La escuela como medio para conectarse al cine
En la última prueba de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), el 25% de las materias estaban dedicadas a Lengua y Literatura. Sin embargo, la realidad actual revela que por cada hora que nuestros jóvenes leen, consumen al menos 10 horas de contenidos audiovisuales. Eso no significa que los alumnos deban prescindir de la Educación literaria, pero sí que debería tenerse en cuenta la importancia cada vez mayor de la cultura audiovisual.
Así lo manifestaron los invitados a la mesa redonda titulada Cine y Educación, ¿una cuestión de Estado?, organizada el pasado 5 de junio por la Academia de Cine, y que trató sobre la necesidad de introducir planes de alfabetización audiovisual en el sistema educativo español en los niveles previos a la universidad.
“Tenemos que decidir qué deben conocer nuestros alumnos al final de la enseñanza obligatoria, y si todos estamos de acuerdo en que deben tener unos conocimientos básicos en comunicación audiovisual”, señaló Sandra Moneo, portavoz de la Comisión de Educación y FP del PP.
Lo que no aparece en el currículum académico, no existe luego en el imaginario colectivo, y lo que no entra en el examen tampoco
"“Lo que no aparece en el currículum académico, no existe luego en el imaginario colectivo, y lo que no entra en el examen tampoco”, aseguró Sofía Fernández Castañón, secretaria de Igualdad y del Área de Cultura de Unidas Podemos, y puso como ejemplo a todas las autoras del siglo XX que no se nombran en ningún libro.
A su juicio, “el modo en que el cine nos construye como sociedad no solo debe servirnos como herramienta educativa, sino que tiene que constituirse en contenido dentro de los currículos, porque tenemos que reconocer el cine como nuestro propio patrimonio cultural que debe tener un peso para estudiar historia del arte, comunicación o para realizar un recorrido histórico por la humanidad”.
El cine tiene un impacto cultural en nuestra Educación, por lo que hay que abordarlo en clave nacional
"Fernández Castañón puso como referente a Francia, “que registró esta propuesta educativa, y ha logrado una subida del 30% de asistencia a las salas de cine”. Pero, sobre todo, cree que hay que unirla a un buen acceso a la cultura, de forma que “en los centros educativos haya una biblioteca, pero también una cineteca y que haya políticas que fomenten la asistencia a las salas”.
Para su compañero Javier Sánchez Serna, portavoz del Área de Educación de Unidas Podemos, “el cine tiene un impacto cultural en nuestra Educación”, y abogó por “abordarlo en clave nacional”. “La escuela tiene que crear un público que sea capaz de conectarse con una industria que nos da una identidad cultural y nos ayuda a entendernos como sociedad”, aseguró.
Carmen Ferrero, secretaria ejecutiva de Educación no Universitaria del PSOE, considera que “el lenguaje audiovisual es muy amplio y muy importante en la vida de las personas para fomentar la creatividad, el espíritu crítico y la capacidad de reflexión, pero sin embargo se le roba todo para quedar solo en consumo de imágenes que nos evita esa dimensión reflexiva”.
De la misma forma, Mª José García Pelayo, secretaria de Cultura y Turismo del PP, recuerda que “formar en lenguaje audiovisual es algo que enriquece el desarrollo de personalidad, despierta el espíritu critico y construye una sociedad más rica”.
Casi cualquier pregunta que haga un adolescente se puede responder con una película
"Marta Rivera de la Cruz, secretaria de Relaciones Institucionales y Responsable del Área de Cultura de Ciudadanos, se mostró convencida de que el cine tiene que ser parte de la enseñanza y una estupenda herramienta pedagógica: “Casi cualquier pregunta que haga un adolescente se puede responder con una película”.
Pero alertó sobre la desconexión cada vez mayor entre el cine y las salas: “Me preocupa que la generación de futuros espectadores no conozca la experiencia del cine tal y como la concibieron los que lo crean, porque no es lo mismo ver una película en la pantalla del móvil que en la sala de cine”.
Sin embargo, esa presencia deseable de contenidos audiovisuales en los currículos choca en la realidad con las dificultades producidas por la transferencia de competencias educativas a las comunidades autónomas.
Pero Carmen Ferrero se mostró optimista: “Todo parte de una voluntad política, no veo la disyuntiva. Desde el PSOE queremos que el currículo sea más abierto y más útil en la realidad actual. Se necesita financiación para material en los centros y en la formación del profesorado”. Y por último indicó que “con las iniciativas privadas, hay que colaborar sin que eso menoscabe la actuación de la Administración”.
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