Es más fácil entrar en Medicina en Canarias que en Navarra o en Castilla y León
Según esta profesora, “la utilización de las notas de acceso a la universidad como criterio para asignar las plazas de Medicina (y de otras facultades) no da las mismas oportunidades a estudiantes de diferentes comunidades y no es acorde a la preparación de los estudiantes”.
El estudio parte de la constatación por parte de muchos profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid de un “considerable incremento del porcentaje de estudiantes de otras comunidades, junto con la observación de su bajo rendimiento académico”, dice la autora.
Alumnos perjudicados
Las consecuencias de este fenómeno serían, además de que los alumnos de la propia región salgan perjudicados, o incluso no obtengan plaza, que el nivel académico bajaría. Además, la profesora añade que “el coste de la formación de un médico es muy alto, y en Castilla y León estaríamos asumiendo el coste de la formación de médicos que probablemente no se quedarán en la región”.
Según Rueda, “la probabilidad de que un estudiante acceda a una determinada facultad o Grado en el territorio español debe ser la misma, independientemente de la comunidad autónoma donde se haya realizado la prueba de acceso”.
Pero esto no era así con la PAU ni tampoco lo es ahora con la EBAU, de hecho la semana pasada estudiantes de Castilla y León se manifestaron por una EBAU justa y el consejero de esta comunidad, Fernando Rey, está impulsando una EBAU homogénea en todas las comunidades. Además, Ciudadanos también ha instado en el Congreso a que se unifique el examen de acceso en todas las comunidades.
El análisis de los datos de las calificaciones de las materias seleccionadas por la profesora Rueda (ver tablas) “pone en evidencia diferencias importantes entre comunidades, lo que implica, en particular, que las notas de la PAU (los datos son de 2015) no son equiparables entre comunidades, al menos, sin una normalización o ajuste previo”, dice la catedrática de Bioestadística. En particular, este análisis permite estimar las probabilidades de optar a una plaza de Medicina para las 17 comunidades donde se realizan pruebas de la PAU en 2015, lo que da como resultado diferencias muy altas entre unas y otras y pone en evidencia la desigualdad de oportunidades.
En el caso de Castilla y León los estimadores apuntan a que, en el supuesto de un reparto equitativo, y bajo una hipótesis de igualdad de movilidad de los estudiantes entre comunidades, las facultades de Medicina de las universidades de Castilla y León deberían recibir el 24,59% de estudiantes de otras comunidades (aunque en realidad fue del 50%).
Diferencias de notas
El informe pone de manifiesto no solo que las calificaciones en las notas de la selectividad no son homogéneas entre comunidades, y que estas diferencias son muy importantes, sino que en particular el porcentaje de estudiantes con notas entre 9 y 10 también varía notablemente (ver tabla). Castilla y León y Navarra son las comunidades con menores porcentajes de notas altas en la PAU 2015.
“Eso implica que el utilizar la nota de acceso como criterio para asignar las plazas es injusto, salvo que se asuma diferencias igualmente notables en la capacidad y formación de los estudiantes de diferentes comunidades”, señala la profesora Rueda en su trabajo.
Cambio de criterio
La autora propone un cambio de criterio que consiste en la elaboración de un nuevo Índice de Acceso que permitiría a los estudiantes de una determinada comunidad acceder a las plazas de facultades de su misma comunidad en el mismo orden entre sí que el que resulta utilizando la nota de acceso actual; pero altera el orden de entrada en el resto de las comunidades y también el orden que ocupan los candidatos de otras que opten a las plazas de dicha comunidad.
“El uso de este índice asegura la igualdad de oportunidades porque alumnos de diferentes comunidades tendrán la misma probabilidad de acceder a las plazas de facultades de Medicina de cualquier universidad de España”, dice Rueda.
En concreto, se trata de utilizar el percentil que corresponde a la nota de acceso obtenida, en vez de la nota en sí misma, relativo a la distribución de las notas de alumnos aptos (o presentados a la PAU) de la misma comunidad. De este modo, la probabilidad de conseguir una plaza en cualquier universidad de España es la misma para cada estudiante, independientemente de la comunidad de la que provenga.
Brecha por comunidades
–El análisis de las notas de la PAU 2015 estima que hasta 95 estudiantes de Castilla y León (25%) se quedaron fuera de las facultades de Medicina de forma injusta en 2015. La probabilidad de acceder a una plaza de Medicina para los estudiantes que se presentaron a la PAU de ese año en Canarias, Extremadura o Murcia se estima que es el doble que para los de Castilla y León.
–“Si se mantiene el sistema actual, la brecha entre comunidades puede hacerse cada vez más alta”, dice la catedrática de Bioestadística de la Universidad de Valladolid, Cristina Rueda. Por otro lado, “los responsables de las PAU en las comunidades están cada vez más presionados para obtener calificaciones que compitan con las de otras comunidades y esto puede ser muy perjudicial para el sistema de evaluación de los estudiantes”, concluye Rueda.