El Ministerio admite que no habrá MIR educativo
La Vanguardia ha publicado una entrevista sobre Educación que ha sido la información más leída del fin de semana después del fútbol y los Oscar. Para que luego digan que la Educación no es noticia… Lo que no es noticia son los clichés educativos, las monsergas ideológicas y el pedagogismo que aburren el debate educativo desde hace tres décadas.
En la entrevista, Jari Lavonen, decano de la Facultad de Educación de Helsinki, desgrana la clave del éxito finlandés y parece tenerlo claro: la selección y la formación inicial del profesorado. Es decir, el MIR educativo prometido por el PP en la anterior campaña electoral y que no va a dar tiempo a desarrollar, según admitió la secretaria de Estado Gomendio este pasado lunes. Sí, lo han leído bien, la clave del éxito educativo de cualquier reforma, según numerosos informes internacionales, es justo lo que no da tiempo a desarrollar. Sí ha habido tiempo para hacer nuevos currículos, modificar la FP y la Secundaria, etc. etc. pero para garantizar la capacidad de los que tienen que aplicar esas reformas… para eso, mire usted por donde, no ha habido tiempo.
Porque, ¿qué cualidades ha de tener un buen maestro? Lavonen también parece tenerlo claro: motivación, capacidad de interacción y “que estén dispuestos a trabajar duro, a estudiar mucho, porque la de maestro es una carrera difícil (…) Tenemos unos 3.000 aspirantes, y superan estos exámenes unas 300 personas. Luego entrevistamos a estos aspirantes y acabamos seleccionando a 120 estudiantes, que son los que accederán a la facultad de Magisterio”. Más o menos, como aquí (sic). Otra cualidad que destaca Lavonen, sin complejo alguno, es su formación ética y moral. “Un maestro –señala– ha de tener un comportamiento ético porque es un ejemplo social”.
Esto también es Finlandia y no solo la parte que a cada cual interesa en función su posición ideológica. Por ejemplo, si es cierto que allí casi toda la escuela es pública, también lo es que “los maestros no son funcionarios, sino que los contrata el municipio” en función de la necesidades de cada centro, que dispone de una autonomía de gestión que ya quisieran los concertados de aquí… hasta el punto de que no hay inspección educativa. ¡Toma Finlandia!