Generación “Smart”
Cada vez que se habla del tema de Educación y tecnologías, no puedo evitar acordarme de una anécdota que escuché una vez a un formador: «Mi hija de 2 años se acerca a la tele y desliza su dedo por la pantalla, intentando mover la imagen». No recuerdo si era una crítica o un estímulo para implementar las TIC en el aula, pero me hizo reflexionar: ¿En qué nos estamos convirtiendo? ¿Qué queremos conseguir realmente con todos estos avances tecnológicos?
Escribo, claro, desde mi portátil de última generación con una manzanita mordida en el centro, no nos vamos a engañar: usamos y necesitamos la tecnología. Y si nos valemos de ella a diario, no debemos excluirla en el aula, puesto que no podemos pretender crear en clase un espacio irreal, descontextualizado del mundo en el que vivimos. Sería absurdo y desatinado por nuestra parte como maestros.
Usamos y necesitamos la tecnología. Y si nos valemos de ella a diario, no debemos excluirla en el aula, puesto que no podemos pretender crear en clase un espacio irreal
Sin embargo, nuestra tarea es aún más ambiciosa: conocer las posibilidades que ofrece la tecnología y aprender a utilizarlas, para poder guiar a los alumnos en la responsabilidad y la eficacia de su uso. Porque lo que está ocurriendo es que estamos creando tecnologías cada vez más inteligentes supuestamente para hacer nuestra vida más fácil, y si no reflexionamos sobre su uso, si no aprendemos a gestionarlas de forma responsable, nos estaríamos acercando a un mundo que podría haber sido creado por Isaac Asimov: ¿Quién es el verdadero “smart”, la máquina o el ser humano?