Expertos en el aula

El pasado viernes 18 iniciamos el Segundo Ciclo de Expertos en el Aula. La filosofía de este es que profesionales de reputado prestigio en sus campos acerquen su realidad y la de su mundo laboral a los estudiantes, y muestren cómo lo compaginan con el resto de circunstancias de sus vidas.

Nos acompañó el cineasta y profesor de realización en la URJC, Alfonso Palazón, que desde el pasado mes de septiembre está viendo programado su nuevo documental, Juan Brito: Tamia, en los principales festivales nacionales e internacionales de cine documental. Desde su inclusión en el Festival portugués de Avanca, Palazón y su nuevo hijo cinematográfico no dejan de cosechar elogios por parte de la crítica especializada, el público y los eventos del Séptimo Arte que lo seleccionan para sus programaciones.

De hecho durante el encuentro nos informaba de que acaba de recibir dos nuevas selecciones en los certámenes del Hispanic Festival en los Estados Unidos, y en el Festival de Kirdiguistán. Este próximo viernes 25 Alfonso Palazón estará en Italia presentando y departiendo sobre su nueva obra, todo un poema audiovisual, sobre ese sabio que fue el lanzaroteño Juan Brito. Entre los compañeros que le han acompañado en este viaje está Fernando Ortí, que ha realizado la banda sonora, y que entre otros hitos en su carrera está el haber parido la célebre sintonía de la serie Cuéntame, uno de los mayores éxitos audiovisuales de la historia de la televisión en España.

Durante el encuentro con los estudiantes de 3º de Publicidad y Relaciones Públicas y Marketing, que le habían preparado una estupenda entrevista con mi supervisión durante la semana anterior al acto, Palazón hizo verles la serie de dificultades que los artistas, cineastas, científicos y literatos hemos de superar hasta ver la obra no sólo terminada sino distribuida. En este sentido, les recordó que no piensen que cuando estén produciendo cualquier producto audiovisual éste estará finiquitado cuando lo hayan postproducido, una idea que se tiene cuando se comienza. En realidad, la obra audiovisual se completa cuando está siendo distribuida por los diferentes soportes y canales para los que ha sido creada. Y el éxito en buena medida depende de la calidad de los certámenes en que sea seleccionada, y en alcanzar la máxima difusión posible. Algo que en el caso concreto de Juan Brito: Tamia está siendo toda una realidad porque en estos primeros meses ya se ha visto en Portugal, España, en el Festival Iberoamericano, y va a llegar pronto a Asia y América. El objetivo último será llegar hasta Oceanía.

El protagonista de este documental, Juan Brito, fue un hombre bueno que se adelantó a su tiempo, de vida longeva, murió el 14 de febrero de 2018 a la edad de 98 años, y que siendo agricultor, taxista, escultor, poeta, arqueólogo y compositor de unas de las principales canciones de la rica producción musical canaria, siempre fue humilde en el trato con los demás. Nunca se las dio de nada. Y tuvo que luchar desde su posición para que el gran descubrimiento que hizo en su vida, el yacimiento de Zonzamas, el principal excavación arqueológica guanche en Lanzarote, no fuera presa del turismo de masas. Gracias a su compromiso y el apoyo de la nueva generación de arqueólogos más prestigiosos en España y en el mundo, Brito logró recuperar y mantener ese tesoro antropológico, artístico e histórico. Y también inspirarse en aquellas raíces aborígenes para hacer una obra escultórica de gran belleza y simbología. En las figuras de Brito observamos esa fecunda tradición que va desde las venus del neolítico hasta las esculturas indígenas prehispánicas. Brito, entre otros hitos, logró unir a través de sus raíces canarias a las culturas africanas que se expandieron por Europa hace miles de años, y a la cultura española que llegó a América y allí se injertó con las creaciones de los diferentes pueblos autóctonos.

Juan Brito, como se puede ver en este magnífico documental de Palazón, es ese hombre modesto capaz de emocionar a cualquiera con sensibilidad en cualquier parte del mundo porque tuvo una mirada universal desde su circunstancia personal y cercana. Una persona que como otras a lo largo de la Historia ha sabido ser antes discípulo que maestro, y que tuvo como maestra a la Sra. Dorotea. Un ejemplo más de los hombres que no sólo respetamos a las mujeres, sino que las tomamos como referencia para aprender a vivir.

Antes de finalizar esta reflexión, quiero agradecer la asistencia y participación a los estudiantes, y también que una de ellos, Patricia Nogales, me dijera al terminar esta primera sesión del Ciclo, “queremos más clases como ésta”.