La CEOE señala cinco déficits de nuestro sistema educativo y ofrece 10 soluciones
Los cinco déficits detectados por los empresarios son, en primer lugar, la “mediocridad de los resultados”, seguido de “la ineficiencia del gasto, la brecha entre formación y empleo, la lentitud de la respuesta política y las deficiencias de los marcos normativos”.
El primero de los déficits se concretaría en “un estancamiento en torno a los valores mediocres de rendimiento escolar, medido por las pruebas de PISA, a los largo de los últimos 15 años”, unido a unos “niveles precarios en materia de excelencia”.
Esta mediocridad también se demostraría por las “mayúsculas diferencias territoriales que equivalen a desfases de hasta dos cursos escolares”.
Otras muestras de esta mediocridad serían el retraso en el conocimiento de idiomas en el marco de la UE, unas cifras de abandono que duplican la media de la UE y un estancamiento en la generación de capital humano básico.
Ineficiencia en el gasto
En el capítulo de la ineficiencia del gasto, los empresarios citan que respecto el gasto educativo en relación al PIB de España es de un 4,2%, es decir, 1,1 puntos por debajo de la UE en 2013. Además, España, con un 18%, es de los países en los que el gasto privado es mayor respecto al gasto total con una tendencia creciente y en divergencia con lo que sucede en el conjunto de la UE.
La ineficiencia de este gasto se demostraría en que su relación con los resultados también es divergente en los últimos años, aunque desde los ajustes derivados de la crisis haya ido convergiendo en los últimos años.
La brecha entre formación y empleo es una de las mayores preocupaciones de los empresarios ya que impide que muchos empleos sean ocupados por falta de formación adecuada de los candidatos.
En el caso de la universidad, este desajuste merece el calificativo de “mayúsculo” en el área de Educación, Artes y Humanidades –en lo que respecta a la oferta–; y con relación a la demanda en el área de Ingeniería, Industria y Construcción.
En Formación Profesional reglada, aunque el desajuste es menor, existen también familias profesionales en las que la distancia entre la oferta y la demanda es considerable, según la patronal.
Fallos en la orientación
Por otra parte, el informe de los empresarios señala que “el sistema educativo español ha fallado en materia de orientación profesional, en beneficio de la orientación psicopedagógica, y no ha facilitado a los alumnos, con suficiente intensidad, la información precisa para efectuar elecciones fundadas”.
“La lentitud de la respuesta política” es el tercero de los déficits que señalan los empresarios y que se concretaría en un “uso deficiente del nuevo enfoque de la formación a lo largo de la vida, un retraso notable en los modelos de FP dual y un retraso exagerado en las políticas de gestión del talento del profesorado”.
Las deficiencias de los marcos normativos se manifestarían en un “ordenacismo creciente, con un incremento significativo de la presión regulatoria y una especificación exagerada de los detalles, una confrontación total, de carácter tanto ideológico como político y un desajuste entre las normas y la realidad de los problemas que se pretenden resolver”.
Nuevo currículo
Tras este duro diagnóstico, los empresarios hacen diez propuestas que consideran claves. La primera es “establecer un nuevo currículo para un tiempo nuevo”, una propuesta que incluye “reducir su extensión, reforzar la expresión oral en inglés e incorporar la Educación del carácter”, entre otras propuestas.
La segunda de las propuestas habla de “pomover la innovación, el emprendimiento y el empleo de las tecnologías” con propuestas específicas como “implicar a las empresas en la generación de una cultura de la innovación en los centros de enseñanza y en el sistema educativo en su conjunto”.
Las organizaciones empresariales se quieren implicar en el asesoramiento a las administraciones educativas en materia de gestión de una innovación efectiva”.
La tercera propuesta reclama “hacer de la docencia una profesión robusta” y, para ello, “adaptar el modelo MIR al ámbito docente”, establecer “distintas trayectorias –académicas y de dirección y gestión– de progresión profesional a través de un plan de carrera”. También proponen “vincular la evaluación del profesorado con los incentivos y con la promoción, garantizando su justicia y su objetividad”.
La cuarta propuesta se refiere a “fortalecer la autonomía de los centros, su gobernanza y su rendición de cuentas”. Dentro de este ámbito, los empresarios especifican la necesidad de “establecer planes de mejora individualizados centrados en los resultados de los alumnos y en el clima escolar” y “facilitar y promover proyectos educativos diferenciados”.
Evaluación externa
El informe también habla de introducir “sistemas de evaluación externa” a cada centro teniendo en cuenta el nivel socieconómico y cultural de sus alumnos, “promover la transparencia de los resultados” y una mayor “profesionalización” de las direcciones asignándoles mayores competencias en la gestión de los recursos humanos, sobre todo en los centros públicos.
La quinta propuesta se refiere a la definición de un “sistema eficaz y eficiente de evaluación para la mejora” con una “evaluación de certificación al final de la Secundaria superior”, así como la implantación de evaluaciones internas y externas a los propios centros. Estas últimas serían censales y autonómicas.
El informe de la CEOE también recomienda aprovechar PISA para no reiterar evaluaciones muestrales que ya están cubiertas por la evaluación de la OCDE.
Concierto y desgravación
“Consolidar la libertad de enseñanza” es la sexta propuesta empresarial y se concreta en distintas acciones: “actualizar el sistema de conciertos, aplicar el bono escolaren el primer ciclo de Infantil e introducir la desgravación fiscal en las etapas obligatorias”.
La séptima propuesta se refiere a “facilitar la transición de la Educación al empleo” que pasaría por “garantizar alternativas formativas para evitar el abandono temprano, promover la excelencia, promover la integración de los centros de FP y el modelo dual, establecer un programa nacional de información y orientación profesional integral y mejorar la ordenación de la Formación Profesional reglada”.
La octava propuesta es “intensificar los vínculos reíprocos entre Educación y empresa y el protagonismo del empresariado en la gobernanza ejecutiva de la formación para el ejercicio de una profesión”, siguiendo las recomendaciones del Foro Económico Mundial.
Implicar a las empresas
Para ello, la CEOE quiere implicarse en la “definición de los títulos de FP y de los certificados de profesionalidad” y en los “currículos de los grados y de los postgrados” universitarios. Además, los empresarios quieren formar parte del Consejo de Universidades e “incorporar la experiencia laboral durante el periodo formativo universitario”.
La novena propuesta habla de “asegurar un marco básico, moderno y efectivo, para todo el Estado que incluye “un nuevo sistema de financiación autonómica en materia educativa que trate de compensar las diferencias de resultados, con rendición de cuentas”.
Por último, el empresariado quiere “promover un acuerdo social y político que comparta una visión y asegure un rumbo efectivo para nuestro sistema educativo”. Esta propuesta implicaría dejar de lado “los enfoques puramente ideológicos de la Educación, asumir los consensos básicos ya establecidos y tomar en consideración las evidencias disponibles más robustas”.