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El reto de hablar el mismo idioma que los alumnos

La docencia necesita de un mayor esfuerzo de profesores, centros e instituciones para adaptarse a los cambios. Recuperar la autoridad de la profesión docente, más importante que nunca, pasa por conectar con los alumnos.
Ulises Tuero RodríguezMartes, 9 de abril de 2019
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“[Los profesores] ya no somos la única fuente de conocimiento en el aula, pero sí somos los únicos guías, los únicos que somos capaces de filtrar esa gran cantidad de información que llega a nuestros alumnos”, dice Jorge Calvo, asesor y formador en Tecnología Educativa. Para Calvo, “los alumnos son grandes conocedores de la tecnología, pero no saben aplicarla”.

La evolución de la figura del profesor, de transmisor a guía, y la consideración del alumno como centro de la Educación no son teorías actuales. Fue la irrupción de las tecnologías de la información y la comunicación lo que desencadenó la aparición del torrente de partidarios que tienen hoy día.

En la nueva sociedad del conocimiento, el docente ya no tiene que ser un almacén de conocimientos. La información está por todas partes y los alumnos tienen acceso a ella sin necesitar de un transmisor formal, pero es imposible moverse por esta sobreabundancia de datos sin saber algo de esta información con anterioridad.

Jorge Calvo "

Ya no somos la única fuente de conocimiento en el aula, pero sí somos los únicos guías

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Por otro lado, Mariano Fernández Enguita, prefiere el término de diseñador. El catedrático de Sociología de la UCM cree que el cambio es “del profesor transmisor en un entorno prediseñado, al profesor diseñador que crea un entorno y una trayectoria de aprendizaje”. Según Enguita, no es suficiente con enseñar a desechar información tóxica o a cómo hacer un buen uso de la tecnología. “Las mejores innovaciones en Educación se basan en reorganizar el aula”, señala.

De la teoría a la práctica

José Antonio Lucero, profesor de Secundaria en Ciencias Sociales y Literatura, ha decidido utilizar las clases invertidas, con vídeos de YouTube, para que la mayor parte del tiempo del aula se destine a practicar y reflexionar sobre ese contenido trabajado en casa. Este profesor, de 27 años, cree que estos modelos de enseñanza hacen cambiar los roles del docente, que “pasa de ser un ponente a un guía que consigue un mejor aprendizaje de sus alumnos, convirtiéndolos en protagonistas activos del aula”.

Lucero dice que en el punto medio está la virtud y opina que tampoco hay que caer en la tendencia de hacer bandos entre Educación tradicional e innovadora. Para él, “lo importante es darse cuenta de qué es lo que funciona en nuestros contextos educativos y adaptarnos a eso”.

José Antonio Lucero "

El docente pasa de ser un ponente a un guía que consigue un mejor aprendizaje de sus alumnos

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Los entornos cambiantes del nuevo siglo hacen que los profesores tengan que estar en constante proceso de aprendizaje. Para Lucero, “los docentes tenemos la necesidad de adaptarnos porque en el aula tenemos unos alumnos que hablan un idioma que nosotros tenemos que conocer”, asegura. El profesor de Secundaria también reclama este esfuerzo por parte de los equipos directivos que “tienen que poner en marcha en los centros procesos de innovación de verdad”.

La preparación que requieren los profesores de hoy requiere un esfuerzo extra por parte de profesionales, centros educativos y facultades de Educación. Según Enguita se necesita una “reforma de la universidad, que es muy tradicional a día de hoy”. El catedrático opina que la formación de los docentes es muy débil, algo en lo que Lucero disiente con el profesor universitario; para él, en la universidad “sí te ofrecen una buena preparación, aunque el esfuerzo tiene que ser mayor”.

Recuperar la autoridad

La docencia también se ha visto afectada por la pérdida generalizada de autoridad que sufren muchas profesiones e instituciones. Esto se traduce en que, si no se tiene en consideración a los profesores, su tarea se puede ver afectada por el vaivén político e ideológico de cada momento.

En el contexto de una sociedad del conocimiento, “la Educación es más importante que nunca”, dice Enguita. Entonces los profesores están en condiciones de ganarse el respeto y la autoridad perdida, pero “hay que ganárselo, no puede funcionar como un cheque en blanco para toda la vida”, argumenta el catedrático.

Mariano Fernández Enguita "

La Educación es más importante que nunca

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A pesar de las peculiaridades de cada época, lo que siempre ha diferenciado a los grandes profesores es su pasión por la enseñanza.  “[La autoridad] no solo se consigue con una actitud firme, sino también con una actitud en la que los alumnos se sientan queridos en el aula, ahí es donde nace la autoridad en el aula, en el corazón de los alumnos”, afirma Lucero. El profesor de Secundaria, además de creer en la necesidad de conectar con los alumnos, defiende que “la propia sociedad tiene que enseñar que la figura del docente es una figura de una autoridad tal como la de un policía o un juez”.

La docencia se ha visto afectada por la pérdida generalizada de autoridad que sufren muchas profesiones e instituciones.

En definitiva, los nuevos tiempos que vive la comunidad docente del siglo XXI pasan por el esfuerzo y por recuperar la pasión por la enseñanza. En un momento en que la Educación es más importante que nunca, los profesores han de guiar a sus alumnos en un caos de conocimientos y diseñar un entorno en el que se desarrollen plenamente. Para ello, tienen que trabajar duro para estar preparados para el cambio y para ganarse el respeto de sus pupilos.

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