El recreo ocupa su lugar en la escuela

Actualmente estamos asistiendo a una renovación pedagógica gracias a que las comunidades educativas están fuertemente implicadas en cambiar el paradigma de la Educación. Y, sin embargo, aún queda un espacio en el que todavía no se ha reflexionado lo suficiente, el recreo.

A efectos de regulación, las leyes educativas solo hacen mención al espacio arquitectónico del patio de recreo, y no inciden en el aspecto pedagógico que subyace en él. Por eso, estamos asistiendo a la necesidad creciente de desarrollar planes, que establezcan las medidas para favorecer la convivencia, y para enfocarlo desde un punto de vista lúdico-educativo. Y es que no hay descrita ni en la Lomce, ni el currículo escolar, ninguna recomendación sobre cómo plantear el momento del recreo desde un punto de vista pedagógico.

Hasta ahora, era considerado un espacio desvinculado del currículo, relegándolo al espacio físico, de esparcimiento, descanso y juego sin tener en cuenta el contexto educativo que hay en él, como espacio social, en el que los alumnos y alumnas desarrollan sus habilidades sociales. 

Esta ausencia de consideración en el espacio académico es de la que se han valido ONCE y su Fundación, para poner el foco en esta demanda de la comunidad educativa en la que las leyes administrativas y educativas todavía no han desarrollado ningún plan.

Desde un punto de vista sociológico, los alumnos y alumnas de distintas edades, etapas educativas y perfiles, convierten el recreo en un espacio donde poner en práctica sus habilidades de mediación y su capacidad de interactuar con sus iguales.

Desde el punto de vista del espacio físico, se puede reflexionar sobre la morfología del patio, incorporando el concepto de Diseño Universal y Accesible, con rincones o espacio delimitados para el desarrollo de distintas actividades, donde poner en valor las interacciones del alumnado y su diversidad de gustos e intereses.

El Concurso Escolar ONCE en su 35 Edición, cuyo lema es Por mí y por todos mis compañeros busca que los centros dejen de percibir el recreo como un simple paréntesis en la jornada lectiva, convirtiéndolo en una parte importante de su proyecto educativo de centro. Hacer del recreo un lugar en el que todos los alumnos y alumnas, con diversidad de necesidades e intereses, se sientan incluidos.

Por medio de la participación en este concurso, se recalca la importancia que tiene el recreo en el proceso de aprendizaje del niño.

Para ello, este programa educativo dirigido a Educación Especial, Primaria, Secundaria, Bachillerato y FP ha basado los materiales didácticos y sus recursos en la gamificación y el aprendizaje-servicio. El objetivo es convertir al alumnado en agentes de cambio de su entorno inmediato interviniendo sobre uno de los espacios y momentos más importantes de su día a día.

Los docentes disponen de un amplio abanico de recursos para empoderar a su alumnado, e invitar a la reflexión con el capítulo especial de la serie de animación On Fologüers de la Fundación ONCE.

Gamificar el aula con los debates interactivos Kahoot y desarrollar en el aula las dinámicas que se describen en el material didáctico desarrollado por expertos en inclusión educativa, son solo un ejemplo del compromiso del Concurso Escolar por cambiar el recreo de los colegios.

Además la ONCE apuesta por la formación docente, enriqueciendo los recursos didácticos con unas sesiones formativas on line, impartidas por profesores y especialistas pioneros en transformación de recreos y que se podrán consultar en la web del concurso a lo largo de este mes.

Los centros educativos pueden participar hasta el próximo día 1 de febrero en cinco categorías: Primaria (Cat. A, B), ESO y FP Básica (Cat. C), Bachillerato y FP de Grado Medio y Superior (Cat. D) y Educación Especial (Cat. E).

Participando como grupo-aula, las categorías A, B y E, tendrán que presentar un cartel que incluya ideas y pautas para lograr un recreo inclusivo. Los alumnos más mayores, de las categorías C y D, tendrán que presentar un videoclip musical en el que se reivindique un recreo más inclusivo. Para ello se facilitan, en la web del concurso, cinco bases musicales para elegir y ponerle letra, componer la música o elegir una música libre de derechos.

En ambos casos, el trabajo deberá tener en cuenta tanto la dimensión física como social que entran en juego en el recreo. Ambos formatos de trabajo contarán, además, con una audio-descripción, en el caso del cartel, y una descripción escrita en el caso del videoclip, para facilitar la accesibilidad del jurado.

Solo por registrarse, cada aula recibe un original obsequio, un juego de ingenio, que servirá de inspiración para reinventar el modo en el que todos se diviertan en el recreo.

Todos los premios son compartidos y experienciales, fomentan la convivencia y la diversidad ya que favorecen la cohesión del grupo-aula y como tal, perdura en su recuerdo.

Por eso, los trabajos que pasen la Fase Provincial recibirán una mochila muy especial en la que podrán recoger las dedicatorias y firmas de sus compañeros de curso, y aquellos que superen la Fase Autonómica, una dotación de 400€ para que toda la clase disfrute con una actividad elegida por ella.

Los ganadores nacionales de cada categoría, alumnos y alumnas de diferentes edades, cursos y comunidades autónomas, convivirán cuatro días en el campus Por mí y por todos mis compañeros situado en el Parque de Guadarrama, viviendo experiencias memorables.

Los profesores pueden inscribirse a través de la web www.concursoescolaronce.es, llamando al teléfono gratuito 900 808 111 o dejando un mensaje al número de WhatsApp 682 789 326.

Por medio de la participación en el 35 Concurso Escolar ONCE, se quiere transmitir la importancia que tiene el recreo en el proceso de aprendizaje y de sociabilización del alumnado facilitando un recreo inclusivo, que responda a las necesidades, inquietudes y expectativas de todos y de todas.