades económicas y sociales. Esto nos ha pasado con muchas carreras y como sociedad hemos invertido miles de millones de euros durante estas últimas décadas para formar con mucho dinero y esfuerzo de los estudiantes a gente que ahora está en paro.

Algunos tacharían este planteamiento de mercantilista.
No es mercantilista, es realista. Lo que proponemos es seguir el modelo de los países del norte y centro de Europa que han tenido más éxito. La crisis económica nos ha desnudado un poco a todos, nos ha puesto sobre la mesa una serie de problemas estructurales de los que no nos habíamos preocupado suficientemente. En estos países se hace una orientación mejor y desde antes. Cuando llega el momento de hacer una orientación sistemática se localizan los puntos fuertes de los alumnos y se trabaja en los débiles.

¿Qué propuestas de orientación hacéis vosotros?
El tipo de orientación que nosotros preconizamos es orientación integrada y coordinada, porque todos los que tienen algo que decir tienen que trabajar conjuntamente para orientar a ese chico de la mejor forma posible, para el éxito personal y el de la sociedad.

Y además proponéis que participen todos…
En ello interviene el alumno, los profesores, sus padres, las empresas, que son las grandes olvidadas en España. Una vez detectadas las habilidades y fortalecido las áreas débiles, escoges unas rama de actividad en las que el chico puede desarrollarse. Además, se tienen en cuenta las necesidades de la sociedad en los próximos años para casar oferta y demanda.

Es decir, haz caso a tu corazón y a tu cabeza.
Una de las cosas que enseñamos a hacer a los muchachos es a fijar sus aspiraciones. Yo tengo vocación de algo en concreto y lo único que quiero es desarrollarme en ese campo. Si esto es a lo que aspiras, adelante. Pero les pedimos a los estudiantes que hagan un ejercicio de realismo y se imaginen su vida. Cuando hablas con los jóvenes hay un tanto por ciento de ellos con aspiraciones muy altas, y esto es muy noble, pero a estos chicos les vamos a frustrar si de entrada no les decimos con qué se van a encontrar.

Es decir, apostáis por un término medio entre idealismo y pragmatismo.
Exacto, lo que intentamos es poder siempre llevar lo más cerca posible las curvas de oferta y demanda en todo, en las aulas, en las carreras que escogen… Porque así la sociedad tiene lo mejor posible. Uno tiene que buscar lo que le gusta, pero también lo que la sociedad necesita; y que permita cubrir tus expectativas.

Pero los jóvenes, por naturaleza, viven el presente.
Es cierto, pero tenemos la inmensa suerte de que nuestros jóvenes están mejor formados de lo que lo han estado nunca. Tienen acceso a más información y, aunque a veces parezca que no, son muy maduros y hay que enseñarles pronto a escoger de manera informada. A partir de los 12 años tienen un grado de madurez tal que les permite entender muchas cosas y detectar si hay algo que resuena en su interior, pero la decisión es posterior. Hay que empezar pronto, no para que tomen la decisión, pero sí confrontarles con estas cosas.

¿La FP no debería ser la alternativa pobre, sino una opción tan legítima como la otra?
Es tan legítima o más, pero en España equivocadamente hemos dicho que todos nuestros hijos debían aspirar a una formación universitaria sin poner demasiado valor en la calidad de la misma. Y hemos considerado que la FP es para quienes, por diferentes motivos, no pueden llegar a la universidad.

¿Los orientadores que tenemos en la actualidad pecan de academicismo y psicologismo y están poco orientados a este planteamiento?
Primero, como sociedad tenemos que reconocer el valor y la importancia de una buena orientación. En estos países a los que me refería antes muchas escuelas tienen una placa que indica que son excelentes en orientación profesional. De hecho, tienen un sello de calidad; a nosotros nos gustaría implantarlo en España también. Esto pasa por tener más orientadores y que se involucre todo el mundo. Hay dos claves, calidad y orientación coordinada. Todos los profesores y el director de la escuela tienen que orientar. Luego habrá unos especialistas que serán los orientadores, que harán un esfuerzo especial.

La Fundación Bertelsmann tiene un programa centrado en la orientación y otro en la formación dual.
Como somos gente práctica, lo que queremos es traer las experiencias de éxito de otros países adaptándolos a las circunstancias especiales de nuestro país. En estos dos programas vamos a hacer proyectos piloto en tres comunidades autónomas que son diversas entre sí –Cataluña, Madrid y Andalucía–, en centros públicos, privados y concertados para que los resultados sean representativos y podamos extrapolarlos al resto del territorio nacional.

Orientación y empresa

-Sobre el programa de orientación profesional

“En el programa de orientación profesional vamos a coger diez escuelas en tres comunidades (Cataluña, Madrid y Andalucía) y vamos a aplicar a España el conocimiento obtenido en otros países con ayuda de profesores y directores para ver cómo funciona aquí. Cuando todos creamos que funciona, se lo daremos a las autoridades competentes para que puedan convencerse de que realmente es un buen modelo y puedan replicarlo en otras comunidades”.

-Sobre el programa de formación dual

“Este programa busca conseguir que las empresas entren en el sistema dual de FP, que consideramos que es el del éxito, y como el tejido industrial español es un tejido de pymes y micropymes, vamos a empezar a conocer, motivar y ayudar a empresas grandes para que empiecen a empujar a las pymes de la cadena de valor a que entren en este sistema”.

-Sobre la figura del tutor de las empresas

“La tercera pata de nuestro proyecto es las personas que van a formar a los formadores. Estas personas son muy importantes y también vamos a utilizar para ello los modelos que ya existen sobre cómo seleccionar y formar a estas personas. Es un modelo complementario del anterior”.

-Sobre la formación del personal en las empresas

“Los empresarios tienen que saber que una de las muchas tareas que tienen es garantizarse el futuro y esto pasa por tener gente bien formada”.

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