“El Método Singapur pone el foco en el razonamiento y resolución de problemas”
Fermín Armendáriz es profesor de Matemáticas de 3º de Primaria del Colegio concertado “Irabia-Izaga” de Pamplona. En sus clases emplea el Método Singapur, del que también es formador a través de la editorial Polygon Education, que tiene un acuerdo con Marshall Cavendish Education. Esta última es la responsable del método en Singapur, país asiático donde nació en los ochenta esta propuesta educativa.
¿En qué consiste el Método Singapur?
Es comprensión. El método más extendido hasta ahora se basaba en la memorización y la repetición. Con Singapur las Matemáticas ya no se enseñan a partir de números, sino a través de conceptos a partir de unas vivencias del alumno y se refuerza con una representación pictórica. Es un método muy manipulativo que pone el foco en el razonamiento y la resolución de problemas. Ya no es hacer operaciones y memorizar en cantidad, sino hacer pocas, pero bien y en gran profundidad.
¿Por qué lo elegisteis?
En nuestro cole siempre han apostado por la innovación. Estuvimos indagando en métodos que buscaban desarrollar en los alumnos habilidades del siglo XXI: que comuniquen, que colaboren, que sean creativos. Introdujimos Singapur hace dos años porque antes no había llegado a España.
¿Qué balance hacéis?
Todavía no han pasado dos cursos, es un poco pronto para ver resultados, pero sí que vemos que nuestros alumnos hacen pensamientos más complejos, más profundos, se preguntan más el porqué de las cosas. Nuestros resultados en Matemáticas siempre han sido muy buenos y Singapur está muy contrastado en pruebas internacionales como PISA o Pirls.
Has hablado antes de vivencias y representaciones pictóricas, ¿a qué te referías?
La forma de trabajar es más operativa y manipulativa, parte de Jerome Bruner y su aprendizaje: concreto, pictórico y abstracto. En la parte concreta nuestros alumnos siempre van a manipular, van a tener en su mano algo del día a día. Con esa manipulación e in-teracción con sus compañeros van a llegar a la comprensión. Luego de ahí se pasa a una representación pictórica de ese pensamiento, de ese proceso, de ese concepto. Y luego se pasa a lo abstracto. En España siempre hemos empezado por lo abstracto, por los números.
¿Cómo son en la práctica esos tres pasos?
Antes de sumar 35 más 22 en la pizarra, cogemos unos bloques multibase, dos decenas y dos unidades, que es el número 22, más tres decenas y cinco unidades. En su mano van cogiendo las barritas que son las decenas y las van contando. Cuando tienen, por ejemplo, cinco y siete unidades, lo que hacen es juntan las unidades y tienen 12. Como no pueden tener más de 10, dejan dos y una de ellas forma una decena, la reagrupan y la pasan a la decenas. Así van comprendiendo la llevada, por ejemplo. Luego de ahí pasan a dibujarlo. Dibujan lo que son las decenas y las unidades, y de ahí pasan a los números.
¿Y así se hace con todas las operaciones?
Sí.
El método también se caracteriza por cinco elementos: habilidades, concpetos, procesos, metacognición y aptitudes.
Sí, y en el centro está la resolución de problemas que es lo importante, el objetivo. Las habilidades y los conceptos son prácticamente los mismos que en España, por eso el método puede aplicarse aquí: cálculo matemático, manejo algebraico, etc. Los conceptos también son los mismos: probabilidad, estadística, geometría, numérico. Sí que cambia que para mostrar las habilidades y conceptos se utiliza el método de barras. Luego en los procesos en todo momento hay que hablar y hay que verbalizar todo lo que hacen para hacer el pensamiento visible. Y llegamos a la metacognición, aprender sobre cómo se aprende: qué estamos haciendo, cómo, por qué lo estamos haciendo así. Luego también es muy importante la actitud porque un niño interesado, motivado, va a aprender muchísimo más.
¿El método tiene materiales propios?
