Arriesgar, clave vital
El lema del maestro Miguel de Cervantes era: “yo me he forjado mi propia aventura”. El pasado jueves 14 tuvo lugar la XI Edición de los Premios Magisterio para reconocer las mejores prácticas educativas a nivel nacional e internacional. Organizado por el Grupo Siena, fue un acto brillante que congregó en el Caixa Forum de Madrid a docentes, partners, empresas educativas, ONG, entidades bancarias, autoridades políticas.
Entre los premiados, estaban la Khan Academy, que también acaba de recibir hace unas semanas el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional. Salman Khan, que empezó su proyecto para ayudar a su sobrina a aprender Matemáticas con los vídeos que le preparaba, con su tesón, el apoyo de su mujer, y los mecenas que se sumaron luego al proyecto está permitiendo con todo su equipo dar enseñanza de calidad gratuita y patrocinada a menores de 90 países. Les representó Katherine, una norteamericana inteligente, magnífica comunicadora, y enamorada de España tras conocer nuestro país y su cultura, y a su marido madrileño. Ellos forman una familia occidental de nuestro tiempo, junto a su hijo también nacido en la capital, y radicados en los EEUU, donde el pequeño está siendo educado en español e inglés y en un ambiente universal.
Entre los premiados, estaban la Khan Academy, que también acaba de recibir hace unas semanas el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional
El IES «Bovalar» de Castellón fue premiado por haber reducido el fracaso escolar con medidas que eliminan los deberes para casa, y apostar por la creatividad y el trabajo en clase. Al igual que las Escuelas al revés, de Khan Academy, supone volver al modelo de enseñanza y aprendizaje que hubo hasta el s. XVIII, en el que las clases eran talleres donde se aprendía cada materia a modo de oficios, practicando y planteando todas las dudas que iban surgiendo por el camino. Este sistema fue sustituido por intereses políticos por Francisco I de Prusia con la colaboración del filósofo Fichte –que hizo de ideólogo del mismo–. El monarca quería controlar a su pueblo, y lo engañó. A cambio de ofrecerles Educación gratuita, les organizaba la vida: Francisco I y su reducido grupo de poder determinaría, a cambio, en qué se formarían, en qué trabajarían, cuáles serían los horarios. Eso explica en buena medida la locura desatada en Europa y en todo el mundo a partir del s. XIX, y el enfrentamiento que se tornó clásico entre empresario y trabajadores, y la visión de Marx y Engels de la economía y de las relaciones sociales. Esta dicotomía hay que acabarla de una vez, y que la vocación sea el motor de vida de cualquier persona.
El profesor y escritor Nando López fue galardonado por colaborar con su obra escrita a mostrar la realidad cotidiana del colectivo Lgtbi. Durante su intervención destacó la necesidad de formar a las nuevas generaciones con una Educación cívica que permita incluir con normalidad a la persona diferente en los distintos contextos cotidianos: desde la escuela a la empresa, pasando por la sociedad. Él dedicó el galardón a sus padres por haber estado siempre apoyándole, y a sus maestros por haberle transmitido la pasión por la lectura y un trato humano.
Esta dicotomía hay que acabarla de una vez, y que la vocación sea el motor de vida de cualquier persona
La asignatura canaria Emocrea recibió el premio por la labor educativa que está realizando con los niños y jóvenes canarios de formarles en la inteligencia emocional y en potenciar su creatividad. Esto me recordó al reciente reportaje sobre el Teatro como escuela de vida, en el que la estudiante Julia Mateo nos contaba cómo había sentido tristeza cuando durante el primer trimestre de su 2º curso de Bachillerato no iba al Taller de Teatro del IES porque estaba obsesionada con sacar una nota alta en el curso y en la selectividad. Hasta que con el apoyo de su profesora Yolanda Mancebo, directora de teatro, retomó el teatro a partir de aquel enero. Eso demuestra una vez más que la persona es feliz cuando decide con libertad cuáles son sus razones de vida e históricas, y a qué proyectos entregarse con amor, pasión, ilusión, constancia y coherencia.
La congregación de La Salle recibió el reconocimiento por los 300 años de entrega a mejorar la Educación de los menos favorecidos, y a hacerlo desde una posición cristiana humanista, que comparte los principios del ecumenismo y del diálogo respetuoso y sincero con las otras religiones, y la defensa de la democracia.
Y es que a pesar de los esfuerzos de La Salle o de otras entidades espirituales o públicas, hoy en día todavía en España, como en otros países, hay una circunstancia a superar: el abandono escolar. Y por su entrega comprometida, solidaria y sabia fue premiada la Asociación Española de las Escuelas de la Segunda Oportunidad. Miles de hombres y mujeres de nuestro tiempo, que tuvieron una niñez o una adolescencia difícil, que les llevó a dejar el sistema educativo, de la mano del excelente equipo de esta institución han logrado superar esa tragedia humana que les llevó a no tener esperanzas, y a ser hoy en día adultos con una formación profesional sólida en diferentes campos, y estar trabajando y sacando sus vidas adelante.
La persona es feliz cuando decide con libertad cuáles son sus razones de vida e históricas, y a qué proyectos entregarse con amor, pasión, ilusión, constancia y coherencia
Fueron galardonadas también JP Morgan Chase Foundation por el proyecto de FP Pymes en el que han apostado por esta modalidad, que desde los años 80 había sido la hermana pobre del sistema educativo español por corresponsabilidad compartida de autoridades políticas, entidades formativas, las familias y la sociedad. Se decía con torpeza: “El que no vale para estudiar, a FP”. Eso provocó entre otras cosas que España durante casi 40 años haya carecido de muchos técnicos que necesitaba en determinados sectores laborales. Y una saturación de licenciados y diplomados universitarios, un número significativo de éstos no movidos por la vocación universitaria, sino por la miope creencia social de tener un título, la titulitis.
Ha llegado el momento de deciros hasta la próxima semana. Antes de ello, por un lado, felicitar a todo el equipo de Siena y Magisterio por la gala de los XI Premios, José María de Moya, Diego Francesch, Adrián Arcos, Saray Marqués, … Y, por otro, a la comunidad educativa –profesores, estudiantes, familias, autoridades y compañías–, a seguir apostando por invertir más y mejor en Educación y formación. Un país que invierte en ella, es una sociedad sabia, comprometida y solidaria. El mañana se construye hoy.