Fundación Bertelsmann: Diez dimensiones para una orientación de calidad
La aparición de nuevas profesiones o la hibridación de las ya existentes genera, de forma constante, nuevas profesiones que la Economía demanda. Desde la Fundación Bertelsmann saben que los jóvenes de hoy deben enfrentarse a cambios constantes en entornos disruptivos, en gran parte causados por la globalización, la digitalización y la irrupción de la inteligencia artificial. En palabras de Juan José Juárez, senior project manager de la Fundación, “la Educación del siglo XXI ha de formar personas capaces de desenvolverse en contextos cambiantes y de resolver problemas complejos, apoyándose en sólidos conocimientos y en competencias clave y transversales”.
Por ello, en la Fundación Bertelsmann saben que los itinerarios educativos tienen que integrar el futuro escenario al que se van a enfrentar los jóvenes, es decir, su dimensión profesional. El sentido propio de la escuela, su misión, está íntimamente ligada con la función orientadora, como labor que implica ayudar a conocerse, a entender el entorno y a tomar decisiones y planificar acciones para hacer realidad las metas. La Fundación Bertelsmann cree que la orientación académico-profesional es clave, ya que desempeña un papel fundamental para que los sistemas educativos alcancen su objetivo de preparación de los estudiantes para el mundo adulto.
En la Fundación Bertelsmann, impulsan desde 2014 una metodología que pone el foco en la orientación temprana (vocacional, académica y profesional) en las etapas de ESO, Bachillerato y FP. Se trata de un enfoque sistémico y colaborativo, donde la orientación pasa a ser una responsabilidad compartida por todo el centro educativo y se potencia y estructura la participación de los agentes clave (internos y externos).
Por ello, desde Fundación Bertelsmann buscan de manera permanente experiencias y buenas prácticas internacionales que puedan tener aplicación en el contexto español, sobre la base de sus proyectos. En este sentido, una de las mejores prácticas que han identificado es la desarrollada por la Fundación Gatsby en colaboración con el Centro Internacional de Estudios sobre la Orientación Profesional (iCeGS) de la Universidad de Derby en el Reino Unido.
Con el objetivo de identificar los elementos clave que requiere un sistema de orientación académico-profesional en un centro educativo, los autores ingleses analizaron las características de los sistemas de orientación en seis países destacados por la OCDE por su excelente desempeño en temas de orientación académico-profesional (Alemania, Canadá, Finlandia, Holanda, Hong Kong, Irlanda). En base a esa investigación de campo, sintetizaron en ocho dimensiones de calidad (benchmarks) los elementos que, en base a este contraste internacional, constituyen un marco de calidad en orientación.
Inspirados por la experiencia de la Fundación Gatsby en el Reino Unido y el éxito de su proyecto Good Career Guidance, Fundación Bertelsmann trabaja con diferentes expertos del sistema educativo para la adaptación de este marco de referencia al contexto educativo español. El diálogo constante tanto con expertos locales como con los usuarios finales (los centros educativos) ha sido clave, explica Juan José Juárez, ya que cada modelo se basa en ecosistemas distintos. Gracias a este proyecto, la Fundación ha sido capaz de incorporar leves modificaciones al modelo inglés que mejorarán la viabilidad para ser implantado en los centros educativos en nuestro país. Fruto de este contraste es la incorporación de dos nuevas dimensiones que dan lugar así a un marco de calidad estructurado en 10 dimensiones. Las nuevas dimensiones añadidas sobre el modelo inglés han sido las de familias como agente activo y coordinación estratégica y operativa.
Con este marco de referencia, explican desde la Fundación, tratan de reducir la complejidad estructural de la orientación ofreciendo 10 dimensiones claras y concisas sobre qué necesita abordar un buen sistema de orientación académico-profesional en un centro educativo.
Además, en diciembre del 2018 la Fundación inició un test piloto con un grupo de 68 centros educativos de ESO, Bachillerato y FP en las comunidades de Madrid, Cataluña y Andalucía. Actualmente están analizando los resultados de este trabajo y preparando un informe personalizado para cada uno de los centros educativos participantes, de manera que puedan contar con una evaluación y un análisis externo de su sistema de orientación para establecer objetivos de mejora. Con todo ello la Fundación Bertelsmann pretende impulsar cambios sociales positivos y cree que, para tener éxito como sociedad en este entorno complejo y cambiante, “necesitamos que los jóvenes sean capaces de conocerse a sí mismos y acceder a información y experiencias en contextos profesionales que les permitan establecer estrategias para entrar al mercado laboral y prosperar en él”, explicó Juárez.