La Educación, vacuna contra los conflictos del mundo y las aulas

El ser humano está diseñado para la cooperación. Ha evolucionado gracias al apoyo mutuo, hasta hacer de la humanidad la comunidad de seres vivos más prospera del planeta. Ha creado artefactos increíbles que se saltan las leyes de la naturaleza. Y su capacidad para el amor y la empatía, ha protagonizado algunas de las mayores muestras de altruismo y solidaridad del planeta. Está claro que el ser humano tiene un gran potencial para hacer el bien, pero también tiene la capacidad de perpetrar auténticos horrores pues se trata de la única especie que ha asesinado en masa, empezado guerras interminables o que hace daño a otros por mero placer. Desarrollar una u otra cualidad depende en gran medida de su Educación.

Tras una historia con tantas sombras como luces, muchas personas han preferido luchar por no repetir errores. A lo largo de todo el mundo aparecen iniciativas para conseguir establecer la cultura de la paz y la mayoría decide hacerlo a través de la Educación. Se basan en la creencia de que solo las sociedades preparadas para la empatía y el altruismo pueden prosperar.

La construcción de una sociedad pacífica en desarrollo sostenible es uno de los objetivos de la Unesco. Desde la organización tratan de fomentar el respeto de los derechos humanos, la prevención de conflictos y la consolidación de la paz, entre otras. Se trata de un esfuerzo de cooperación a nivel internacional para conseguir que llegue a todo el mundo una Educación basada en la solidaridad.

Unicef también trabaja en esta dirección y define la Educación para la paz como “un proceso de promoción del conocimiento, las capacidades, las actitudes y los valores necesarios para producir cambios de comportamiento que permitan prevenir los conflictos y la violencia; resolver conflictos de manera pacífica; y crear condiciones que conduzcan a la paz”. Se trata de una paz tanto a nivel interpersonal, como intergrupal, nacional o internacional, es decir, de una paz global y completa. Lo que empieza siempre por las escuelas.

Todos estos proyectos por conseguir la paz global, se traducen en la construcción de colegios diseñados para la interacción respetuosa entre menores y su formación en valores. Nora Rodríguez, directora del Happy Schools Institute escribe en su libro Educar para la paz, que una nueva forma de Educación tiene que “tratar de impedir que [los niños] se desarrollen en una atmósfera de desconexión humana en la que el bienestar del grupo les resulte indiferente”. Esta escritora y educadora defiende el concepto de felicidad responsable y ayuda mutua, para conseguir que los niños lleguen a una felicidad plena y duradera basada en la cooperación y el altruismo.

El fin del bullying en las aulas

Una escuela es una pequeña porción de la sociedad en la que se asienta, sin importar el lugar del mundo en que se encuentre. Quizás por eso las cifras de casos de bullying y de conflictos escolares sean un reflejo de las confrontaciones presentes en el día a día del planeta. En el caso de España, uno de cada cuatro niños de entre 7 y 14 años tiene riesgo de sufrir acoso en su centro educativo, según la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar (Aepae).

La Unesco destacó en su último informe, Behind the numbers: Ending school violence and bullying, que los niños que sufren abusos en la escuela son casi tres veces más propensos a sentirse como extraños en el centro y faltan a clase más del doble que aquellos que no lo padecen. Además, tienen mayor probabilidad de abandonar los estudios en Secundaria, señala el informe. Se trata de una problemática que retroalimenta la violencia, pues esas victimas serán futuros ciudadanos criados en un entorno agresivo.

La Educación en valores y para la paz puede ser la solución, según las organizaciones dedicadas a prevenir el acoso. La Universidad Autónoma de Tlaxcala (México) realizó un estudio en 2014 en el que concluyó que “la enseñanza en valores de niñas y niños en Educación básica puede ser una opción de reivindicación de los ideales de una mejor sociedad”. Mientras que la Aepae defiende que “educar en el respeto, la honestidad, la amistad y el trabajo cooperativo ayudaría a evitar casos de discriminación o violencia”. Aspectos claves de la Educación para la paz que parece ser la vacuna para prevenir confrontaciones, primero en las escuelas y después en el mundo entero.

Conectar a las personas, empezando por los niños, mediante valores como el altruismo, la empatía o la solidaridad puede ser el remedio a uno de los problemas que ha arrastrado la humanidad a lo largo de la historia. El fin de la violencia en el planeta está en manos de esas personas preparadas para la paz, que mediante la Educación, consiguen generar espacios de entendimiento donde la felicidad del otro, es la de uno mismo.

La Aepae propone protocolos de prevención, cortafuegos y actuación para acabar con el acoso escolar.

Los puntos de prevención recomendados a los colegios son:

1. Observación de los alumnos ante posibles señales de alerta.
2. Fomentar en las aulas el trabajo en equipo.
3. Crear un ambiente de inclusión y de respeto por lo diferente.
4. Trabajar en clase la inteligencia emocional y las habilidades sociales de los niños.
5. Dar pautas a los alumnos sobre la resolución pacífica de conflictos.

Los puntos de prevención recomendados a los padres son:

1. Observación ante posibles señales.
2. Crear clima de confianza con los hijos.
3. Poner límites al comportamiento diario de los hijos para generar responsabilidad y autoestima en ellos.
4. Enseñarles a mostrar los sentimientos sin temor.