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“Hablar con niños es un entrenamiento intensivo de comunicación científica”

Ángela Monasor, divulgadora científica y doctora afincada en Reino Unido, trae a los colegios españoles el exitoso programa británico I’m a scientist, que conecta en red a científicos y alumnos en un emocionante concurso cuyo fin último es atraer vocaciones para la ciencia. A finales de este mes finaliza el plazo de inscripción.
Paloma Díaz SoteroMartes, 23 de febrero de 2016
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La juventud y la efervescencia de ideas no han sido obstáculo en Reino Unido para que Ángela Monasor se haya convertido ya en una referencia de la divulgación científica. Su proyecto Escuelab (también de Cristina Balbás) ya le ha valido el Premio Nacional de eso mismo aquí en España. Su vocación se centra en los niños de hoy, que son la ciencia de mañana. Y puntualiza: “La ciencia es para todos, no solo para los brillantes y para los que tienen dinero”. El gusanillo educativo le picó doctorándose en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Pero ha construido su carrera divulgadora en Reino Unido, donde la financiación de proyectos no es cuestión de suerte, sino de tradición.

¿Cómo empieza I’m a Scientist en Reino Unido?
Allí existe un concurso que se llama I’m a Celebrity, get me out of here, tipo La isla de los famosos en España. A partir de este formato, su autor decidió crear I’m a concellor para que los niños hablaran on line con concejales locales y así impulsar la conciencia democrática y el voto, que estaban por los suelos. Luego, Sofía Collins, una mujer que estaba estudiando Comunicación de Ciencia en el Imperial College de Londres pensó que el formato era atractivo para hacerlo con científicos. Presentaron un proyecto en 2007, pidieron financiación y desde entonces se sigue financiando. Desde 2008, que es cuando empezó, habrán participado ya en I’m a Scientist, get me out of here cientos de miles de niños y casi 1.000 centíficos e ingenieros… Ahora ya se ha hecho otro concurso propio para ingenieros, I’m an engineer. Está presente en siete países y ahora va empezar en España, que será el primero en castellano.

¿En qué consiste?
Somos Científicos, sácanos de aquí es una actividad a través de internet que dura dos semanas y tiene lugar en varios colegios simultáneamente. Está organizado por grupos o zonas on line de unos 350 alumnos. En cada uno de esos grupos participan cinco científicos.

¿Y qué hacen los niños, los profesores, los científicos…?
El profesor que quiera apuntarse nos da sus datos. Cuando queden dos semanas, yo le envío un e-mail, le pregunto con cuántas clases quiere participar y le informo de todo. Se lo ponemos todo muy fácil. Después, le enviaré material sobre el funcionamiento de la actividad y tarjetas con un código para que cada alumno pueda iniciar sesión con su usuario y su contraseña, de manera que cada uno pueda tener su propia interacción con los científicos. Una semana antes de que empiece oficialmente el evento, el docente y sus alumnos pueden entrar en la web, ver un perfil de cada científico, cómo es su día a día… Y ya pueden empezar a trabajar, por ejemplo, valorando aspectos del trabajo de un científico. Les preguntamos, por ejemplo: ¿qué valoras más?, ¿que salve vidas o que investigue algo desconocido?; ¿qué opinas de que un científico sea religioso?, ¿y de que no lo sea?… Así los niños ya empiezan a debatir. Cuando comienza oficialmente el evento, los niños empiezan a enviar preguntas y deciden si se las envían a todos, o a uno de ellos. Cada científico recibe por mail la pregunta; y cuando la responde, les llega aviso a los niños. Todas las preguntas y las respuestas, además, van quedando publicadas en la web, de manera que eso ya es un recurso accesible para cualquiera, no solo para ellos.

¿Cuántas preguntas puede enviar cada alumno?
No hay límite. Pero no-sotros moderamos. Por ejemplo, intentamos que lleguen preguntas de todos los niños, evitamos repeticiones.

Y además de la comunicación por correo, hay un chat.
Sí. Cada profesor habrá reservado media hora de chat para una o dos de sus clases. Así, todos los alumnos pueden chatear con al menos dos o tres de los cinco científicos asignados. La interacción es mucho más dinámica y es una media hora muy intensa.

