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Éxito de la segunda jornada de la cita ‘Los martes de Educacine’

Una nueva edición de 'Los martes de Educacine' tuvo lugar el 24 de febrero.
RedacciónMartes, 3 de marzo de 2015
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En los cines Conde Duque Santa Engracia de Madrid se proyectó la esperada película francesa Samba, que posteriormente llegó a las pantallas españolas el 27 de febrero. La sala estaba llena, con un público mayoritariamente formado por profesionales de la Educación.

El acto estuvo presentado por David Mitjans, de A Contracorriente Films, la distribuidora de la cinta, que recordó que estaba dirigida por Olivier Nakache y Eric Toledano, responsables de Intocable, y que contaban de nuevo con el mismo actor, Omar Sy, emparejado con la ilustre Charlotte Gainsbourg. A continuación, Juan Luis Sánchez, crítico de decine21.com, recordó que el acto estaba dirigido a profesores, para “dar a conocer la utilidad del cine, con el fin de ayudar a entender diversos temas en las aulas”. Por ejemplo, “en esta ocasión se indaga con cierto humor, pero sin quitarle un ápice de la seriedad que merece un asunto de plena actualidad, como es la emigración”. Y es que Samba tiene como protagonista a un inmigrante senegalés que lleva 10 años en Francia, sin permiso de residencia ni de trabajo, malviviendo con ocupaciones ocasionales, a la espera de poder convertirse en jefe de cocina. Establecerá contacto con una novata trabajadora social, Alice, que se encuentra también en un momento complicado de su vida y está de baja por agotamiento en su trabajo de ejecutiva. Entre ambos se establecerá poco a poco algo parecido a la amistad o quizá algo más. Pero la vida de Samba es difícil, evitando siempre meterse en problemas para no ser expulsado del país, entre trabajos precarios, con un futuro incierto.

Aprender con el cine
La iniciativa Los martes de Educacine ha surgido como fruto de un acuerdo entre decine21.com, la publicación educativa MAGISTERIO y la distribuidora cinematográfica A Contracorriente Films. Inició su singladura el pasado 27 de enero con La historia de Marie Heurtin. Las películas de Los martes de Educacine sirven cómo prólogo marco de lo que será el II Festival Internacional de Cine y Educación de Madrid, que tendrá lugar del 13 al 16 de abril de este año.

Las vicisitudes del inmigrante Samba adapta la novela de Delphine Coulin, que se aproxima a un tema que aparece continuamente en los medios de comunicación galos. El resultado quizás es algo inferior al anterior trabajo de los directores, pero no cabe duda de que tiene su interés por los conflictos humanos que plantea, cuestiones que no tienen siempre una solución fácil, pero que la globalización pone continuamente sobre tapete y las noticias diarias se encargan de hacer resonar en la opinión pública.

Nakache y Toledano arrancan con brío su película, con un larguísimo plano secuencia que presenta a su protagonista, Samba. Desde ese momento sus desventuras atrapan. El actor Omar Sy –en su cuarto largometraje con los directores– confirma su idilio con la cámara y su especial talento para mostrar naturalidad, véase la primera escena en que se entrevista con la trabajadora social, Alice –buen trabajo de Charlotte Gainsbourg–. Poco a poco las relaciones entre los personajes se entretejen, funcionan –especialmente las que unen a Samba con su compañero de fatigas interpretado por Tahar Rahim–.

Sin embargo, la historia se estanca un poco en la última parte y acumula momentos demasiado cotidianos. De cualquier forma, aunque no acaba de resultar totalmente satisfactorio, el film es amable y realista a un tiempo, con un fondo optimista y con elevados momentos de humor en medio del drama que presenta.

Además de denunciar los problemas de la inmigración en los países europeos, la película Samba aborda también otra cuestión peliaguda que inunda a los países ricos: el mundo laboral. De modo acertado, evitan caer los directores en tópicos reduccionistas del estilo “no hay trabajo ni solidaridad con los extranjeros” para mirarse también a sí mismos y hacer una sólida crítica social del sistema europeo, en donde el “dios” trabajo se convierte tantas veces en una fuente velada de esclavitud capaz de alienar al ser humano y provocar todo tipo de trastornos en las personas.

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