La crisis en el PSOE le cuesta la cabeza al consejero cántabro y lastra el nuevo curso
Los nuevos vientos del ‘sanchismo’ que imperan en el socialismo cántabro se han cobrado ya las primeras piezas de altos cargos del Gobierno de Cantabria vinculados con la dirección saliente del PSC-PSOE. Ramón Ruiz, consejero de Educación y mano derecha de la exsecretaria general y vicepresidenta del Ejecutivo Revilla, Eva Díaz Tezanos, es el más destacado de ellos.
El Gobierno de Cantabria se compone de una coalición entre socialistas y regionalistas bajo presidencia de Miguel Ángel Revilla (PRC). En su gobierno hay cuatro consejeros socialistas y una vicepresidencia. El congreso socialista de mayo, que aupó a la secretaría general del PSOE cántabro a Pablo Zuloaga, alcalde de Bezana y afín a Pedro Sánchez, abrió una crisis en el Ejecutivo, ya que dejaba tácitamente en cuarentena a los consejeros, sobre todo a aquellos más tibios o que apoyaron expresamente a la candidata en Primarias Susana Díaz, como es el caso de Ruiz. El relevo de éste será oficializado el 12 de septiembre en la comisión de seguimiento del pacto, aunque el presidente Revilla ya ha manifestado que respetará lo que decidan sus coaligados socialistas.
El relevo de Ruiz será Francisco Fernández Mañanes, profesor y exdiputado regional crítico que disputó en dos ocasiones el liderazgo del partido, que a la sazón se decantó por la todavía vicepresidenta Eva Díaz Tezanos.
El mapa político de la región ha experimentado un profundo vuelco que afectará a la apertura del curso, según han preconizado los responsables de Enseñanza de los sindicatos CCOO y STEC.
Cadena de dimisiones
La razón es que la crisis del Ejecutivo afecta sobremanera a Educación y va a suponer una cadena de ceses y dimisiones de altos cargos y personal de confianza que los sindicatos calculan en un centenar. La mayor parte de estos cesantes retornarán a sus plazas como docentes, plazas que ya estaban siendo asignadas a interinos. Si se tiene en cuenta además que la Consejería quedará descabezada la situación cobra visos de gravedad porque se produce en el peor momento: en plena apertura del año académico en Cantabria. Según los sindicatos educativos, las renuncias ya comenzaron nada más conocerse el relevo de Ruiz y afectan a “la práctica totalidad de los equipos asesores y jefes de unidad técnica” del Departamento.
Interinos afectados
Esto, a su vez, podría afectar a cerca de “un centenar” de profesores interinos de “decenas” de centros educativos que cubrían sus vacantes, y que podrían “perder sus puestos de trabajo en las próximas horas”, han alertado CCOO y STEC.
CCOO precisa que “fuentes internas” de la Administración les han confirmado que directores generales, jefes de unidad técnica y asesores de diferentes áreas presentaron su carta de renuncia al todavía consejero nada más saber que dejaría el cargo.
Uno de esos cargos de confianza es Juan Sánchez, jefe de la Unidad Técnica de Ordenación Académica, que ha explicado que “se van por lealtad al consejero”. “Estamos aquí por fidelidad”, ha sentenciado.
En la misma línea, asesores afectados han trasladado a la Federación de Enseñanza de CCOO que “su compromiso estaba con un proyecto educativo y no con un partido político”, por lo que su decisión de volver al centro de trabajo es “firme e irrevocable”.
A STEC no le cabe “ninguna duda” de que esta situación “tendrá consecuencias pedagógicas importantes para el alumnado” en el inicio del curso en Infantil y Primaria.
Este sindicato ha contactado por teléfono con el nuevo responsable de Educación de la Ejecutiva socialista –Salomón Avendaño– para describirle la “extrema gravedad” de la situación y pedirle que traslade esta “alarma” al futuro consejero, así como una solicitud para una reunión urgente con él.
Y tal y como avanza esta formación sindical, “solo cabe un compromiso político”: que “ningún interino” se vea afectado por este “problema que ha creado el PSOE de Cantabria”. “Se tendrán que responsabilizar de todos los compañeros a los que se les asignó una vacante en julio y que ahora no pueden, bajo ningún concepto, irse al paro, y ser así los paganos de los problemas y divisiones internas de un partido político”. “No vamos a ser comprensivos, sino beligerantes hasta que se solucione el puesto de trabajo de nuestros compañeros”, advierten. “Si esto no se arregla, será un comienzo desgraciado para el nuevo consejero y marcará el futuro de las relaciones sindicales el resto de legislatura”.