Calendario escolar: tradición con disparidad
La medida, acordada en la Mesa Sectorial de Educación de Cantabria, ha suscitado un debate en la comunidad educativa, donde las organizaciones de padres han reprochado que no se haya contado con ellos, dudan de los beneficios para el progreso académico de los alumnos y creen que dificulta la conciliación familiar.
Por el contrario, los sindicatos de profesorado han recibido positivamente la decisión, aunque han llamado la atención sobre la disparidad autonómica de fechas, han planteado cuestiones complementarias como debatir sobre la apertura de centros fuera del horario lectivo y temen que provoque, en cierta medida, un deterioro de las condiciones laborales de los interinos.
La Lomce establece que el calendario escolar, que fijarán anualmente las administraciones educativas, comprenderá un mínimo de 175 días para las enseñanzas obligatorias. Dentro de estas competencias, las fechas de comienzo llegan a diferir en más de una semana entre comunidades.
Más horas en la ESO
Según un informe de FETE-UGT de septiembre de 2015, los alumnos españoles de Primaria tienen un número de horas de clase (787) similar al promedio de la OCDE (794) y la UE (768).
Sin embargo, los de ESO reciben más horas (1.061) en comparación con la OCDE (905) y UE (882). En Finlandia, que suele ser el país europeo con mejores resultados en el Informe PISA, se imparten 632 horas en Primaria y 844 en Secundaria.
Excepto en Cantabria, la distribución de periodos lectivos y sin clase del curso próximo no sufre cambios en las comunidades, al margen de alguna variación de fechas de inicio y final, vacaciones y fiestas, según la información proporcionada a Efe por fuentes de las consejerías de Educación.
El consejero cántabro de Educación, Ramón Ruiz, ha defendido que el nuevo calendario escolar es “mejor para los alumnos y la evaluación continua y mantiene los mismos días lectivos (175)”. Solo se han hecho “algunos ajustes”, ha indicado. Antes, a lo largo del año, se iban librando puentes “pequeñitos” de fiestas sueltas que ahora se reagrupan en la primera semana de noviembre.
La propuesta incluye que no haya exámenes de recuperación de ESO en septiembre, así que se podrá adelantar el inicio del curso.
En Asturias, la Junta de Personal Docente había planteado modificar el calendario y aplicar un modelo similar al que ya existe en otros países europeos, donde el curso se estructura en cinco periodos lectivos y cuatro no lectivos. Se proponía fijar vacaciones en fechas no habituales hasta el momento, por ejemplo, entre el 3 y el 6 de noviembre y el 29 de febrero y el 4 de marzo. Sin embargo, la Consejería lo condicionó la reforma a que fuera asumida por las asociaciones de padres. Finalmente fue retirada por los propios sindicatos por las dudas sobre las consecuencias.
En Baleares, el director general de Planificación y Centros, Antoni Morante, ha explicado que la Consejería de Educación tiene la intención de empezar, desde octubre, un proceso de revisión profunda de aspectos relacionados con el calendario escolar. Entre ellos estarían los periodos lectivos o las vacaciones, siempre con el consenso de la comunidad educativa.
Problema para los padres
La presidenta de Madrid, Cristina Cifuentes, en declaraciones a RNE, se ha preguntado si la modificación del calendario escolar cántabro es recomendable pedagógicamente, y ha opinado que puede representar un “problema” para los padres, que tendrán que ver con quién dejan a los hijos en las semanas de vacaciones.
Fuentes de la Consejería gallega han asegurado que los horarios escolares de la comunidad cuentan con un amplio consenso en la comunidad educativa. Hoy en día, han añadido, la sociedad gallega no exige ningún cambio, pero cualquier modificación futura pasaría por un acuerdo con la comunidad educativa.
Por su lado, la Dirección General de Centros Educativos de Murcia no ha cerrado el calendario del curso próximo, a la espera de que los 45 ayuntamientos le remitan sus propuestas; también la Comunidad Valenciana mantiene abiertas las mesas de negociación sobre el asunto.