¿Cómo promover un buen hábito de estudio?
Según se van complicando los cursos, y conforme aumenta la cantidad de contenido a estudiar, necesitan que se les enseñen estrategias de estudio adecuadas con las que obtener buenos resultados académicos. Es posible que en cursos inferiores consiguieran sacar buenas notas con atender en clase o con leer el tema un par de veces, pero al subir de curso deja de ser suficiente. Algunas de las dificultades que sobrevienen a los estudiantes son las siguientes: “Son muchos temas para memorizar”, “No sé cómo estudiar”, “No consigo ponerme a estudiar, siempre pospongo la hora”, “Siempre me pilla el toro con los exámenes”, “Dedico mucho tiempo a estudiar y no soy eficaz”.
A continuación os dejo algunos consejos para padres y educadores destinados a promover un adecuado estudio en vuestros hijos o alumnos:
Es posible que en cursos inferiores consiguieran sacar buenas notas con atender en clase o con leer el tema un par de veces, pero al subir de curso deja de ser suficiente
1. Enséñale una buena técnica de estudio: Es importante saber cómo hacer resúmenes y esquemas de forma adecuada. Para ello lo primero será que lea el tema completo haciendo una lectura comprensiva, sin pararse a memorizar. En segundo lugar, deberá volver a leer el temario subrayando lo importante. En el subrayado puede dejar fuera artículos, adjetivos y frases descriptivas innecesarias. Debe leer una oración o párrafo completo antes de elegir las palabras clave que subrayará de él. Una vez que haya subrayado el tema completo es conveniente que vuelva a leer solo lo subrayado para agrupar mentalmente ideas con la intención de plasmarlas posteriormente en un esquema. Finalmente deberá elaborar un esquema con palabras o frases clave de forma que todas las ideas del texto estén contempladas pero no desarrolladas. Es decir, ni es un resumen ni debe ser igual a lo subrayado. Aquí irán aquellos términos nuevos que debe memorizar y también fechas si son imprescindibles. Los esquemas nos permiten crear categorías que nos ayudan a organizar y retener mejor la información a recordar en el examen. Un esquema de llaves es lo más adecuado.
2. Enséñale a planificar su tiempo de estudio, hacer descansos y premiar su esfuerzo: El principio de Premack, o de probabilidad diferencial, dice que si a una tarea X un tanto aburrida o difícil le sigue otra actividad Y que nos gusta mucho, entonces terminará por asociarse la primera tarea menos probable a la segunda actividad placentera e indirectamente conseguiremos que la tarea aburrida nos guste más y la cojamos con más ganas. Por ello es importante que le recomiendes hacer descansos cada cierto tiempo de estudio y premiar el final de la jornada de estudio con una actividad placentera. Además, el tiempo de estudio sin descanso no debe superar los 50 minutos ya que este es el tiempo durante el cual podemos mantener una concentración óptima, sin distracciones, a partir de los 12 años y durante la edad adulta. En consecuencia, la mejora planificación sería la siguiente: 50 minutos de estudio seguidos de un descanso de 10 minutos para merendar, hacer estiramientos o escuchar música y así las veces que necesite repetirlo. De esta forma estarás ayudando a que tu hijo o alumno desarrolle un buen hábito de estudio.
El tiempo de estudio sin descanso no debe superar los 50 minutos ya que este es el tiempo durante el cual podemos mantener una concentración óptima, sin distracciones
3. Ayúdale a mantener sus distracciones alejadas: Cada vez que tu hijo desconecta del estudio y vuelve a intentar concentrarse pierde mucho tiempo y energía hasta que lo consigue. Por ello es conveniente limitar las distracciones para que le resulte más fácil atender al estudio. Por ejemplo, resultará muy útil que el móvil y la tableta estén fuera de la habitación de estudio y de su alcance hasta que haya terminado de estudiar ya que son una tentación enorme y, además, pueden ser un buen elemento de recompensa para cuando haya acabado. Es conveniente que tenga sobre la mesa de estudio únicamente los materiales de la asignatura que va a estudiar. Si se distrae con preocupaciones o se acuerda de algo que tenía que hacer se le puede recomendar anotarlo en un cuaderno para volver a ello una vez haya terminado y así no interrumpir el estudio. Otra forma de asegurar la concentración en la tarea es que lea en voz alta, de esta forma es más difícil distraerse. Por último, le ayudará tener una botella de agua en la mesa y beber pequeños tragos para reducir la ansiedad y favorecer la concentración.
4. Alaba su esfuerzo y enséñale a hacerlo por él mismo: Algunos adolescentes tiene un discurso muy negativo y se dicen a sí mismos frases que les desaniman en el proceso de estudio y que no son realistas ni compasivas con la situación que están afrontando. Los mensajes del tipo “me va a salir mal”, “no me lo sé”, “lo llevo mal preparado” minan su motivación. Puedes ser un gran apoyo si le das mensajes de aliento y le transmites que con su esfuerzo conseguirá afrontar el curso y los exámenes. Si se lo dices tú, le estás enseñando a que en el futuro se lo diga él y confíe en su capacidad para lograrlo.
Estas pautas ayudarán a tu hijo o alumno a afrontar el estudio de forma adecuada, maximizando su eficacia y facilitando la consecución de sus objetivos en el curso académico.