Pequeños gestos que son importantes para la salud

En el Congreso Nutrimad celebrado el pasado año, se presentaron los últimos datos sobre obesidad infantil en España, que reflejan que la prevalencia de esta enfermedad entre los menores de 25 años se sitúa en el 11,3%. A la hora de sumar los datos sobre obesidad y sobrepeso en niños y jóvenes de entre 3 y 25 años la prevalencia se sitúa en el 34,4%, es decir, uno de cada tres niños españoles padece este problema.

Al problema estético que supone la obesidad –que, a veces, influye en las relaciones personales y en la autoestima del niño–, se le suman la fatiga a la hora de hacer ejercicio y los dolores articulares. Además, son más propensos a tener el colesterol y la tensión arterial más elevada. Por si fuera poco, en los últimos años se ha producido un aumento de la diabetes mellitus tipo 2, enfermedad típica de los adultos, entre la población infantil.

En el informe Caminando al cole, la Asociación Española de Pediatría (AEP) pretende mostrar cómo los pequeños gestos de ir caminando al colegio pueden tener resultados de gran envergadura para mejorar estas circunstancias. «Caminar un kilómetro de ida y otro de vuelta al día –distancia media entre el colegio y el hogar–, supone realizar hasta dos terceras partes del ejercicio diario recomendado en los menores», asegura la doctora Mª José Mellado, presidenta de la AEP.

De forma paralela, las aglomeraciones y el uso del coche para ir al cole también contribuyen al empeoramiento global del aire en las ciudades. «Los niños que caminan o van en bicicleta a la escuela tienen mejor condición cardiovascular que los niños que no viajan activamente», asegura el doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la AEP.

El doctor Julio Álvarez Pitti también explica que «la realización de esta actividad física ayuda a disminuir los valores de presión arterial, mejora la capacidad de regulación de los niveles de azúcar de la sangre mejorando la sensibilidad a la insulina, disminuye los valores de triglicéridos, incrementa los valores del colesterol bueno (HDL) y contribuye a mejorar la condición física cardiorrespiratoria».

Caminar al colegio se asocia con un menor índice de masa corporal y contribuye a disminuir el exceso de peso a través de un incremento del gasto calórico.

• Caminar a la escuela se asocia con una menor adiposidad abdominal, peso, fracciones de colesterol, lípidos y mejores niveles de marcadores de inflamación. Ir y volver todos los días al colegio es, por tanto, una estrategia simple y efectiva para controlar y reducir la obesidad.
• Caminar al colegio supone una mejora de la condición física muscular, ya que tonifica los músculos y permite incrementar la masa muscular, sobre todo del tren inferior y de la espalda. Este incremento de la masa muscular es fundamental para un buen tono corporal y control postural. Además, se mejoran otros componentes de la condición física como son el equilibrio y la coordinación.
• La práctica de la actividad física incrementa la autoestima y disminuye el riesgo de caer en trastornos del área emocional (ansiedad, depresión). Además, favorece los momentos de encuentro entre padres e hijos y fomenta el establecimiento de nuevas amistades, potenciando el sentimiento de pertenencia al grupo.
• La contaminación atmosférica urbana es responsable del 19% de toda la mortalidad cardiovascular. Los niños son más vulnerables porque respiran más veces por minuto e inhalan mayores volúmenes de aire por kg de peso. Por eso, los especialistas recomiendan ir andando al cole o en bici, para evitar mayor contaminación atmosférica.