Font de Mora: Los 1.000 millones de sobrecostes de Ciegsa son inventados
El exconseller de Educación Alejandro Font de Mora (PP) ha afirmado que los sobrecostes de la empresa pública Ciegsa fueron de 309,8 millones de euros y no de 1.000 millones, una cifra que según ha dicho es "inventada" y proviene de "tres timos conceptuales" pero que "cabe en cualquier titular".
Font de Mora ha comparecido en la comisión de investigación de Ciegsa de Les Corts Valencianes por su etapa como conseller de 2004 a 2011, así como el exvicepresidente del Consell Víctor Campos, que ha dicho no conocer irregularidades en Ciegsa, y el exasesor Juan José Andrés Ruiz.
El exconseller ha señalado que la cifra de 1.000 millones denunciada por los actuales consellers de Hacienda y Educación ha tenido "un éxito espectacular" pero es "una falsedad" porque engloba "todos los costes o gastos generales", como el coste de los prefabricados, de personal o financieros, y procede de una extrapolación de datos. Según ha asegurado, todos esos gastos generales son 457 millones que, sumados a los 309,8 de "modificados", da, con un "redondeíto" de tres millones, los 1.000 millones.
El exconseller y vicepresidente segundo de Les Corts ha manifestado que de los sobrecostes "no se ha derivado ninguna responsabilidad", y ha explicado que de todos constaron los motivos (modificados, ampliación o adecuación) y no ha habido "ni ocultación ni falta de motivación ni defecto de contabilidad". Ha insistido en que siempre obró "convencido de la legalidad de Ciegsa" y de "todas sus actuaciones"; otra cosa es, ha dicho, "que puedan existir irregularidades puntuales en la gestión de los asuntos, como en otras instituciones, pero ya vino el Síndic de Comptes y dijo que no eran ni graves ni muy graves".
Según ha argumentado, Ciegsa estuvo sometida a 57 informes de control (quince auditorías, 30 informes de la Intervención General y 12 de la Sindicatura de Comptes, ha precisado), una media de cuatro al año, y "en ninguno de ellos" se estableció infracción grave o muy grave que hubiera supuesto la intervención del Tribunal de Cuentas o de los tribunales de justicia.
Font de Mora ha defendido que nombró al entonces secretario autonómico de Educación Máximo Caturla como consejero delegado de la empresa pública por su currículum" como gestor económico y porque se quería acelerar la construcción de colegios. Durante la etapa de Caturla, "ningún órgano encontró salvedades graves o muy graves" y nadie se dirigió a él para denunciarle nada.