Las respuestas no podrán ser muy largas…
Claro. Así combinamos la respuesta con más reflexión del correo y la más espontánea del chat. Digamos que es una forma de entrentamiento intensivo de comunicación para los científicos. Los niños, sobre todo en un medio on line, son muy rápidos y muy directos. Si lo han entendido, les dicen: “Me ha encantado”. Y si no, te dicen: “No me he enterado de nada”. Y si les das una explicación muy básica, te dirán: “Mira, no soy tonto, eso ya lo sé”. Eres tú contra ellos.

¿Puede dar ejemplos de preguntas que hagan los chavales en Reino Unido?
Preguntan de todo, desde si tienes hijos o cuánto te pagan a para qué sirve tu investigación, o “hemos dado en clase esto, ¿cómo lo aplicas tú en tu trabajo?”. También preguntas típicas como por qué el cielo es azul; o comprometidas, como por qué mi hermano tiene una discapacidad; o cuestiones que te comprometen como científico: a una mujer que hacía satélites para dirigir misiles le preguntaron por qué lo hacía. También preguntan mucho por el cáncer; y por cuestiones sobre salud y nutrición. Y es interesantísimo ver preguntas complejas, por ejemplo, de física.

¿Y del espacio?
Sí, de agujeros negros, de vida extraterrestre…A veces es fascinante: hubo una conversación entre un científico y un niño sobre Iron Man y sóbre cómo podría existir su núcleo magnético, y entre los dos lograron una explicación plausible.

¿Cuánto tiempo dedican los científicos a responder?
La media es de dos horas al día durante esas dos semanas. Pero algunos le dedican mucho más porque se enganchan y piden más preguntas. Y luego está la media hora del chat, que tienen que encajarla en su horario laboral; por eso no es seguro que puedan coincidir los cinco.

¿Hay mucha competición entre ellos?
Sííí… [risas] Quieras o no, el científico es competitivo, y se pican, sí, sí. Pero es que engancha. Tiene ese componente de red social, de hablar con gente. Y son dos semanas; sabes que luego te olvidas. El resto lo hacemos lo nosotros.

¿Qué perfil es el idóneo?
Todos. Queremos hombres y mujeres, doctorandos y veteranos, gente que venga de la industria… No quiero que sean todos de la misma universidad, de la misma institución o de la misma zona geográfica.

¿El proceso de selección sigue abierto?
Sí, se puede apuntar quien quiera hasta finales de febrero.

¿Se les paga algo?
No. Solo está el premio para el ganador. La divulgación tiene que estar pagada como parte de la labor de un centífico. Debería otorgárseles tiempo para que, en su horario de trabajo, puedan hacer este tipo de labores.

¿Qué diferencias hay entre España y Reino Unido?
La financiación es una diferencia muy grande. Allí el apoyo económico fue gigantesco desde el principio. En España contamos con la colaboración de la Obra Social “la Caixa”. Pero creo que tuve suerte al llamar. En Reino Unido no tienes que tener suerte. Allí hay varios procesos de becas abiertos para presentar tu proyecto de divulgación. Todas las sociedades científicas o de ingenieros tienen uno. Aquí solo conozco el de la Fundación España para la Ciencia y la Tecnología. En cuestión de comunicación de ciencia allí hay más tradición, y eso hace que esté más profesionalizado y que haya más demanda y oferta de becas.

LAS CLAVES

Pregunta, chatea, vota
Son las tres palabras que definen la participación de los escolares en el programa Somos Científicos, sácanos de aquí. Los alumnos de cada aula tienen a su disposición a cinco científicos para escudriñar en su trabajo, en sus investigaciones, en su vocación.

Conectados en red
Los participantes, de entre 9 y 18 años, enviarán todas las preguntas que quieran a los científicos por e-mail durante dos semanas y también chatearán con ellos, siempre con el objetivo de votar al final cuál de los cinco les ha gustado más.

El premio
El científico ganador conseguirá financiación para un proyecto de divulgación científica (propio o ajeno).

Largo éxito en Reino Unido
Somos Científicos es la versión española del programa británico I’m a Scientist, get me out of here, desarrollado por Ángela Monasor en colegios de Reino Unido. Desde 2008 han pasado por él cientos de miles de escolares y un millar de científicos, y ha inspirado derivados como I’m an engineer (ingeniero) o I’m an astronaut (astronauta). También se aplica en Irlanda, EEUU, Australia, Kenia y Malasia.

En abril, en España
Por primera vez se implanta en un país de habla hispana. El periodo de inscripción para colegios y para científicos (de perfiles múltiples) está abierto hasta final de febrero.

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