Las tres enseñanzas de PISA 2015
El martes 6 de diciembre de 2016 se hicieron públicos los resultados de las pruebas PISA 2015 que habían realizado más de medio millón de alumnos de 15 años de 72 países, durante los meses de mayo y junio de 2015. Las pruebas PISA son las pruebas internacionales más importante del mundo y, por ello, la Unión Europea las admite como el principal referente para conocer la situación de todos sus países.
Las pruebas PISA las diseña, aplica y corrige la OCDE. Se pasan desde el año 2000 cada tres años y su objetivo es valorar las competencias básicas de los jóvenes, es decir, aquellas habilidades que son necesarias para saber resolver los problemas sencillos de la vida ordinaria. Por esta razón y porque tienen que ser las mismas en todos los países del mundo que se presentan, solo analizan tres aspectos: la comprensión lectora, las matemáticas y las ciencias. Cada año se prioriza una de estas tres materias. El año 2000 fue la comprensión lectora; el 2003, las matemáticas, y, en 2006, las ciencias. A partir de estas tres ediciones, se determinó en 500 puntos el nivel satisfactorio en cada una de estas materias. En 2015 han vuelto a ser las ciencias las que se han trabajado con más detalle y por primera vez no se han hecho en papel sino en ordenador, se han pasado a una muestra total de 540.000 alumnos (en España las han hecho 37.205 alumnos de 980 centros) y, también por primera vez, se tienen resultados diferenciados de todas las Comunidades Autónomas.
La principal crítica que se ha hecho a las pruebas PISA es que no contemplan aspectos muy importantes, como son los humanísticos (historia, literatura, geografía, valores éticos, etc.). Ello se debe a la dificultad que tiene hacer preguntas comunes sobre estas materias, en una prueba que ha de ser la misma en todo el mundo. Sin embargo, contra los que, por ello, intentan desautorizarlas, cabe decir que no se puede considerar que un sistema educativo sea eficiente, si sus alumnos no tienen una buena comprensión lectora y no saben resolver problemas prácticos de la vida cotidiana.
Portugal ha sido el país revelación
En los resultados de las pruebas PISA 2015 se pueden diferenciar tres grupos de países: los que van bien, los que están cerca del término medio, que son la mayoría, y los que están mal. Dentro de cada grupo es muy importante observar si la tendencia es positiva o negativa y, también, el tiempo que ha durado dicha tendencia (ver gráfico 1).
En estas gráficas se puede observar cómo han ido variando los resultados en todas las pruebas PISA de los países que, por su proximidad o por sus buenos resultados, nos han parecido los más significativos para nosotros. Los números indicados son la media de la nota de comprensión lectora, la de matemáticas y la de ciencias.
Entre el grupo de los países que van mejor, destaca el elevado número de países orientales, como son China, Taiwán, Japón, Corea, Vietnam y, especialmente, algunos muy pequeños, como Singapur y Hong-Kong. Entre los occidentales, cabe destacar que Estonia se sitúa en la tercera posición del mundo, que Finlandia, el referente mundial en 2006, sigue bajando, como también lo hace Holanda,que Canadá y Nueva Zelanda se mantienen y que Eslovenia ha mejorado mucho y ya se ha incorporado a este grupo.
Entre los países que están cerca del término medio, hay que decir que España, por primera vez, ha llegado justo al nivel medio de la OCDE (492 puntos), que no lo ha hecho en todas las materias sino en comprensión lectora (496 puntos respecto a la media de 493 puntos de la OCDE), y en ciencias (493 puntos, que es el mismo valor que ha marcado la OCDE), pero no en matemáticas (486 puntos respecto a 490 de la OCDE). Es, pues, un aprobado pero por la mínima. En 15 años de pruebas PISA, España solo ha mejorado cinco puntos (de los 487 en el año 2000 se ha pasado a los 492 del año 2015). Muy poca mejora, si se piensa que hasta ahora siempre había quedado por debajo del nivel marcado por la OCDE.
