El sistema universitario público español aporta un 15% al PIB estatal
El estudio ha sido llevado a cabo por los profesores José Manuel Pastor, Carlos Peraita y Francisco Pérez, y la metodología empleada se ha basado en la creación de un escenario hipotético en el que no hubiera universidades públicas en España, de modo que no habría titulados y sus gastos en I+D+i no se habrían generado. La investigación ha demostrado que la aportación del 0,62% de las universidades públicas ha representado hasta el 15,04% del total de todas las contribuciones a la economía española durante el periodo comprendido entre 1989 y 2010; y que el 0,44% de este 0,62% pudo obtenerse mediante los incrementos en cantidad y calidad del trabajo, mientras que el 0,18% restante se consiguió a partir del aumento en capital tecnológico.
Pastor ha remarcado que, sin la contribución de las universidades públicas, "la tasa de actividad del Estado sería 1,33 puntos inferior a la actual y la tasa de paro, 0,7 puntos superior", además de que "cuando las personas estudian en la universidad aumenta su predisposición para participar en el mercado del trabajo, a la vez que incrementan sus posibilitados de empleo". Con respecto al sector de I+D+i, el estudio indica que las universidades públicas españolas realizan más de una cuarta parte del gasto total en el sector, que se traduce en un total del 28,1% de todo el capital tecnológico estatal.
Los autores del estudio han remarcado que la investigación aporta "importantes" lecciones a la hora de diseñar políticas de crecimiento y directrices universitarias, explicando que los resultados confirman que la búsqueda de una estrategia de crecimiento basada en el conocimiento generado por las universidades es "apropiada" y que "se apoya en el hecho de que el capital humano y tecnológico generado por estas instituciones representan una parte del valor añadido generado".
También han señalado que la metodología empleada en el estudio demuestra que las políticas universitarias tendrían que ser evaluadas por sus resultados tanto directos como indirectos, de modo que sería necesario incluir los niveles de empleo y la transferencia empresarial de graduados.