La Conferencia Sectorial respalda que la prueba de oposición sea eliminatoria
Una de las decisiones más importantes ha sido aumentar la valoración de la experiencia docente previa en la fase de concurso, pasando de un máximo de 5 puntos a un máximo de 7. Y aumentar también el número de años de experiencia docente previa, pasando de un máximo de cinco a un máximo de diez, valorados a razón de 0,700 puntos por cada año de experiencia docente en especialidades del cuerpo al que opta el aspirante, en centros públicos.
Pruebas de 2017 a 2019
El objetivo de esta norma es regular los procesos selectivos de ingreso en los cuerpos docentes que se realicen en ejecución de las ofertas públicas de empleo, al amparo de lo dispuesto en el artículo 19 de la Ley 3/2017, de 27 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2017, que sean aprobadas por las distintas administraciones educativas y publicadas en los respectivos diarios oficiales en los ejercicios de 2017 a 2019.
Según el Ministerio, “esta modificación cuenta con el respaldo de la legislación española, que defiende los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad”. Así lo hace la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público. Además, el Ministerio añade que “son numerosísimas las sentencias del Tribunal Constitucional que hablan del derecho de acceso a la función pública de acuerdo con los principios de igualdad, mérito y capacidad”.
También hay dos informes de la Abogacía del Estado que aseguran que el hecho de hacer las pruebas sin ser eliminatorias “desnaturaliza la institución de la oposición como proceso selectivo, vulnerando los principios constitucionales de capacidad e igualdad en el acceso a la función pública”.
El Ministerio afirma en una nota que “ha mostrado durante todo este tiempo una voluntad inequívoca de llegar a acuerdos con todos los agentes implicados en la negociación, ya que siempre ha estado abierto al diálogo”.
Oposición de sindicatos
La modificación se ha producido en medio de las protestas de varios sindicatos, como CCOO, STES, CSIF y UGT, que quieren que las pruebas de la fase de oposición no sean eliminatorias y también que se incremente la ponderación de la fase de concurso respecto a la oposición y se aumente el peso de la antigüedad en la fase de concurso. Su objetivo es conseguir la estabilización del personal interino, que representa más de un 20%.
El Ministerio ha recalcado que “todos los sistemas educativos que han mejorado lo han hecho seleccionando los mejores profesores” y que a las oposiciones se pueden presentar los docentes que “han venido ocupando plazas de forma interina, pero que también otros opositores que llevan años preparándose y deben tener la oportunidad de poder acceder a la función pública docente”.
Las pruebas han sido eliminatorias siempre, excepto entre 2008 y 2011 como periodo y procedimiento transitorio derivado de la implantación de la LOE.