“La gente demanda más cuidados dentales”
Alberto y Elisa son protésicos dentales y ambos han llegado a ello tras un reciclaje profesional.
Alberto Lázaro era delineante y Elisa Ballester, esteticista. A él la crisis de la construcción lo dejó en el dique seco y ella buscaba “mejores horarios y mejor salario”.
Ambos fueron aconsejados sobre los beneficios de estudiar Prótesis Dentales: trabajo prácticamente asegurado en un sector con futuro y posibilidades de mejora e independencia profesional.
Hace cuatro años se matricularon en la Escuela Sanitaria Técnico Profesional de Navarra (ESTNA). Los dos se sintieron atraídos también por la importancia que tiene en esa profesión el trabajo manual y artístico.
“Tiene una parte muy artística y eso me gusta”, dice Elisa. “Al final se trata de hacer pequeñas esculturas”. Los protésicos suelen trabajar con arcilla para diseñar moldes y piezas dentales.
“Requiere visión espacial, destreza manual y bastante precisión”, explica. “Aunque estés con un ordenador más que con un lápiz, hace falta tener buen ojo”, subraya.
“Siempre me ha gustado trabajar con las manos. Por eso me atrajo formarme para este campo”, cuenta Alberto.
Hoy tiene 34 años y su propio laboratorio. Tener un familiar con una clínica dental le animó a emprender su propio negocio hace un año, después de haber trabajado en dos laboratorios. Ya es proveedor de tres clínicas y reconoce: “Tengo más trabajo del que puedo sacar”. Por ello se plantea contratar a otro profesional titulado.
Elisa, por su parte, ha trabajado en dos laboratorios desde que obtuvo su título, hace cuatro años. Resalta que no ha tenido problemas para cambiar de empresa. “Es una profesión con movimiento”, describe.
Lo suscribe Conchita Antón, la directora de ESTNA. “Hay mucha movilidad entre clínicas”, dice.
“Si sales y te colocas en un laboratorio, aunque sea de aprendiz, esa experiencia ya se valora muy bien para acceder a otro empleo”, afirma Elisa. “Y como no lo estudia mucha gente, hay espacio para todos”, señala.
“Es una profesión muy desconocida y con poco atractivo”, reconoce. “A la gente no le gusta lo de los dientes”. “Y, sin embargo, el sector crece, la gente demanda más mejoras dentales”.
De entrada, en su primer empleo un protésico dental puede ganar entre 900 y 1000 euros. Pero pronto puede llegar a los 1.200.
Por otro lado, “como no hay mucha gente dedicada a esto, si se te da bien, es fácil darse a conocer”. Y eso facilita transitar pronto al negocio propio.
HIGIENISTAS, "RÁPIDAMENTE ABSORBIDOS"
Junto a los protésicos dentales, los técnicos superiores en Higiene Bucodental, están entre los profesionales sanitarios más demandados del mercado.
“La demanda de higienistas bien formados es un hecho”, señala Germán del Val, portavoz de la Federación Española de Higienistas Bucodentales (HIDES). “Cada vez hay más odontólogos que precisan o prefieren que les asista un higienista”. “No es difícil encontrar trabajo”, sostiene Del Val, que preside la asociación autonómica de las Islas Baleares.
Concretamente allí, hasta el año pasado sólo había un centro educativo que impartiese la formación. De ahí que haya muchos higienistas procedentes de la Península, según cuenta.
También en Navarra y alrededores “hay pocos centros que la impartan”, según cuenta Conchita Bueno, directora de la Escuela Sanitaria Técnica Profesional de Navarra (ESTNA). Eso motiva cierto déficit de profesionales, una “alta movilidad entre clínicas” y que ESTNA estudie la posibilidad de abrir Formación Dual en la titulación.
“El 70% de los alumnos que acaban la FP, encuentra trabajo al poco tiempo”, según sostiene el portavoz de HIDES.
“Son rápidamente absorbidos por grandes cadenas, más que por su formación de higienistas, por la posibilidad de realizar varios trabajos, como auxiliar, como higienista, en recepción, etc. Ése es uno de los factores de que esta profesión sea tan demandada”.
El 30% que no trabaja es porque “utiliza esta FP para dar el salto a algún grado sanitario”.