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España avanza con el inglés, pero los resultados siguen siendo pobres

Julio Redondas presenta el cuarto informe de Cambridge University Press que sitúa a España a la cola de los países europeos analizados en cuanto al nivel de inglés.
Estrella MartínezMartes, 17 de enero de 2017
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Julio Redondas.

Cambridge University Press ha publicado por cuarto año consecutivo el barómetro Cambridge Monitor, un análisis sobre la realidad social europea que ha contado con participantes de Dinamarca, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España. Entre los aspectos tratados, uno de los focos se ha puesto en el nivel de inglés de los ciudadanos, excluyendo en este apartado a los británicos por razones obvias.

Los españoles se han evaluado con un 2,67 sobre 5 puntos, lo que nos coloca como el país de todos los estudiados con peor nivel de inglés –la media europea analizada es de 2,88–. Según el estudio, un 44% de los ciudadanos tiene un nivel bajo o muy bajo del idioma. Sin embargo, Julio Redondas, director de Comunicación de Cambridge University Press, destaca que “la buena noticia es que –como país– nos hemos puesto las pilas con el inglés. Desde el primer estudio que hicimos, hemos pasado de un suspenso a un aprobado raspado, hemos avanzado un poquito”.

A pesar de llevar décadas hablando sobre que el inglés es una de nuestras asignaturas pendientes, en opinión de Redondas, no nos hemos puesto a trabajar firmemente en ello hasta “hace cinco o diez años”. Ahora “estamos claramente en el camino”, defiende, aunque, como bien recuerda, cada comunidad autónoma “toma sus propias decisiones”, lo que hace que exista disparidad en los resultados del informe, de Madrid con un 31% de habitantes con nivel alto o muy alto, y Cataluña, con un 27%, a Cantabria y Extremadura con un 10%.

Lo que está claro para Julio Redondas es que “hay una cuestión de globalización, de exposición al contexto internacional a nivel laboral y de ocio” que pone de manifiesto la importancia del inglés. De hecho, a pesar del resultado obtenido, el informe refleja también que España es el país “más concienciado sobre la necesidad de aprender esta segunda lengua” para la búsqueda de empleo –80% lo considera bastante o muy importante– o para aumentar la competitividad como país (80%).

Otra señal de que como país nos hemos dado cuenta es que “el principal cambio que se ha dado es pasar de concebir el inglés como una asignatura, que es lo que ha pasado toda la vida en España, a concebirlo como una herramienta para la vida” y es que “el mundo está contaminado de inglés por todas partes y esto es algo que antes pasaba menos”. Así pues, hablamos de “una cuestión de enfoque, veníamos de un mundo muy gramatical, muy estructural.

Hace 30 años no éramos en absoluto conscientes de que ese no era el enfoque adecuado y ahora ya sí lo somos”. El informe pone de manifiesto esa realidad no tan pasada, pues afirma que “las habilidades que más nos cuestan son la capacidad de expresarnos correctamente y la pronunciación, también encontramos dificultades en la comprensión oral, mientras que la gramática es el área de conocimiento que menos nos cuesta”.

El cambio se pone de manifiesto en el hecho de que hoy existe una brecha generacional. Según el informe, “los jóvenes de entre 18 y 25 años son los que declaran un mayor conocimiento –33% alto o muy alto y 33% de bajo o muy bajo–, estableciéndose una correlación directa entre edad y nivel de inglés que deja lugar a la esperanza”.

A pesar del optimismo, Redondas defiende que “va a llevar años tomárnoslo en serio y seguir las pautas que se han puesto en marcha hace poquitos años”. El director es ambicioso y hace hincapié en poner como modelo a Dinamarca, que frente al 2,67 sobre 5 de España, tiene 3,58 y un 11% de la población con nivel bajo o muy bajo. “Podríamos tener como ejemplo a Italia o Francia, ambas con un 2,69, pero yo creo que hay que aspirar más alto”.

Si bien el sistema educativo no lo es todo en cuanto al compromiso de un país con un idioma: valgan como ejemplo lugares como Portugal o los países nórdicos, donde al no existir el doblaje cinematográfico ni televisivo “tienen una exposición al idioma que nosotros no hemos tenido durante décadas”, el modelo educativo resulta determinante.

Bilingüismo educativo
“Sé que hay críticos del llamado sistema educativo bilingüe, pero al final la realidad se impone”, sigue Redondas. “Está clarísimo que los centros que empiezan con programas de bilingüismo, con otras asignaturas en inglés más allá del propio inglés, terminan con un nivel mejor sí o sí”, defiende el director. No creo que no dar Ciencias en español tenga consecuencias dramáticas, lo que creo que es más dramático es que los niños lleguen a adultos con un nivel de inglés más bajo, por eso nuestra posición es clara: bilingüismo sí. Luego podremos entrar en matices, esta materia sí, esta no, pero como concepto de base, sí».

En lugares como la Comunidad Madrid, por ejemplo, “se notan los años que llevamos de bilingüismo”. Un bilingüismo que implica, entre otras cosas, más horas de “exposición a la lengua”, algo que es “clave”, al igual que comenzar esta exposición a la lengua “cuanto antes”. Por seguir con el ejemplo madrileño, los niños ahora están expuestos a la lengua extranjera desde Infantil “y esto es ya un avance, algo que se tendría que haber hecho hace tiempo”.

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