Tonalidades y armonía

Los inicios de curso siempre son intensos, muchas novedades, alumnos nuevos, equipos de trabajo distintos… Una de esas novedades en los claustros iniciales estos últimos años en los centros que pertenecen a fundaciones es el anuncio del lema para el curso. Año tras año, estas consignas van vertebrando los cursos con mensajes pegadizos que suponemos ayudan a los alumnos a integrar una serie de valores.

Recuerdo que hace unos años comenzamos el curso con el siguiente lema: “Contigo suena bien”. Además de ser vertebrador para los proyectos y actividades propuestas durante ese curso, esta fórmula me pareció un símil brillante de la figura del maestro en el centro.

Una orquesta tiene diferentes instrumentos y si el trombón toca a su ritmo y en una tonalidad, el violín por su lado y el bombo y los platillos a su antojo, el sonido producido será todo menos sinfónico. Por el contrario, si hay una adecuada coordinación entre instrumentos, en tonalidad y ritmo, y un buen director que capitanee la orquesta, el resultado puede ser una auténtica maravilla armónica. Cada uno tiene su tono, cada instrumento aporta un registro, pero suena mejor cuando vamos a una.