Sí, hay para todos los temas y nos los proporciona la editorial junto con los libros. En los materiales hay euros paracuando hablamos del dinero, relojes, bloques multibase, policubos, cuerpos geométricos… También hay otros temas para los que no hace falta comprar tanto material, con lo que tienes en el aula vale. Para hacer una suma en 1º de Primaria de cinco más siete puedes hacerlo con pinturas, con tijeras, con gomas, pero siempre hay que pasar por las tres etapas: concreto, pictórico, abstracto.
¿El proceso es siempre el mismo en todos los niveles?
En Infantil van a trabajar de una forma más concreta y menos abstracta, pero, por ejemplo, el método de barras les va a acompañar durante todas las etapas. En Infantil van asentando las bases que en un futuro les van a servir. Lo que están haciendo con dos canicas y un amigo que le da otra canica más, en Primaria representan eso mismo con el método de barras, y en Secundaria con este método de barras lo que hacemos es comprender las ecuaciones.
¿Cómo se aplica el método de barras a las ecuaciones?
En una fiesta la mitad son hombres, del resto, dos cuartas partes son mujeres y lo que quedan son niños. Hay 68 niños en la fiesta, ¿cuántos hay de los demás? Trabajo con esa barra, doblándola y manipulándola. Doblamos primero la barra y nos quedan dos mitades. Una ya sé que son hombres. La mitad restante la vuelvo a doblar en cuatro partes, dos representan a las mujeres. Esos dos trocitos que me quedan, esos dos cuartos de barra de esa mitad, ya sé que son 68, por lo que ya puedo ir haciendo equivalencias y saber cuántas personas han ido a la fiesta, por ejemplo.
También trabajáis la progresión en espiral, ¿cómo?
El concepto de las fracciones, por ejemplo. No se trata de en 5º de Primaria darlo todo, sino de en Infantil coger una galleta y decir: la mitad para cada uno. Se empieza a trabajar ahí ese concepto. Al año siguiente el concepto vuelve a aparecer, pero en mayor profundidad. No se repite, ya no es la mitad, igual es un cuarto. Y al año siguiente ya estamos con denominador común. Es decir, se va trabajando poco a poco, cada año en mayor profundidad y sin repetir nada.
¿Y el diario matemático de los alumnos?
Es para para ver esa comprensión, al final tienen que visualizar su pensamiento. En el diario van escribiendo y plasmando todo lo que van aprendiendo, todas las estrategias que van utilizando. Si mañana lo tengo que volver a repetir, quiero hacerlo así porque no me ha dado tiempo o porque he visto que el de mi compañero ha sido más profundo y mejor o me ha gustado más. Van escribiendo todos sus pensamientos para hacerlos visibles.
Este proceso además de facilitar esa visualización del pensamiento, ¿sirve también para el proceso de evaluación continua que practicáis?
Al realizar este diario tú vas viendo cómo van ellos comprendiendo y en qué punto están de la consecución del objetivo. En el día a día me voy fijando en qué alumno va asimilando ese concepto, a cuál le cuesta un poquito más y lo hago leyendo el diario y con los ejercicios de la pizarra. Luego, por supuesto, también ponemos notas, y eso es como toda la vida, también tenemos exámenes. Eso que se dice ahora muchísimo del aprendizaje individualizado es muy fácil decirlo, pero hay que hacerlo y así lo hacemos nosotros. Al final no todos aprendemos igual. Uno lo hace de una forma más manipulativa, otro viéndolo de sus compañeros, otro no hace falta que le muestres nada porque quiere indagar. Al final con concreto, pictórico, abstracto tienen más oportunidades, la información la reciben por más canales.
¿Qué tiene que hacer un profesor para formarse en este método?
Nosotros dependemos de la editorial Polygon Education. Para implantarlo te obligan a hacer una formación inicial de tres horas, luego te ofrecen webinars y van sacando poco a poco cursos específicos de distintos niveles educativos. Te enseñan a cambiar de papel, a cómo hacer las preguntas para que el pensamiento sea más profundo.
¿Tiene algo Singapur que no te guste?
El inconveniente que le vemos es por la Lomce, los currículos son demasiado amplios. Nos gustaría estudiar menos cosas y más en profundidad, pero no depende de nosotros.