¿Tú conoces a un niño obeso? ¡Yo sí!

Y ese niño obeso…¡Soy yo! Un niño obeso “grande” con unas “mollicas” que ya la quisieran algunos jamones, se lo aseguro querido lector. Pero bromas aparte, y disculpen ustedes el cachondeo, en España tenemos un gran problema respecto a la obesidad infantil. No es que lo diga yo, la revista JAMA Pediatrics, que analizó datos de 103 trabajos de investigación, afirma, que uno de cada tres niños españoles tiene problemas de exceso de peso. Al leer estos datos les aseguro que me alarmé, pero empecé a recordar esas vigilancias de patio en los recreos y me di cuenta de que no necesitaba ningún estudio para comprobar que esos mismos datos se encarnaban en mi cole/clase. Les detallo un poco más a continuación.

A veces, es difícil ver un alumno con fruta, que los hay, no quiero ser exagerado, pero son los menos. He visto de todo: niños que se traen donetes de chocolate día sí y día también; bolsas de gusanitos tamaño XXL que ni repartiendo a todo el colegio se acabarían; por supuesto, los días de mercado no faltan los churros con chocolate y así un suma y sigue.  Con algunos de estos almuerzos lo raro es no tener obesidad como mínimo y colesterol agudo como máximo.

Por supuesto, el tema de los hábitos saludables los he tratado en clase y, personalmente, me siento muy contento cuando, tras tratar el tema, el alumno viene con su bocata o su fruta tan contentos a clase: “¿ves profe? ¡hoy traigo almuerzo saludable!”. Son pequeños pasos, pero no es suficiente. Es patente la gran deficiencia en hábitos alimenticios en nuestro país, ya sea porque nos falta información respecto a lo que comemos, por dejadez de los padres o por otros motivos. La realidad es que el alumnado llega al patio con alimentos repletos de azúcar, mucha bollería industrial y procesados que son un torpedo para la salud cardiovascular de nuestros hijos. Y esto es un hecho.

Es preciso por ello que toda la comunidad educativa tome en serio este problema y actuemos de manera más eficiente. No obstante, ya se están moviendo proyectos interesantes. Les cito uno: “El camino de piefcitos”, en el que Carlos, un profesor de Madrid, y Cristina, una profesora de La Rioja, han tenido la genial y sencilla idea de ir moviéndose “virtualmente” por el territorio español sumando km y “conociendo” otros centros. ¿Y cómo suman esos km? Practicando hábitos saludables como traer al colegio almuerzos sanos, reciclar o realizar actividades deportivas en familia. Una idea que se ha hecho viral y a la que se han sumado más de 200 colegios de toda España y muchos deportistas de élite, que están enviando vídeos para animar a los alumnos. En fin, una bonita iniciativa en el que es importante subrayar el esfuerzo de cientos de maestros para hacer lo posible e imposible con el fin de que nuestros alumnos no sufran severos problemas de salud en un futuro. Merece la pena implicarse, querido lector, ya que vida no hay más que una.