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“Los niños tienen que ver libros por todas partes como parte de sus vidas”

Timo Parvela es el autor finlandés de la saga infantil de Elia, recién publicada en España.
Estrella MartínezMartes, 21 de abril de 2015
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Timo Parvela es un famoso escritor finlandés de literatura infantil. Sus libros se han traducido a 19 idiomas y han sido adaptados al teatro, el cine y la televisión. España recibe por primera vez su obra con la reciente publicación de Barco de Vapor de sus tres primeros libros de la serie Elia: Elia y el chantajista, Elia y la obra de teatro, Elia y su clase van de excursión. Como escritor de éxito, padre y antiguo profesor, Parvela habla del sistema educativo finés, que conoce muy bien y, especialmente, de la lectura en su país.

Finlandia ocupa el tercer puesto mundial en competencia lectora en el Informe PISA. Está 28 puntos por encima de la media de países de la OCDE y 36 por encima de España. La pregunta del millón: ¿cómo lo hacéis?
(Sonríe) Creo que es la conjunción de tres elementos: familias, escuelas y bibliotecas. Los tres juntos hacen un trabajo maravilloso. Ha sido una tradición, quizás desde hace 100 años…

¿100 años?
Sí, no puedo decirte por qué, pero la gente de Finlandia se dio cuenta de que leer era algo típico de ellos de alguna manera. En otros países hay fútbol o cosas así y en Finlandia hay lectura.

¿Podríamos decir que es la principal afición,el hobby más típico del país?
Podría ser, pero hoy en día no. Creo que si nos hundimos al tercer puesto en PISA es porque se está produciendo un cambio en la actitud hacia la lectura. Los niños ya no están interesados, podemos decir que jugar a videojuegos ha sustituido a ese hobby. Es una cuestión de cómo pasas el tiempo libre, a lo mejor hace 10 años el mejor regalo que podías recibir por tu cumpleaños era un libro, pero ahora ya no.

Es curioso porque hace 20 años también había videojuegos y aún asi leíamos, pero tú has hablado de hace 10 años.
Sí, es verdad, puede que el boom haya sido más grande en los últimos años. En este momento nos encontramos con los primeros niños cuyos padres no fueron solo lectores, sino también jugadores de videojuegos. Obviamente no es un problema de todos los padres, hay muchos padres, como puedo ser yo, que no tenemos esta situación en casa. Jugar en sí no es malo si no es lo único que haces. La cosa cambia cuando hablamos de niños que no tienen las habilidades lectoras necesarias para su edad.

¿A nivel particular y a nivel país os preocupa este cambio que se ha producido?
Sí, de hecho estamos muy preocupados. En este momento tenemos un 8% de niños que no lee correctamente, aunque el porcentaje sea menor que en otros países, supone miles de niños y eso es demasiado. Son cifras que interpretamos como una llamada de atención, por lo que estamos muy preocupados porque hoy en día cada vez hay menos cosas que puedas hacer si no tienes las habilidades lectoras apropiadas. A pesar de lo que he dicho antes, hay que entender que la lectura no es un hobby, es algo más, es una habilidad que hay que tener.

Tú como escritor colaboras para invertir esta tendencia, pero ¿como país habéis tomado alguna medida?
Sí, sí, lo mejor que yo puedo hacer es escribir. Como país no hemos empezado ninguna campaña nacional de lectura porque son bastante desconocidas para nosotros, así que tenemos que aprender de lo que hacen otros países europeos como Gran Bretaña o Alemania para fomentar la lectura.

Claro, para vosotros esto del fomento de la lectura es una novedad.
Sí, sí, es muy nuevo, ¡así que a lo mejor os llamamos a vosotros! Creo que los países podemos intercambiar y aunar fuerzas para tratar de encontrar los métodos más eficaces de fomento de la lectura, aunque no creo que se pueda hacer una campaña común para distintos países, pero lo que sí creo que podemos hacer es educar a las familias para que entiendan lo importante que es leer.

Sin embargo, yo creo que la gente sí que es consciente de la importancia que tiene la lectura, aún así hay algo que falla en la ecuación.
Yo creo que las familias han empezado a olvidar la cantidad de puertas que abre la lectura a los niños. Por ejemplo, en Finlandia hace 30 años había dos millones de trabajos que podías desempeñar sin tener habilidades apropiadas de lectura. Hoy en día hay 300.000, por lo que más gente se quedaría fuera del mercado que hace 30 años.

