Little Boy, un rayo de esperanza
Se estrena una fábula llena de contenido, ideal para el público de cualquier edad, el segundo trabajo del responsable de "Bella".
Little Boy. México-EE.UU. 2015. Drama. Comedia. Bélico. 106 minutos.
Dirección: Alejandro Monteverde.
Intérpretes: Jakob Salvati, Michael Rapaport, Emily Watson, Kevin James, Tom Wilkinson, Ted Levine, Ben Chaplin, Eduardo Verástegui, Cary-Hiroyuki Tagawa.
Existen películas con un claro valor educativo, como en el caso de Little Boy, que además evita ser pedante, todo lo contrario, es fresca y divertida.
En tono de fábula infantil, cuenta la historia de Pepper Flynt Busbee, al que apodan «Little Boy» por su corta estatura. El chico vive feliz con su padre, James, que juega con él todo el tiempo que puede y con el que sigue las peripecias del héroe infantil Ben Eagle, un mago que combate el crimen. Por desgracia, James debe partir al frente en Filipinas. A pesar de que el ejército le da por muerto o capturado, el niño escucha en misa que la fe «mueve montañas», así que con ayuda de un sacerdote tratará de reforzar la suya, para conseguir que su padre vuelva a casa sano y salvo.
En su segundo trabajo, el mexicano Alejandro Monteverde, responsable de Bella, se supera a sí mismo, con un film mejor rematado y estructurado, y con un reparto internacional excelente, con figuras de la talla de Emily Watson, Tom Wilkinson, Michael Rapaport, Ben Chaplin y Eduardo Verástegui, protagonista de su ópera prima, que también ha ejercido como productor. Todos ellos han sido escogidos con gran esmero para papeles que bordan. En el apartado actoral no se puede dejar de mencionar al jovencísimo Jakob Salvati, un chico con experiencia en series como Mad Men, que logra dotar de un gran encanto al protagonista.
Film repleto de personajes variopintos de enorme interés, muy de carne y hueso y con posicionamientos muy diferentes, aborda sobre todo la fe y la determinación, a través de unos diálogos ágiles, y numerosas escenas destacadas y emotivas, como la visita del mago al teatro local, el chico haciendo frente a la incredulidad, etc. Pero también indaga en otros asuntos como la familia, la misericordia y sobre todo el perdón y la reconciliación, pues resulta especialmente atractiva la subtrama del único japonés del lugar, al que todos toman como un enemigo, menos el sacerdote, con el que el chico tratará de iniciar una amistad. En la cinta prevalece un tono nostálgico, pero también positivo y amable que se agradece.
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