Wert insiste en que el tipo test no implica una prueba memorística
Así se defendía el ministro, José Ignacio Wert, de las acusaciones de los consejeros de las comunidades no gobernadas por el PP, que consideran las “reválidas” como una “vuelta al pasado” y “antipedagógicas”. Lo hacía en la Conferencia Sectorial celebrada la semana pasada, en la que esos cinco representantes de las comunidades no gobernadas por el PP –Andalucía, Cataluña, País Vasco, Canarias y Asturias– abandonaron la reunión a los 15 minutos de empezar, dejando plantados al ministro y al resto de consejeros.
“Nos negamos a asistir como meros espectadores al continuo desprecio al profesorado y a la devaluación constante de las competencias de la autonomía que persigue la Lomce”, manifestó el consejero canario, José Miguel Pérez. La Conferencia Sectorial iba a tratar sobre los proyectos de Real Decreto de las nuevas evaluaciones finales de ESO y Bachillerato y de umbrales de renta de becas generales para el curso próximo. “Es un despropósito seguir dando pasos en una dirección que no conduce a ninguna parte”, adujeron los cinco representantes autonómicos en relación a las evaluaciones.
El consejero andaluz, Luciano Alonso, pidió al ministro que retirara las “reválidas” para “evitar que el alumnado de ESO y Bachillerato se jueguen su futuro a una sola carta”. El consejero lamentó que “el alumno que haya finalizado sus estudios, con el conocimiento y reconocimiento sobre su trabajo y competencias por parte de su profesorado, tenga que demostrar el aprendizaje alcanzado durante varios años en una sola prueba y ante un profesorado ajeno a su esfuerzo y progreso personal”. Ante esta argumentación, Wert recordó que “la nota media en ESO supondrá un 70% del expediente del alumno, mientras que en Bachillerato supone un 60%, por lo que las evaluaciones no significan desconfianza en el profesorado”.
Para José Miguel Pérez, “las reválidas son una herencia del pasado que creíamos haber dejado atrás” y recordó que “no han hecho falta estas pruebas para lograr la mejora de las tasas de abandono temprano y de titulación en los últimos años, mejoras que han colocado al sistema educativo español al mismo nivel que los mejores sistemas europeos, como lo demuestra el grado de cumplimiento de los objetivos europeos 2020”.
Wert, sin embargo, cree que “equiparar estas evaluaciones con reválidas revela un desconocimiento profundo”. Las “reválidas”, explicó, “eran un proceso selectivo para canalizar la demanda ante una insuficiencia de la oferta de Educación postobligatoria, pero ahora se trata de que todos los alumnos sean capaces de superar las pruebas”.
Modelo “antipedagógico”
Desde Asturias, la consejera, Ana González, incidió en que “el modelo que propone el Ministerio es antipedagógico, ya que únicamente persigue la memorización de conceptos vacíos de contenido e incumple las recomendaciones europeas”. A su juicio, “estas reválidas pretenden llevarnos hacia un sistema que se aleja de todos los estándares y que no es el que necesita nuestro alumnado. Necesitamos un sistema moderno, abierto, que prime las competencias sobre los conceptos rancios, flexible, adaptado a las necesidades del alumno, con confianza en el profesorado, y ahora vamos a hacer todo lo contrario”.
Según Wert, “el hecho de que las pruebas estén estructuradas en tipo test no quiere decir que se refieran a conocimientos, sino a problemas complejos”. Desde ese punto de vista, el ministro considera que “un enfoque competencial es perfectamente compatible con la existencia de preguntas tipo test, ya que hay al principio una descripción de una situación en la que se trata de comparar dos magnitudes, por ejemplo, en un contexto de un problema geométrico o matemático, y de lo que se trata es de ver cómo el estudiante relaciona lo aprendido con la solución de un problema práctico que se le ha dado. Wert lo dejó claro: “No existe una relación entre la estructura de los ítems del examen y la condición memorística o únicamente referida a los conocimientos”.
“Control del currículum”
Por su parte, el secretario de Políticas Educativas del Departamento de Enseñanza de la Generalitat, Joan Mateo, declaró que “el decreto invade competencias y está orientado única y exclusivamente al control del currículum, por lo que en ningún caso se preocupa de utilizar la información de cara a la gestión de la mejora de la actividad educativa, que es para lo que se supone que tiene que servir”. También consideró que “el decreto es contrario pedagógicamente al enfoque competencial”.
Sobre el currículum también habló la consejera asturiana. González denunció que estas pruebas externas “uniformizan absurdamente la Educación, de tal forma que el único currículum que es válido es el de Wert, despreciando las aportaciones realizadas por las autonomías, ya que solo se evalúa el currículum estatal”.
La propuesta de evaluaciones recibió una “valoración aprobatoria” por parte de las comunidades que permanecieron en la Conferencia Sectorial. El ministro indicó que “han reconocido las pruebas como garantía de homogeneidad de los aprendizajes y de las competencias adquiridas, además del valor de la transparencia e información que aporta a profesores, familias, alumnos y centros”.