La innovación debe involucrar a todas las partes del centro

La metodología basada en proyectos permite que el proceso de enseñanza se centre en los estudiantes, en sus necesidades y en su actividad académico-cognitiva y emocional. Favorece el aprendizaje autónomo y un nivel de motivación que mejora la implicación de los estudiantes en su proceso de aprendizaje. Así lo expulso Miguel Ángel Ariza, profesor y socio fundador en Conecta13, durante su ponencia Metodologías activas en FP, una intervención que resultó magistral, ya que supo combinar a la perfección su gracia andaluza con contenidos muy interesantes para hacer reflexionar a los docentes. Utilizó anécdotas y ejemplos que, además de arrancar carcajadas, suscitaron el debate constructivo entre los asistentes después de su ponencia.

Ariza defendió que la formación permanente del profesorado y el apoyo a las iniciativas de innovación son necesarias para alcanzar buenos resultados con los alumnos, aunque la innovación conlleva esfuerzo, apuestas razonables y ganas de optimizar el aprendizaje. “Tenemos que construir competencias viviendo experiencias”, afirmó Ariza, y añadió  que la mejora del aula pasa por “reflexionar, probar, evaluar, compartir y acompañar”. Sobre ese papel del docente, quiso subrayar que “el mentor no es un experto”, de forma que “el alumno elige el medio y el docente estará allí para ayudar”.

En sus 21 años de experiencia como docente, Ariza aseguró haber aprendido algo: “No todo lo que hacemos está mal”. Y advirtió de que “la incorporación de metodologías activas no debe llevarnos a prescindir de aquello que aplicamos en el aula con éxito desde hace tiempo”.

¿Qué beneficios tiene para los centros trabajar con proyectos de innovación? Para el director del CIFP “Mantenimiento y Servicios a la Producción” de Langreo (Asturias), Manuel Fanjul, “supone una forma de implicar a todo el profesorado en nuevas formas educativas que redundan en una mejora del sistema educativo”. Así lo expresó durante el coloquio Innovando para aprender, al que asistieron los representantes de varios centros educativos. Según Fanjul, “esta forma de trabajar implica salir de lo cotidiano, de lo mecánico, de una forma de trabajar anclada en la tradición, en la perpetuación y en la conservación del pasado”.

El director asturiano explicó que “la innovación ha de equivaler a un determinado clima en todo el sistema formativo del centro (profesorado, alumnado y comunidad); debe propiciar la disposición a indagar, descubrir, reflexionar, criticar, cambiar… y no debe abarcar solo la metodología, sino que también debe afectar a los contenidos, a la evaluación y a los materiales educativos”.

Para que tengan éxito los proyectos de innovación, estos deben involucrar a todo el centro, es decir, al equipo directivo, a los profesores y a los propios alumnos. Y por esta razón, deben estar incluidos en el proyecto fundacional de centro.

También habló del aprendizaje por proyectos, y lo definió como “una estrategia utilizada para garantizar la calidad de la formación por competencias”. Enumeró sus ventajas, entre otras, “estimular el aprendizaje autónomo del alumnado y el pensamiento crítico, permitiendo a los mismos resolver problemas simulados o reales”.

Desde el IES “Campanillas” de Málaga, asistió Moisés Martínez Gutiérrez, que expuso su experiencia en trabajos por proyectos. Se trata de un centro educativo encuadrado en el entorno del Parque Tecnológico de Andalucía, donde se sitúan más de 700 empresas que dan trabajo a más de 20.000 trabajadores.

En este centro se imparte FP de Grado Superior en modalidad dual bilingüe (Desarrollo de Aplicaciones Web y Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma) desde el curso 2013-14. El trabajo codo con codo con las empresas del sector tecnológico, actualizando contenidos, ha tenido como consecuencia una empleabilidad para sus alumnos del 95%.

Martínez Gutiérrez entiende que “los distintos proyectos en los que están integrados deben ser fomentados y que aportan un valor añadido al centro a la hora de competir con otros centros”. De hecho, los docentes promocionan sus enseñanzas en los Bachilleratos y en la ESO, indicando las salidas profesionales que ofrecen.

En 2014 todo el trabajo realizado  por el centro, le valió el Reconocimiento al Mérito Educativo. El profesorado no ha dejado de formarse, a través de la Universidad de Málaga, de Accenture o de Amazon Web Services. También ofrecen un programa innovador de fomento de la mujer programadora. Han elaborado un Proyecto de Dinamización con Empresas, financiado por el Fondo Social Europeo, denominado Realidad virtual en el aula,  que consiste en una Aplicación VR creada y desarrollada por alumnos de CFGS DAM y DAW y ESO del IES “Campanillas” y alumnos del CEIP “Cupiana” (Málaga).

Con su proyecto de creación de videojuegos entre alumnos de Primaria del CEIP “Miguel Hernández” de Almogía (Málaga) y FP del IES “Campanillas”, obtuvieron el premio Digital Skills Awards Spain 2019 y Premio del Público Festival de Videojuegos Gamepolis.

Por último, participó el director del IES “Pío Baroja” de Madrid, Francisco Javier Aparicio, que hizo hincapié en la necesidad de adaptar los currículos de FP a las necesidades de las empresas, con el objetivo de lograr mayor tasa de empleabilidad de los jóvenes. Aparicio enumeró los puntos sobre autonomía que tienen los centros en la Comunidad de Madrid, y que les permite:

• Modificar la asignación horaria de cualquier módulo profesional.
• Modificar el contenido de cualquier módulo profesional.
• Establecer módulos profesionales propios que guarden relación con el perfil profesional del título.
• Establecer un plan de estudios conducente a más de un título.
• Distribuir los módulos profesionales del ciclo formativo, hasta en un máximo de tres cursos académicos.
• Cambiar el curso en el que se imparten los módulos profesionales.
• Incrementar la asignación horaria del módulo profesional de FCT.
• Impartir algún módulo profesional de formación en el centro educativo en una lengua extranjera.

A partir de aquí expuso algunos ejemplos en los que han modificado los currículos en función de sus necesidades.  Por ejemplo, incorporando el Alemán como segunda lengua extranjera en los ciclos formativos de Grado Superior de Dirección en Servicios de Restauración, Dirección de Cocina y Gestión de Alojamientos Turísticos. Pero también modificando la asignación horaria del módulo Sistemas Operativos Monopuesto en el ciclo de Grado Superior Sistemas Microinformáticos y Redes.

Aparicio aludió a que “no todo son alegrías, ya que a veces el centro trabaja durante un año en la preparación del proyecto, y este no se llega a aprobar”. Sin embargo, defendió la necesidad de “seguir avanzando, de mejorarlos y de volverlos a presentar con posterioridad. Solo así se puede lograr un mayor emprendimiento de los centros”. Y recordó que la introducción de programas innovadores y diferenciados favorece la oferta educativa.