¿Crees que el Gobierno finlandés debería intervenir?
Desde hace tres años me reúno con políticos finlandeses y trato de que entiendan la importancia de la lectura y cuál es nuestra situación ahora. Les digo que es más fácil y más barato tomar medidas ahora que esperar a que la situación se colapse. Tenemos que hacer algo justo ahora.

Antes has hablado del trabajo conjunto de familias, escuelas y bibliotecas.
Quizás la llave del fomento de la lectura esté en la colaboración entre las familias, las bibliotecas y las escuelas porque hacen muy buen equipo, son realmente buenos cuando trabajan juntos. Los niños aprenden a ir a la biblioteca del colegio y luego a ir a la biblioteca que les quede más cercana. Las escuelas visitan las bibliotecas y las bibliotecas visitan las escuelas. Hacen actividades conjuntas…

Los niños se acostumbran a ir a lugares con libros.
Exactamente, se han hecho estudios que afirman que la manera más eficaz de mejorar el hábito lector de los niños es el ambiente literario, lo que les rodea, así que es importante que los niños vean libros por todas partes, en el colegio, en casa, formando parte de sus vidas. Este es el modo en que nosotros lo hacemos.

¿Y qué leen estos niños?
Algo que nos diferencia es que nosotros no tenemos lecturas obligatorias en los colegios y es aquí donde se vuelven a ver los efectos de la estupenda relación entre escuelas y bibliotecas. Las bibliotecas preparan cestas de libros que llevan a las distintas clases de los colegios. Hay muchísimos libros y los niños pueden elegir. Lo normal es que el niño elija su libro y que luego hable con sus compañeros de si le ha gustado o no. Tenemos también libros virtuales y lugares de encuentro on line donde pueden hablar de los libros que han leído.

Pero dentro de esta capacidad de elección, ¿el niño puede leer cualquier cosa o solo lecturas educativas?
Lo primero es adquirir la técnica de lectura y en esa etapa no importa lo que leas, tienes que sentir una respuesta que te haga querer leer más y más. No hay que darles cosas para leer que consigan que odien la lectura, así que cualquier cosa que el niño quiera leer estará bien. De hecho, creo que parte de nuestro éxito como país lector está en que mucho contenido de la televisión está subtitulado, así que si los niños quieren enterarse tienen que leer. Después de esta fase viene la de lectura de verdad, cuando adquieres realmente las habilidades y entonces estás preparado para afrontar desafíos mayores y, por ello, quizás es interesante que la lectura que se da a los niños tenga algo de diversión. Yo, por ejemplo, escribo libros para niños que quieran leer, pienso en que pasen un buen rato leyéndolos.

¿En este escenario qué papel tienen los profesores?
Yo cuando era profesor mantenía la tradición de la tarde de padres en el colegio. No todos venían, pero me parece un sitio muy bonito para que padres y profesores hablen sobre los niños, sobre lo que hacen. De hecho, en los últimos años hemos aprendido mucho de lectura gracias a lo que los padres nos cuentan y sabemos lo que tenemos que hacer.

¿Por ejemplo?
A ver, a mí no me gusta PISA porque solo mide una edad muy concreta, los 15 años, pero todo lo relacionado con la lectura empieza a los 7 y, si quieres tener resultados, vas 10 años tarde. Gracias a lo que hemos aprendido de los padres, con los que sí hablamos de esas edades, me temo que los próximos resultados van a ser catastróficos para nosotros. No lo sé, pero me lo temo. Por eso tenemos que actuar ya. En cuanto a sistema de medida es mucho mejor el Pirls –Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora–, que mide a los niños de 10 años y me parece más apropiado.

Más allá de resultados, es verdad que tendremos un poquito de Finlandia en España gracias a tus libros.
Sí, escribí los libros como hace 10 años y es muy emocionante ver que se vuelven a publicar. Con estos libros puedes ver lo que te comentaba de la cultura lectora: originariamente los profesores fueron los primeros en recomendarlos a los niños. Después llegaron los padres y el resultado es que toda la familia disfruta de la lectura porque la realidad es que ¡muchos adultos me dicen que les encantan mis libros!

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