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Una española al frente de PISA

Por José Mª de Moya
Martes, 28 de abril de 2015
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El chisme de la semana ha sido la larga marcha hacia la OCDE de la secretaria de Estado Montserrat Gomendio. Digo larga marcha porque desde hace meses se esperaba la noticia ante tanta embestida desde la Secretaría de Estado con actos, viajes oficiales y convocatorias de prensa en torno al organismo internacional responsable de PISA. Al margen de otras consideraciones cainitas tan propias de estas latitudes, la realidad es que tenemos a una española al frente de la OCDE y eso debería llenarnos de orgullo. La OCDE y sus prestigiosos informes se ha convertido en el termómetro de la Educación de los países desarrollados, esa es la realidad, nos guste (como a mí) o no. Sus recomendaciones son recibidas con expectación y sirven de guía en el diseño de las políticas educativas de la mayoría de los gobiernos. En definitiva, prefiero a una española al frente de PISA que a Guindos al frente del Eurogrupo. Será que me importa más la macroeducación que la macroeconomía.

Dicho lo anterior, recomiendo la interesante entrevista que publicamos esta semana con Pablo Zoido, analista de la OCDE y miembro del equipo del Informe PISA. Zoido insiste en aquello de que “PISA no es un examen, no evalúa a los alumnos ni a sus maestros ni a sus centros”, sino que se centra en evaluar los sistemas y las políticas educativas de países y regiones. Es difícil entender qué intereses turbios pueden mover a quienes se oponen a que sus sistemas o políticas sean evaluadas. Y más difícil de entender cuando en el mundo real soplan vientos de transparencia, rendición de cuentas y evaluación de resultados. Para el mundo educativo, como si fuera de otro planeta, hay quienes parecen exigir opacidad, impunidad y falta de control. Solo me caben dos explicaciones para quien se opone a ser evaluado: prejuicios ideológicos o algo que ocultar.

Para terminar, me cuentan que PISA quiere evaluar a partir de ahora también competencias emocionales. Ya era hora. La Educación es algo más que adquisición de competencias académicas. Unos padres no se conformarían con que su hijo venga con la lección aprendida, también quieren que sea buen chico y venga contento del colegio. Está bien que la OCDE adquiera una visión más holística de la Educación.

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