El móvil sirve de ayuda al aprendizaje cooperativo
Un total de 100 escuelas catalanas implantarán a partir del próximo curso un programa para utilizar los teléfonos móviles y tablets como elementos pedagógicos dentro del aula. Se trata del programa mòbils.edu, puesto en marcha por el Departamento de Enseñanza de la Generalitat. Según el conseller, Josep Bargalló, el programa “mejorará la competencia digital de los alumnos de 5º y 6º de Primaria y 1º y 2º de ESO”.
Mientras tanto, en Francia el curso comenzó con una nueva ley que prohíbe el uso del móvil en los centros de Infantil, Primaria y Secundaria. El debate sobre aplicar medidas similares se repite en otros países, también en el nuestro, donde no hay una norma general, de forma que muchos centros prohíben su uso mientras comunidades, como Cataluña, lo promueven a través de programas como el indicado anteriormente.
La realidad es que los menores saben manejar los dispositivos electrónicos casi antes de aprender a escribir o leer.
Sin embargo, la realidad es que los menores saben manejar los dispositivos electrónicos casi antes de aprender a escribir o leer. De hecho, los expertos abogan por aprovechar el uso de la tecnología para educar a toda esta generación de nativos digitales.
La Academia Americana de Pediatría (AAP) sugiere evitar la exposición de los bebés de hasta 18 meses a las pantallas de las tablets, móviles o la televisión. Y en los siguientes meses, lo aconsejable, según esta organización, es que vean contenidos puntuales de alta calidad y acompañados por los padres.
Según el presidente de Fundación Psicología sin Fronteras, José Guillermo Fouce, para que los padres compartan su tiempo con los niños “lo más importante es que se den espacios de comunicación e intercambio y se compartan momentos. Por este motivo, la tablet, los móviles o internet pueden ser un buen instrumento para ello si se les da un buen uso. Lo ideal es que, como recurso, sirva para descubrir cosas, para estimular la creatividad o para compartir”.
A partir de ahí, ellos pueden volar libres y dejarse atrapar por las aficiones que les marcarán el futuro, desde comentar sus series favoritas hasta investigar apps para hacer fotografías, retocar imágenes o incluso improvisar con notas musicales.
Se trata de regular y acordar los usos y restringirlos, poniendo limites sobre a qué programas se puede o no acceder
"En ese punto, siempre salta la duda entre los padres: ¿Y cómo se consigue? “Se trata de regular y acordar los usos y restringirlos, poniendo límites sobre a qué programas se puede o no acceder, el tiempo disponible o cómo usarlo regulando posibles abusos o malos usos”, explica el experto.
A medida que los menores se van haciendo mayores reclaman más dosis de independencia. Esto, actualmente, se traduce en tener un modelo de teléfono propio. Más allá de causar temor, debe aprovecharse para el beneficio de la Educación. En palabras de Fouce, “la comunicación digital ayuda a tener un contacto inmediato con la gente con la que no puedes estar cerca físicamente, por lo que acorta las distancias y facilita que las comunicaciones sean más directas en el tiempo”.
De hecho, esa capacidad del teléfono móvil para comunicarse, compartir recursos, descubrir nuevos temas o comentar lo aprendido, lo convierte en un elemento muy útil en el proceso educativo. Y, a pesar de esa individualidad que a primera vista puede generar, la realidad es que puede crearse un espacio de aprendizaje cooperativo con el resto de alumnos.
“Hay que adaptar la Educación a la innovación y al mundo tecnológico”, comenta Inés Ruiz, directora de Eleinternacional, una empresa de formación on line con un método de enseñanza basado en el aprendizaje cooperativo y cuya filosofía es perfectamente extrapolable al aula escolar. “La interacción continua es necesaria para pasar del trabajo ‘de equipo’ al trabajo ‘en equipo”, comenta Ruiz, para quien “al fomentar el intercambio de ideas y opiniones, se incrementa la toma de decisiones, la creatividad, la resolución de conflictos, etc.”.
El papel del profesor se fundamenta en favorecer espacios de cooperación a través de estas nuevas tecnologías, estructurando los equipos, el trabajo, distribuyendo los roles y las tareas que deben realizarse para conseguir el objetivo común. Al final, funciona de forma similar a la formación de grupos en la realidad, eligiéndolos en función del nivel de rendimiento, de la capacidad de los alumnos, sus necesidades educativas… Todo con la finalidad de que se complementen y ayuden unos a otros.
Dentro de las posibilidades educativas que ofrecen los móviles, hay que destacar también la gran importancia que ahora mismo tienen las apps. Un ejemplo es Apprender, un espacio desarrollado por SM que integra más de 30 apps educativas dirigidas a todas las etapas y las principales materias, y que potencian el desarrollo de las inteligencias múltiples.
El punto negativo es el mal uso que pueda hacer el alumno del dispositivo móvil, y que puede derivar en adicciones, abusos y casos graves de acoso escolar. De ahí la importancia del control docente y parental, de mostrar a los alumnos esa perspectiva educativa de la tecnología y de entrenarlos en su buen uso.
[…] ⇒ Leer más ⇐ […]