Una escuela para iniciarse en inglés para padres y bebés
La iniciativa está abierta a cualquier niño de entre 14 y 36 meses de edad nacido antes de julio de 2016, aunque con preferencia para los alumnos del British Council. El programa se enmarca dentro del currículum británico Foundation Stage. Las plazas para dicha actividad están limitadas a grupos con un mínimo de cinco alumnos y un máximo de diez.
Este proyecto se suma a una larga lista de iniciativas llevadas a cabo por el British Council School en los últimos años para el apoyo al bilingüismo en los primeros meses de vida de los niños, como la conferencia anual sobre bilingüismo en edades tempranas. La actividad, que cuenta con grupos muy reducidos y personalizados, surgió por dudas que les hacían llegar algunos padres: “Venían muchos papás del colegio y nos preguntaban: ‘¿Qué hago en casa con mi hijo?’”, cuenta Teresa Gómez, responsable de Comunicación y Marketing del British Council School.
Bilingual Baby Club no es una guardería, sino una actividad diseñada para que los padres puedan disfrutar junto a sus hijos de una actividad estimulante a través del idioma inglés de la mano de profesorado especializado. Teresa Gómez lo define como “una manera de sumergirse en el inglés de forma fácil y divertida”. Los encargados de la actividad son profesionales del propio centro: “Son profesores de Educación Infantil del colegio, son nativos británicos y tienen formación especializada superior en Pedagogía Infantil”, explica Teresa Gómez.
El programa se asienta sobre siete áreas de desarrollo: personal, social, emocional, físico, comunicación y lenguaje, lectoescritura, matemáticas, expresión artística y conocimiento del medio. Sin embargo, el programa se encuentra abierto y flexible dependiendo del nivel de desarrollo y preferencias de cada niño.
El precio de esta actividad es de 740 euros el trimestre por dos sesiones semanales o 440 el trimestre por una sesión semanal. La actividad, de 90 minutos cada sesión, se lleva a cabo los martes y viernes por la mañana en el mismo centro.
“Desde el primer día hasta a partir de tres semanas los niños empiezan a entender lo que se les dice”, afirma Teresa, y añade que “para los niños es una oportunidad muy buena porque aprenden a relacionarse, les estimula muchísimo”.
“Está funcionando muy bien. Hemos tenido incluso que ampliar las aulas en el colegio para esta actividad y estamos muy contentos porque el resultado está siendo muy positivo”, asegura Teresa Gómez.