Alfonso Aguiló: Lograr un espacio de calma en el mundo educativo
Los ciudadanos consideran que, en muchas ocasiones, nuestros representantes políticos emplean la Educación como un arma con la que diferenciarse de sus oponentes, pero que en la práctica muestran bastante menos interés por resolver los problemas reales de la Educación de nuestro país.
Un pacto lo más amplio posible permitiría abordar con más decisión los numerosos problemas de nuestro sistema que se reflejan, por ejemplo, en los resultados del Informe PISA y en los índices de fracaso y abandono temprano, que nos sitúan a la cola de Europa. Todo eso genera múltiples problemas sociales, muy dolorosos y bien conocidos por quienes trabajamos en el mundo de la Educación. Y en vez de acometer esos problemas, y acordar entre todos unas estrategias serias para resolverlos, el debate en España mantiene un sesgo político e ideológico que lleva a tratar asuntos colaterales e impide abordar los temas realmente importantes.
Lo importante de dicho pacto no es tanto lo que recoja, porque sabemos bien que la Educación no se arregla con el Boletín Oficial del Estado, sino sobre todo el efecto de lograr un espacio de calma en el mundo de la Educación, que aleje de la escuela los intereses y vaivenes políticos. Está claro que debe haber un acuerdo sobre temas como la evaluación, la autonomía de los centros, la enseñanza concertada, la selección y formación del profesorado, la asignatura de Religión, etc. Pero lo importante es que la Educación deje de ser arma arrojadiza en el debate político, pues necesitamos un clima de acuerdo y de consenso para poder centrarnos en la gestión educativa, que es donde realmente se lograrán avances importantes.
En pocos países he visto un sesgo político e ideológico en la Educación como el que hay ahora en España. En Europa hay muchos países con gobiernos de muy variados colores políticos que están abordando pacíficamente muchas estrategias que aquí se consideran demasiado de izquierdas o demasiado de derechas. Urge remangarse, trabajar sin frentismos, sin querer excluir a nadie ni legislar contra nadie, porque nadie sobra para mejorar la Educación.
Alfonso Aguiló
Presidente de CECE