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Los valores familiares determinan en las chicas el rendimiento en mates

“No hay verdades biológicas, sino una cuestión cultural y de discriminación”. El estudio, The Math Gender Gap: The Role of Culture firmado por tres mujeres economistas, dos de ellas españolas, afirma que “los valores familiares determinan el rendimiento en matemáticas de las chicas”.
Diego FranceschMartes, 9 de mayo de 2017
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Las conclusiones del artículo revelan que la influencia de la cultura podría explicar casi dos tercios del efecto total de la igualdad de género de un país, según recuerda el Instituto de Ciencias Matemáticas (Icmat) en su último boletín trimestral.

El artículo The Math Gender Gap: The Role of Culture, publicado en la revista American Economic Review, confirma que el interés de las mujeres por las matemáticas depende de los valores sobre igualdad de género que su entorno más cercano les transmita: cuanto menor índice de igualdad haya en la sociedad de la que provengan sus progenitores, más bajo será el rendimiento de las niñas en matemáticas. El artículo lo firman Núria Rodríguez Planas, del Departamento de Economía de City Universtity of New York; Almudena Sevilla, del School of Business and Management de Queen Mary, Universidad de Londres; y la uruguaya Natalia Nollenberger, del IE Business School, IE University.

Esta es la primera investigación en la que se alude a los valores que el círculo más cercano aporta al sistema educativo o al mercado laboral. Aunque los niños se críen en las mismas condiciones del país que comparten, “están influenciados por las creencias (la cultura) del país de origen de sus padres, y la diferencia de género es menor para aquellos adolescentes cuyos padres y madres provienen de países donde hay más igualdad de género”, apuntan las investigadoras. “Encontramos que un incremento entre el GGI (Gender Gap Index) del país de origen de los padres está asociado con un aumento en los resultados de matemáticas en PISA de las chicas en relación con los chicos del mismo origen, equivalente a un mes y medio de escolarización”.

Por ejemplo, “si chicas cuyos padres provienen de Turquía, donde, según nuestro indicador, hay poca igualdad de género, procediesen de países con más igualdad, la brecha de género que se observa entre chicos y chicas de descendencia turca, que es de 13.8 puntos, desaparecería”, explican.

Hasta tal punto es importante la influencia de la cultura en este aspecto que, según los resultados de este estudio, “esta, por sí misma, podría explicar casi dos tercios del efecto total de la igualdad de género de un país, que incluye tanto cultura como instituciones”, señalan las responsables del artículo.

Por tanto, proponen que es precisamente en esta en la que hay que incidir para que la brecha diferencial desaparezca en todos los lugares. “Lo que nuestro artículo sugiere es que no basta con introducir cambios institucionales como, por ejemplo, un mayor acceso de las mujeres al mercado de trabajo o una mayor participación en la política, sino que es necesario también alterar nuestras creencias acerca del papel que desempeñan hombres y mujeres en la sociedad. Esto es importante, porque modificar las creencias es mucho más difícil y lleva mucho más tiempo”, concluyen.

Para realizar este trabajo las autoras han considerado una muestra de 11.527 chicos y chicas de 15 años, nacidos y residentes en nueve países diferentes, pero cuyos padres emigraron desde 35 orígenes distintos. Para ello, han utilizado las calificaciones en matemáticas de PISA de los años 2003, 2006, 2009 y 2012.

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