Arranca el primer taller para prevenir las patologías de la voz
Impact Hub Madrid ha acogido el primer taller sobre Prevención de Riesgos Laborales, organizado por MAGISTERIO con la participación de Activa Mútua, una asociación de empresarios sin ánimo de lucro y de carácter voluntario, que tiene como fin colaborar en la gestión de la Seguridad Social.
Prevención de patologías de la voz ha sido el primer taller de una serie de cuatro que se completará con: Primeros auxilios pediátricos, Inteligencia emocional para docentes y Riesgos psicosociales para docentes. Estos talleres han nacido con vocación de servir de utilidad a los profesionales de la Educación madrileños y se ofrecen de manera gratuita. Suponen una aproximación a distintos temas que preocupan y afectan a los profesionales educativos.
La logopeda y fonoaudióloga Roxana Coll Barragán fue la encargada de impartir el taller. Confesó que hace unos años solo se consideraban profesionales de la voz a personas como cantantes o actores, pero que ahora se ha ampliado el ámbito alcanzando a los profesionales de la Educación, para los que “la voz es su herramienta de trabajo”. Roxana comenzó presentando las partes del cuerpo que están relacionadas con la voz. Todos los presentes entendieron rápidamente que para que se produzca la voz hace falta aire, por lo que “lo importante es aprender a respirar correctamente”, afirmó la logopeda. A partir de ese momento sus explicaciones se mezclaron con ejercicios prácticos, tanto de respiración como, y sobre todo, de técnicas vocales. Los asistentes comprobaron al momento qué hacen mal cuando hablan o cuando levantan la voz para llamar la atención a un alumno, por ejemplo. Es habitual que para alzar la voz cuando queremos amonestar a alguien, cojamos la fuerza que nos da esa ampliación del volumen del “cuello y la laringe”, cuando “tiene que venir del diafragma”. Se trata de aprender a usar todos los elementos que tenemos en nuestro cuerpo para que podamos “aprender a proyectar la voz sin esfuerzo”.
Roxana Coll hizo hincapié en la importancia de que cuando se habla no se trata de coger mucho aire, sino de “dosificar ese poquito aire que se coja”.
Los profesores tienen que tener claro que tienen que lograr “una mayor conciencia del uso de la propia voz, porque para que trabaje bien necesitamos un máximo rendimiento con un mínimo esfuerzo”. Esta mayor conciencia supone también un “autocontrol de la voz”. Los docentes tienen que saber si aumenta la fatiga vocal, darse cuenta si tienen ronqueras cada vez más seguidas y comprobar si aumenta el tiempo de recuperación cuando tienen un problema relacionado con la voz. Todo esto son “llamadas de atención del cuerpo”.
Roxana recordó que lo que denominó “tono pedagógico” es más fuerte que el volumen normal al que se habla, por lo que también es muy importante que los profesionales de la Educación sepan cómo usar su boca. “La voz tiene que salir fácil”, se trata de “generar hueco dentro de la boca” con la ayuda de la mandíbula, la lengua, etc. Exagerar la articulación puede ser un error común, por ello la logopeda reitera que el hueco hay que generarlo dentro de la boca y no fuera.
Los asistentes al taller tienen como tarea recomendada por la logopeda repetir “muchas veces al día” durante “muy poco tiempo” los ejercicios que hicieron durante la actividad con la finalidad de que los “automaticen” y sacar así el máximo partido a su voz sin dañarla por no haber sabido usarla de manera saludable.