Sociólogo dice que España vive "papanatismo digital" y aboga por restringir pantallas
Bofarull, autor de libros como Enganchados a las pantallas y Juego y tiempo libre, un reto para la familia, ha participado en el curso de la conferencia organizada por la Plataforma per la Família Catalunya-ONU bajo el título «Familia, televisión pantallas. ¿Qué hacer con nuestros hijos», dentro del ciclo «Respuestas de la Familia a los retos de hoy».
«En España estamos viviendo un papanatismo digital. Hay que restringir lo digital porque, con tanta pantalla, los niños y jóvenes pierden capacidad de empatía y de relación», ha opinado Bofarull, también investigador del Instituto de Estudios Superiores de la Familia de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC). El sociólogo ha criticado «la obsesión por el uso de medios digitales» y otorgar a estos «un valor excesivo, con la contrapartida de que disminuye la relación directa entre las personas, y de forma especial entre jóvenes y niños, así como la dedicación al estudio, el deporte y otras actividades».
Según Bofarull, «no tiene sentido y no es saludable que niños de menos de dos años hagan uso de las pantallas, a pesar de que a los adultos pueda hacerles mucha gracia cómo los pequeños hacen ir aquí y allá las imágenes». «Los niños han de jugar, saltar, hablar, no estar con las pantallas», defiende el sociólogo, que es contrario al uso de pantallas en los parvularios.
«Los padres han de ponerse firmes. No vale que los hijos les digan que todos los compañeros de su edad lo hacen, o que todos tienen pantallas o tabletas. Que corten», recomienda el sociólogo, que se declara especialmente contrario a que los chicos tengan pantallas en sus habitaciones.
Pese a que reconoce que el mundo digital ha permitido grandes avances, opina que «no tiene por qué absorberlo todo y llevarse a todo». También considera un error que los profesores centren la educación «en pantallas y promuevan su uso hasta el extremo» porque «para muchas cosas hay que volver al lápiz y a la goma de borrar».
Bofarull apuntala sus opiniones asegurando que algunos grandes creadores de medios digitales no han querido que sus hijos hagan uso de las pantallas, «lo que prueba el peligro que ven en ellas».