Convertir a los alumnos en lifelong learners, un objetivo de futuro
Una de las tendencias que se pueden atisbar en los informes como el Horizon de Estados Unidos o los de la Unión Europea para el 2020 hablan de modalidades de aprendizaje con el uso racional de la tecnología. En la medida en que los profesores adecuen su forma de diseñar las clases con el uso de elementos tecnológicos en las aulas, lo que haremos será fomentar que se integren perfectamente estos modelos pedagógicos con las metodologías inductivas que ponen al alumno en el centro del aprendizaje.
Pienso que habrá una cohabitación de diferentes modelos y que cada profesor tendrá que elegir cuál es el ecosistema que mejor se adecua a la naturaleza de sus alumnos en clase, a la materia que imparte, a su propio conocimiento, etc.
Cuando se puede acceder a tanto contenido en Google y las habilidades se están digitalizando y los trabajos cambian rápidamente, el foco debe ser que los alumnos puedan manejar formas complejas de pensar y trabajar y se conviertan en lifelong learners, personas que tienen el hábito del aprendizaje de por vida.
En concreto, entiendo y espero que en los próximos años se puedan producir estos cambios:
a) Un cambio hacia una Educación basada en competencias, desplazando a una Educación basada en “pasar tiempo sentado ante el pupitre”. La Educación en competencias es fundamental para permitir estrategias de aprendizaje personalizadas, lo que requiere que los estudiantes demuestren dominio antes de avanzar a la siguiente lección o nivel.
b) La personalización de las estrategias de aprendizaje centradas en la adaptación a las fortalezas, necesidades e intereses de cada estudiante –incluyendo la opinión de los mismos y la elección de qué, cómo, cuándo y dónde se aprende– para proporcionar flexibilidad y apoyos que garanticen el dominio de los estándares más altos posibles.
c) Mapas personalizados de aprendizaje que ofrezcan portafolios ilustrativos de las competencias académicas, sociales y emocionales del estudiante, a lo largo de toda su trayectoria de aprendizaje y hasta que alcance su graduación.
d) Aprendizaje mixto (blended) en el que las herramientas en línea ayudarán a los profesores a implantar itinerarios de aprendizaje personalizados, para lograr una instrucción individualizada y el apoyo e intervenciones inmediatas (cada minuto, día), guiadas por datos, de modo que permitan una instrucción diferenciada.
e) Un sistema “GPS del aprendizaje” que ofrezca una retroalimentación instantánea sobre el “tiempo hasta el destino” del aprendizaje, rutas, puntos de interés y orientaciones para que los estudiantes puedan recibir indicaciones inmediatas de “fuera de ruta” hacia los objetivos establecidos.
f) Implantar un aprendizaje que se lleve a cabo en cualquier momento y lugar es posible a través de los dispositivos móviles, que combinan las mejores experiencias de aprendizaje tradicional, on line, blended, con los servicios y recursos para los estudiantes de manera permanente.
g) Otorgar créditos a los estudiantes cuando muestran haber adquirido competencias, lo que terminará por poner a prueba las calificaciones tradicionales.
h) Establecer puentes entre el aprendizaje formal e informal, centrándose en que todos los alumnos demuestren el logro de estándares con alto nivel de rigor.
i) Plataformas de aprendizaje adaptativas y con contenido, de modo que se ponga en manos de los profesores la posibilidad de ofrecer retroalimentación instantánea, que integren evaluación formativa y que apoyen la diferenciación para cada aprendiz.
j) Conectar los recursos de la comunidad entre sí y con los servicios disponibles en torno a la escuela, como proveedora de servicios, de modo que permita adecuarse a las necesidades individuales de cada estudiante.
Raúl Santiago
Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Navarra. Profesor de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de La Rioja.