El decreto valenciano sobre el plurilingüismo divide al Congreso de los Diputados
El decreto, que se aplicará de forma progresiva a partir del próximo curso, prevé que los centros escolares valencianos elijan el nivel de competencia lingüística de partida para su alumnado, con el fin de asegurar que todos puedan alcanzar el conocimiento real de las dos lenguas oficiales y, al menos, una extranjera, como el inglés.
En la Comisión se han rechazado dos proposiciones no de ley con 17 votos a favor y 20 en contra, que se han debatido por separado pese a que perseguían un objetivo muy similar: que la aplicación del decreto no vulnere la Constitución y se garantice la libre elección por parte de los padres de la enseñanza que quieren para sus hijos.
Se han quedado prácticamente solos el PP y C's en la defensa de sus postulados, a los que se han opuesto el PSOE y Compromís, que gobiernan en coalición en la Comunidad Valenciana, así como Unidos Podemos, que da respaldo parlamentario al Ejecutivo de Ximo Puig; también han votado en contra ERC, el PNV y otros partidos incluidos en el grupo mixto del Congreso.
Desde el PP, el diputado Miguel Barrachina ha denunciado que se trata de "un chantaje con premio", porque hace que los centros con más niveles de inglés y mejores profesores en esta materia sean sólo los que imparten la educación íntegramente en valenciano. Barrachina cree que eso es un "chantaje" en toda regla, al discriminar a los padres que quieren el castellano como lengua vehicular, ya que esos centros no tendrán ni los mismos niveles de inglés, ni los mejores profesores, ni la calificación oficial que se reserva también para los centros con más niveles.
La diputada Marta Martín, de Ciudadanos, ha abundado en esas reflexiones al calificar de "verdadero dislate" el decreto, porque "es un chantaje que afecta al futuro de los menores". Unas afirmaciones negadas por el parlamentario socialista Cipriá Ciscar, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, y el diputado de Unidos Podemos Ricardo Sixto, que han coincidido en señalar que el PP y Ciudadanos quieren buscar un problema donde no lo hay.
Ciscar se ha quejado de la utilización de la lengua como elemento de enfrentamiento antes de decir que si hay una lengua que ha sido "postergada, humillada y sacada de los sistemas educativos" y de las relaciones institucionales ha sido el valenciano durante años. Sixto, incluso, ha comparado al PP con la organización HazteOir y ha dicho que a ambos "se les llena la boca de libertad cuando no hay ningún problema con la libertad de nadie".