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“La única vía para alcanzar el pacto es crear una subcomisión en el Congreso”

La diputada y portavoz de Educación de Ciudadanos en el Congreso, Marta Martín, pide una moratoria de la Lomce que deje la ley sin efectos académicos y aprovechar para crear en el Congreso una subcomisión para un Pacto nacional por la Educación que, desde el diálogo y el debate, genere una nueva norma.
Adrián ArcosMartes, 15 de noviembre de 2016
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“Es una oportunidad muy buena que nos tiene que hacer trabajar con ilusión y no con conflicto”. Es la filosofía de Marta Martín, diputada de Ciudadanos en el Congreso, para la que “hay que aprovechar esta oportunidad para ponernos de acuerdo, ya que esta situación de gobierno en minoría con una sociedad que está demandando un cambio profundo en la Educación no se va a volver a repetir”. En esta entrevista nos detalla cómo se va a poner en marcha la negociación para alcanzar el pacto.

¿En qué consistió el acuerdo entre Ciudadanos y PP para que el presidente de Gobierno haya decidido dejar sin efecto las “reválidas”?
En parte, la decisión de Mariano Rajoy responde al acuerdo que se firmó con Ciudadanos este verano, que recogía la intención de congelar la Lomce en aquellos aspectos que no hubieran entrado en vigor, como las reválidas. Planteamos llevar al Congreso una proposición de ley orgánica para pedir tres cosas: en primer lugar, una moratoria, porque el problema de la Lomce es que incluye el calendario dentro de la ley, y si se elimina o modifica, se está incumpliendo la ley. En segundo lugar, en esa moratoria hay que eliminar el efecto académico de las reválidas, porque creemos que los efectos académicos de la Lomce generan bolsas de niños y jóvenes que después no tienen posibilidad de integrarse fácilmente en el mercado laboral o de seguir estudiando. Y, por último, en esa moratoria hay que dar una solución a la Lomce.

¿Cuál es la solución?
Nunca hemos estado a favor de la derogación por la derogación porque va a generar más caos legislativo. Pero si se crea una subcomisión para un Pacto nacional por la Educación, desde la reflexión, el diálogo y el debate, se puede plantear una nueva ley que no genere tantos problemas.

¿Es necesaria esa moratoria?
Es que no hay otra vía de hacerlo. Si tú quitas los efectos académicos de las reválidas pero el calendario te obliga a tenerlas en vigor en 2017, no tienes más alternativa que dar una moratoria a la ley dando tiempo para poder mantener esas condiciones.

¿La idea final es llegar a una nueva ley fruto del pacto?
Sé que puede resultar utópico, pero creo que es necesario un paréntesis en los debates partidistas que hay en el Congreso y que, con sentido de responsabilidad y servicio público, seamos capaces de llegar a acuerdos que permitan dar estabilidad con independencia de quién está gobernando. Y eso no se va a conseguir si la ley es de uno o de otros. La ley tiene que ser de todos y tiene que derivar al menos de un intento de hacer un Pacto nacional por la Educación. Y por eso es necesario abrir la subcomisión.

¿Cuándo se constituiría esa subcomisión?
Esperemos que se abra en muy breve plazo. En Ciudadanos va a ser lo primero que planteemos, porque creemos que es la única vía de consenso y, además, es algo histórico y único en la legislación española. Si se constituyera estaríamos muy contentos, y más todavía si esa subcomisión derivara en un informe que permitiera hacer una ley que diera estabilidad al sistema educativo.

¿Cómo debe abordarse?
Es verdad que este Pacto nacional por la Educación se va a hacer desde una subcomisión del Congreso, y que vamos a generar una semilla aquí, pero también me parece importantísimo involucrar a todos los medios de comunicación para que nos ayuden a lograr que la Educación esté en la agenda pública y cambie el clima de opinión, de forma que no se piense que solo es algo que afecta al sistema educativo, sino que afecta a toda la sociedad.

¿Cómo debe intervenir la comunidad educativa?
Yo creo que es la comunidad educativa y los agentes sociales quienes tienen que comparecer en el Congreso para dar su opinión y llegar a un punto de consenso sobre cuestiones básicas. Hay cuestiones urgentes que no deberían generar mucho conflicto, como por ejemplo la convivencia escolar, donde no tenemos protocolos estandarizados ni homogeneizados, y es un tema donde podemos traer a la subcomisión tanto a expertos como colegios, consejos de evaluación pedagógica y a la sectorial de las autonomías.

¿Qué más temas deben tratarse?
Otras cuestiones fundamentales son el acceso a la función docente, el bilingüismo, la Educación de 0 a 3, la equidad en el acceso a la Educación… Saldrá bien si quitamos el partidismo de todos esos temas, y saldrá mal si volvemos a hacer de la Educación una herramienta de politización.

¿Qué pasaría con los temas polémicos, como la libertad de elección de centro, el conflicto Pública-Concertada o la presencia de la Religión en la escuela?
Es una falacia que esos temas generen conflicto educativo; lo que generan es conflicto político, y aquí hay que hacer una distinción importante. ¿Realmente crees que lo más importante que en estos momentos tienen los niños y los padres es la inclusión de la Religión en los currículos? Al final no son cuestiones nucleares, pero sí que han generado grandes debates que han saltado a la opinión pública y que han impedido un consenso. La Religión no había creado grandes problemas hasta que la Lomce hizo un cambio sustancial. Si hemos tenido etapas de convivencia pacífica con una alternativa que no generaba problemas, ¿por qué no volver a lo bueno que hemos tenido en otros tiempos? Sí que creo que puede ser un tema conflictivo la convivencia entre red Pública y Concertada, pero creo que no es irresoluble, porque al final lo que tenemos que ver es cómo se satisfacen los principios de igualdad de oportunidades, libertad de elección de las familias y calidad de la enseñanza, en los que todos debemos buscar el acuerdo.

¿Cuándo podríamos entonces llegar a un pacto o a una nueva ley?
Una cosa es la subcomisión para el Pacto nacional por la Educación, en la que supongo que tocaremos temas e iremos haciendo informes, y otra cosa es la elaboración de la ley, que vendrá después y que exigirá un diálogo, debate y consenso para hacerla lo más estable posible. Y se mentiría a la ciudadanía si decimos que esto se va a hacer en dos meses. Es verdad que no deberíamos dejar pasar más de dos años, porque es urgente, pero creo que la Educación merece reflexión profunda, mucha negociación, altura de miras y también tiempo.

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