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Guía y recursos para tratar el ciberbullying en los centros

La Fundación Atresmedia y el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid han presentado Ciberbullying, prevenir y actuar. Hacia una ética de las relaciones en las redes sociales.
RedacciónMartes, 22 de septiembre de 2015
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Se trata de una guía de recursos didácticos para centros educativos.

José Antonio Luengo Latorre, autor de la guía, afirma en la introducción que “era necesario dar protagonismo a los centros educativos en el abordaje de tan relevantes contenidos para la vida de los alumnos, definir conceptos, sugerir procedimientos de trabajo; dar protagonismo a la reflexión en las aulas sobre un fenómeno natural, la necesidad de conectividad entre las personas y los grupos, que, sin embargo, albergaba escenarios oscuros, indeseables, de gran impacto y expansividad en las relaciones entre alumnos, y entre estos y los profesores y padres”.

La guía es, por tanto, una reflexión sobre la necesidad de educar en alfabetización digital a los escoalres más pequeños y prevenir desde el conocimiento, no desde el miedo o la reticencia ante el riesgo. A esto se une una propuesta de acciones didácticas para desarrollar en el aula.

La guía cita datos como que el 27% de los menores de 11 a 14 años reconoce no apagar nunca su móvil. Este porcentaje va aumentando con la edad, de tal forma que, entre los menores de 13-14 años, solo uno de cada teres apaga su terminal. La realidad es que existen nuevas formas de relación social que definen, asimismo, nuevos modos y maneras de relacionarse con el otro, con los otros. Habilidades tan básicas y elementales como mirarse a los ojos, darse un abrazo o, simplemente, valorar el lenguaje no gestual de nuestro interlocutor pierden peso y valor en el contexto de las relaciones sociales en el mundo digital. El tono de voz, la mirada, la posición del cuerpo o el movimiento de los párpados dan paso a la se-
lección de emoticonos como parte sustantiva de nuestros mensajes.

El hecho de que el ciberbullying se desarrolle en este nuevo espacio digital hace que dé un paso más en relación al bullying tradicional –que sigue existiendo y en ocasiones se solapa con el ciberbullying–. Este último implica la ausencia del contacto directo y a la cara, la presencia y el mantenimiento del mensaje o acción agresiva durante mucho más tiempo y la existencia de una audiencia no deseada de difícil control y acceso. Por otro lado, si bien un hecho aislado podría no ser definido como ciberbullying en sentido estricto, no hay que perder de vista que una situación específica, dependiendo de su gravedad, expansividad y repercusión pueda acarrear daños de gran transcendencia en las víctimas.

La guía hace un especial llamamiento a la implicación del centro en estas situaciones, a pesar de que muchas de las acciones ligadas al ciberbullying puedan darse mientras el alumno está fuera de sus instalaciones. El riesgo de que el ciberbullying pueda ser considerado cosa de otros es grande, afirma la guía en base a la experiencia acumulada. Son tantas las tareas encomendadas a las instituciones escolares que, ante esta reciente forma de agresión entre iguales, la idea de derivar responsbilidades y acciones de respuesta a otros espacios –entre otros el familiar– es un argumento de los centros cuando se tiene conocimiento de algún caso con un alumno o alumna. Y los centros deben incorporar –muchos ya lo hacen– mecanismos de respuesta adecuados y eficaces.

Características del ciberbullying
Estas son las características del ciberbullying:

  • Agresión repetida.
  • Suele existir contacto o relación previa en el mundo físico.
  • Intención de causar daño: no siempre se da en los primeros estadios del proceso.
  • Puede estar ligado o no a situaciones de acoso en la vida real.
  • Usar medios TIC: SMS, mensajería instantánea, mail, teléfonos móviles, redes sociales, blogs, fotos, salas de chats, etc.

Los daños pueden no ser pequeños y ya se sabe mucho sobre sus efectos y consecuencias. Nada es superficial ni tangencial. Estamos tocando el núcleo del ser humano, los tejidos más sensibles e imprescindibles para crecer y madurar consistentemente con confianza y seguridad emocional.

Dicho todo esto, podemos definir el ciberbullying como el uso y la difusión de información lesiva o difamatoria en formato electrónico a través de los medios de relación como el correo, las redes sociales, etc. Es decir, el ciberbullying supone acosar en el contexto digital, a diferencia del bullying, que es en el mundo físico.

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