El gran país revelación de la prueba PISA 2015 ha sido Portugal, que ha subido nueve puntos en sólo tres años (ha pasado de 488 puntos en 2012 a 497 en 2015). Además, esta tendencia se ha mantenido ininterrumpidamente. Así ha pasado de estar seis puntos por debajo de España (461 frente a 487 = – 26) en el año 2000, a estar cinco puntos por encima de ella (497 frente a 492 = +5) en 2015. El ministro de educación de Portugal entre 2011 y 2015, Nuno Crato, y el director del Instituto de Evaluación Educativa, João Maroc, han comentado que este éxito se debe a que se tomaron las siguientes medidas:
1. El establecimiento de exámenes externos con valor académico en la enseñanza Secundaria. Según João Maroc, «los exámenes consiguen un doble objetivo: comprometen a los profesores a cumplir el programa y comprometen al estudiante, porque sabe que va a tener un examen final de todo el año lectivo». El establecimiento de estos exámenes externos tuvo una fuerte contestación por parte del alumnado y de los sindicatos de profesores, pero, pese a ello, fueron mantenidos por el ministro.
2. Mejorar la formación didáctica del profesorado. Después de la formación universitaria en una especialidad, se estableció que siguiera el «maestrazgo», unos estudios en los que se aprende el arte de enseñar.
3. Introducción de objetivos curriculares claros sobre lo que hay que saber al final de cada etapa, libertad de metodología por parte del profesorado para alcanzar estos objetivos y evaluación final externa de los conocimientos alcanzados por el alumnado.
Es evidente que estas medidas son un buen ejemplo que seguir por el éxito obtenido y porque, a diferencia de los países orientales o nórdicos, las ha aplicado un país muy parecido al nuestro y lo ha conseguido incluso con una inversión en educación inferior a la nuestra.
Otro país que destacar es Alemania que, a partir de los malos resultados que obtuvo en PISA 2000, reaccionó y ahora se mantiene muy por encima del nivel de la OCDE. Su sistema se caracteriza por tener una muy buena FP, que se inicia ya a los 13 años, lo cual ayuda a disminuir el fracaso escolar y a tener unos valores de equidad altos, es decir, con pocos alumnos con rendimientos académicos bajos.
El secreto de Castilla y León
La información más significativa de las pruebas PISA 2015 para España, en que por primera vez se dispone de datos de todas las Comunidades Autónomas, ha sido confirmar la gran diferencia que existe entre ellas.
Las Comunidades con mejores resultados son Castilla y León, Navarra y Madrid, que están al nivel global de los doce primeros países del mundo. Por el otro extremo, tenemos a Canarias, Andalucía, Extremadura y Murcia, que están al nivel de la posición 40 en la lista de países del mundo.Estas Comunidades son las que lastran los resultados del conjunto de España, que ocupa la posición 30 con 492 puntos.
Entre algunas Comunidades hay más de 45 puntos de diferencia y, como cada 30 puntos equivalen a un año de escolarización, entre ellas hay una diferencia de más de un año y medio de escolarización. Esto conlleva el que, según la Comunidad Autónoma en la que estudia un alumno, al final de la etapa su grado de aprendizaje sea muy diferente. Ejemplos de ello son: en matemáticas, entre Navarra y Canarias hay 66 puntos de diferencia (518-452 = 66); en lectura, entre Castilla y León y Extremadura hay 47 puntos de diferencia (522-475 = 47), y, en ciencias, entre Castilla y León y Andalucía hay 46 puntos de diferencia (519-473 = 46). Es evidente que convendría hacer un seguimiento anual de este problema y no esperar tres años para que, desde fuera, nos informen de si estamos mejorando o no.
Lo primero que se observa en el gráfico 2 (ver abajo) es que se pueden diferenciar los siguientes tres grupos de Comunidades, como sucede a nivel mundial, y llama la atención la brecha abierta entre el Norte y el resto, lo que constituye un primer nivel de falta de equidad dentro del sistema educativo de España.
