“La propuesta de pacto educativo me parece sincera pero un poco ingenua”

Escuelas Católicas afronta su XIII Congreso bajo el lema “Sabemos educar. Libertad y compromiso”, que tratará sobre la libertad de enseñanza pero de una forma “más creativa y positiva de futuro”, según su secretario general. “Por supuesto, también hablaremos de los fundamentos jurídicos y de la Constitución. Queremos estar. De ahí nuestro lema”, dice José Mª Alvira. “Queremos seguir aportando cosas a la Educación. Queremos motivar a nuestros profesores”.

¿La campaña Concertados es una estrategia defensiva porque realmente veis que hay amenazas en el horizonte?
La idea nació hace unos meses, porque vimos los planteamientos que estaban haciendo distintos grupos políticos, sociales, etcétera, sobre la concertación y eso nos preocupaba. Y no me refiero solo a grupos políticos nuevos, sino al estado de opinión que veíamos en España e incluso en otros países de Europa de poner en cuestión los principios que creíamos que ya estaban asentados. Da la impresión de que aquí la Concertada públicamente da vergüenza de sacarla. Incluso a los políticos, cuando les preguntan por la Educación, todos hablan de la Pública, de apoyar a la Pública, pero muy pocos mencionan a la Concertada. Otros claramente son contrarios, pero muy pocos apoyan las dos.

¿La libertad de elección no es apreciada como debería?
Es apreciada pero no se valora la posibilidad de que podría ser de otra manera. Quiero decir que hay propuestas políticas que hablan de escuela pública única para todos, pero yo no sé si mucha gente es consciente de lo que significaría eso.

¿Se consiente pero no se aprecia a la Concertada?
No hay unanimidad por parte de PSOE y PP de apoyar a la escuela concertada. El partido socialista la tolera pero como subsidiaria de la pública.

¿Cree que deberían ser complementarias?
Sí, deberían ser dos redes complementarias. Hoy parece que un político no puede dejar de decir que apoya a la Pública, por el temor de perder o que la opinión pública se ponga en contra. Nosotros hemos pedido que valoren la escuela concertada al igual que la pública, que cuenten con ella y que la mencionen.

¿Les preocupa la situación en alguna comunidad autónoma especialmente?
Las comunidades gobernadas por partidos más radicales nos juzgan desde el primer momento. Lo que hemos ido viendo es que ellos están un poco a la expectativa, es decir, no deberían juzgarnos ya que tampoco tienen un programa muy definido de nuestro proyecto. Ha habido más palabras que hechos. No obstante, habrá que esperar a las elecciones generales a ver cómo actúan ante la Educación. Algunos partidos quieren nacionalizar los colegios concertados y convertirlos en públicos y a los profesores en funcionarios, pero de ahí a los hechos pienso que no va a ser tan fácil que esto ocurra. Nos preocupa Navarra y la Comunidad Valenciana y también Andalucía.

¿No le parece el momento perfecto para que se produzca ese pacto educativo?
Yo creo que no. Si después de las elecciones y dentro de uno o dos años se estabiliza la situación política y económica, entonces sí podría ser un buen momento para ese pacto.

¿La propuesta de pacto del ministro es creíble o piensa que es un poco electoralista?
Pienso que su propuesta de llegar al pacto es sincera, pero un poco ingenua.

¿Y no le parece más realista la propuesta de pacto que ha hecho Madrid sobre la transformación pedagógica de las aulas?
Quizás se puede empezar por ahí, pero en el fondo elimina las cuestiones claves del pacto. En ese sentido, un pacto que solo alcance las cuestiones pedagógicas dentro del aula me parece bien pero eso no satisface. Hay temas ideológicos de fondo que son más importantes y las resumiría así: ¿cuál es el papel del Estado y de la sociedad civil en la Educación? Para mí ese es el principal debate. Combinar igualdad y libertad en los colegios es el fondo de la cuestión.

¿Cree que el modelo de la escuela pública pone más acento en la igualdad que en la libertad y la concertada lo hace más en la libertad pero no en la igualdad?
Sí, creo que la Concertada puede jugar ese papel. Pero estoy seguro de que el modelo de escuela concertada es un buen modelo democrático y en el fondo un pacto no sería imposible, pero sí difícil.

¿Se ha hecho algo mal en la escuela concertada para que no tenga tanto prestigio, por ejemplo, con las cuotas?
Yo creo que las cuotas son necesarias mientras no se modifiquen los módulos, lo que está mal es cobrar cuotas que no sean razonables.

¿Cuál sería el límite de lo que se puede cobrar?
Cada colegio debería estudiar los tipos de familia, los ingresos que esas familias tienen y lo que se pueden permitir. Unos 30, 40 o 50 euros de cuota me parece razonable. Si se ha hecho algo mal quizás hayan sido las explicaciones que se han dado en los distintos colegios.

La llamada “nueva concertada” tiene que pedir ayuda a las familias para construir el colegio, porque las administraciones no le ayudan, ¿cree que esta cuestión desvirtúa el modelo?
Claramente creo que sí desvirtúa a la escuela concertada y ha dado pie a ataques hacia ella, además de una mala imagen. También me parece una torpeza que la Lomce, una ley orgánica, entre en estos temas

¿Hay colegios de Escuelas Católicas que pueden estar en ese límite?
Es posible que haya algún colegio que esté cobrando cuotas altas, pero no sé decirte datos concretos, ya que no hemos hecho un estudio.

¿Le parecería excesivo que un colegio situado en un barrio medio-alto de Madrid cobrase 150 euros?
Pues no lo sé. Si muchas de las familias que llevan a sus hijos a ese colegio puede pagar esa cantidad, pues no me parece excesivo, pero de entrada no me gusta. No obstante, en un colegio que sepa el tipo de familia que va allí y esa cuota sea voluntaria, no sería excesivo, siempre que esa cantidad voluntaria no predisponga a quien quiera entrar en el colegio.

¿El ideario católico se ha diluido al haber menos religiosos en los centros?
Hay menos presencia religiosa, pero no se ha perdido el carácter religioso de los centros, al revés. No se contrata a cualquier profesor y se valora mucho que estén formados en religión, por lo que creo que la identidad católica no se ha perdido sino que se ha intentado remarcar más. El traspaso de responsabilidad a los laicos se está haciendo de forma muy positiva. Hay colegios que han perdido ese carácter, pero en general no. A veces estas acusaciones son interesadas. Los colegios están abiertos a todos, creyentes y no creyentes.

LOS CENTROS EN CRISIS

-¿La solución para un colegio religioso en crisis es transformarse en cooperativa?

Convertirse en una cooperativa creo que no es una buena solución, porque las cooperativas no están dirigidas por congregaciones, por lo que con el paso del tiempo se va perdiendo la formación religiosa. Puede ser una salida, pero al final se perdería dicha formación.

-¿Cuántos colegios han sido asumidos por fundaciones?

En este momento son unos 50 más allá de los de las fundaciones de las propias congregaciones y esto va aumentando.

-¿Qué porcentaje de colegios de Escuelas Católicas está dirigido por laicos?

Más de la mitad, sobre un 70 por ciento. Son gente que asume por convicción lo que hay detrás.

-¿Qué le parece el Libro Blanco de la Función Docente?

La idea no me parece mala, pero que no olvide que todos somos profesores.

-¿En este Congreso, dónde se pone el acento?

El núcleo es la libertad de enseñanza. Vamos a intentar tratarlo de manera actualizada y mirando siempre hacia el futuro. El lema, “Sabemos educar”.