Cineduca enseña a descifrar el lenguaje del cine en el aula
Fomentar la alfabetización audiovisual de la población escolar, enseñándoles cómo se hacen las cosas que ven en la gran pantalla y, sobre todo, por qué, para iniciar la formación de un espíritu crítico sobre el contenido audiovisual que consumen a diario. Bajo esa premisa nació hace ya tres años la Asociación Cultural Cineduca, dedicada a acercar el lenguaje audiovisual de una manera sencilla, divertida y entretenida a todos aquellos, especialmente a escolares, padres y docentes, que quieran conocer un poco mejor los secretos que se esconden tras los mensajes en cine y televisión.
Según nos explica su presidente, Héctor García de Monteagudo, el principal objetivo que se plantean al llegar a un centro no es solo que los menores vean los cortometrajes o películas en cuestión, “queremos que los comprendan”. En este sentido, apunta cómo el lenguaje audiovisual dispone de códigos orientados a transmitir un mensaje y, precisamente, son esos códigos los que no se enseñan abiertamente haciendo de los menores “el público más permeable a todo tipo de mensajes al no contar con los conocimientos o el bagaje vital de una persona adulta ya formada”.
Leer el cine
Gracias a su programa educativo Leer el cine, acercan los secretos de la gran pantalla a escolares desde Educación Infantil a Bachillerato, adaptando el lenguaje, las aportaciones teóricas y las prácticas a la edad de los participantes.
Las sesiones presenciales en los centros educativos son la columna vertebral del programa y el medio de transmisión de los conceptos de cada curso. Para intentar abarcar todos los aspectos ligados al mundo audiovisual, cada año se dedica a un aspecto del mismo. Concretamente, du-rante este curso se ha profundizado en el mundo y las técnicas de la animación. “Si queremos enseñar a ‘ver’, tenemos que mostrarles qué tienen cada día en su pantalla. Por eso, aparte de las explicaciones teóricas, les proyectamos los mejores cortos para sus edades”, apunta Héctor.
Para completar la sesión presencial dirigida por los profesionales de la asociación, los centros disponen además de una serie de actividades previas y unidades didácticas posteriores orientadas a los profesores para que puedan profundizar en los conceptos y emplearlos en el futuro si lo desean.
“No queremos ser la típica actividad extraescolar que, con suerte, se repite anualmente. Queremos ayudar a transmitir el audiovisual en el aula, por eso nuestro contacto con docentes y colaboradores no termina al apagarse el proyector”, defiende el impulsor de la iniciativa.
Además de las explicaciones en directo y los vídeos de producción propia, la presentación se completa con el visionado de una serie de cortometrajes y documentales producidos en España por diferentes escuelas de cine y productoras nacionales como, por ejemplo, Alfred y Anna de Juanma Suárez, nominado al Goya en 2013.