1.- Comunidades con resultados altos. Son Castilla y León, Navarra y Madrid. En el caso de Castilla y León su tendencia ascendente se ha mantenido desde hace 12 años. Sus buenos resultados no se pueden atribuir a una mayor inversión en educación, como se puede observar en la gráfica adjunta de gasto público, sino en lo que han comentado el consejero de Educación, Fernando Rey, y la directora general, Pilar González, que se puede resumir en tres factores destacados: unas familias que dan mucha importancia a la educación de sus hijos y que confían y apoyan al profesorado; un profesorado motivado y con una muy buena preparación, que debe superar unas oposiciones muy exigentes, y una política educativa que apuesta firmemente por la mejora a largo plazo. Prueba de este afán de mejora la da el que ahora ya están trabajando para mejorar en matemáticas, que es la materia en la que han sido superados por Navarra. Otra de sus fortalezas es que tienen un alto grado de equidad, con pocos alumnos con dificultades de aprendizaje y con poca diferencia académica entre enseñanza pública (70% de los centros) y enseñanza concertada (30% de los centros). Conviene resaltar la eficiencia en la administración de recursos en la Comunidad de Madrid, dado que, pese a ser la que menos invierte en enseñanza, es la tercera en rendimiento académico. Esto demostraría que el problema de la enseñanza no se arregla simplemente invirtiendo más, como dicen algunos sindicatos.
2.- Comunidades con resultados bajos. Son Canarias, Andalucía, Extremadura, Murcia y Baleares. De Canarias, que es la que tiene el resultado más bajo, no se puede decir nada sobre su evolución, dado que sólo tenemos los datos de la prueba PISA de 2015. Constituye un ejemplo más de la necesidad de hacer pruebas externas periódicas para detectar a tiempo los puntos fuertes y los débiles y reaccionar en consecuencia. En los resultados se observa que menos Andalucía, las otras tres comunidades (Extremadura. Murcia y Baleares) han experimentado una fuerte mejora entre 2012 y 2015. Un factor que podría influir en estos resultados es que, mientras la Consejería de Enseñanza de Andalucía se manifestó en contra de hacer las evaluaciones externas de la LOMCE al final de la ESO, las otras tres Consejerías se manifestaron conformes en hacerlas y esto podría haber estimulado al alumnado, que pensaba que debería hacerlas, a esforzarse más. Respecto a Murcia habría que estudiar cuál puede ser la causa de su bajada en 2012 y su posterior recuperación en 2015, más allá de la lógica reacción ante la debacle de 2012, que, no obstante, no le ha permitido alcanzar el nivel medio de España.
3.- Comunidades con resultados medios – bajos. Son todas las restantes, aunque algunas habían pertenecido al primer grupo en pruebas anteriores. Cabe destacar que, mientras muchas Comunidades suben ligeramente, hay tres que bajan, que son País Vasco, Asturias y La Rioja. El caso del País Vasco es sorprendente, porque es la Comunidad que más gasta por alumno (ver gráfico 3).
Las tres enseñanzas de PISA 2015
El resumen que se puede hacer de todos los resultados aportados por PISA 2015 a nuestro país, a falta de posteriores análisis pormenorizados, es el siguiente: España ha mejorado pero muy poco (su currículo y estructura son básicamente iguales en 2000 que en 2015); Portugal, que estableció pruebas externas con valor académico en la Secundaria, es el país que más ha subido; en España hay diferencias excesivas entre sus Comunidades Autónomas y, por tanto, mucha falta de equidad en el sistema; las mejores comunidades son Castilla y León, Navarra y Madrid; donde se deben hacer más mejoras es en Canarias, Andalucía y Extremadura, y alguna cosa se ha hecho mal en el País Vasco en estos últimos tres años.
Finalmente, las tres conclusiones que se pueden extraer de estas pruebas PISA 2015, que, a la vez, son tres enseñanzas sobre cómo mejorar nuestro sistema educativo, son:
1. Es necesario hacer evaluaciones finales externas a los alumnos para estimular su esfuerzo y para detectar los problemas y poder solucionarlos. Establecer un currículo exigente, dar libertad didáctica al profesorado y realizar una evaluación externa de resultados, constituyen el sistema educativo que mejor permite adaptar la enseñanza a las necesidades cambiantes de nuestra sociedad.
2. Dado que hay países, como Portugal, y comunidades autónomas, como Castilla y León, que han obtenido buenos resultados y lo han hecho durante varias Pruebas PISA seguidas, lo más lógico es aplicar las mismas medidas que ellos aplican.
3. Como además de la comprensión lectora, las matemáticas y las ciencias, que se benefician del efecto revulsivo de las pruebas externas, son también muy importantes las humanidades (historia, geografía, literatura, idiomas, valores, etc.), todas estas materias deben figurar también en las pruebas finales que se deben hacer en nuestro país.
Antonio Jimeno es presidente del Sindicato AMES