Un luchador abatido antes de que empiece la batalla

“Lo viví con mi propio hijo y sufro desde hace años por no haberle escuchado más”. “Tiene que ser algo reconocido por todo el mundo y evitado a toda costa. Es intolerable, sencilla y claramente”. Estos son tan solo dos de los testimonios recogidos en el I Estudio sobre la percepción del bullying en la sociedad española realizado por Totto y Gestionando hijos. Una herida que ha cicatrizado con los años, pero que aún sigue siendo muy profunda en la sociedad española.

Como en todo conflicto, se necesitan culpables. Cuando se trata de acoso escolar, una flecha señala directamente hacia la formación del propio profesorado. Y es que, en materia de bullying, es escasa, por no decir inexistente. Una realidad realmente preocupante si se tiene en cuenta que, tal y como recoge el estudio, uno de cada cinco niños escolarizados sufre acoso escolar y tan solo el 15% de las víctimas se atreven a contarlo. 

En la presentación del análisis, Carmen Cabestany, secretaria de la asociación NACE y profesora, aludió a la falta de formación del profesorado como el principal problema del acoso escolar. De las líneas de La crisis de la función docente, una obra de Julio Vera, también se puede extraer la misma idea. El autor considera que se forma a los profesores de manera académica o científica, pero se deja totalmente de lado una mínima preparación pedagógica y psicológica que les permita poseer competencias para afrontar la problemática del acoso escolar.

Un luchador abatido antes de que empiece la batalla. O como si un caballero andante intentase combatir al peligro sin espada y sin escudo. Así se encuentran los profesores ante el acoso escolar: perdidos. Tan solo un 16% de los profesores entrevistados en el estudio de Totto y Gestionando hijos considera estar preparado para afrontar situaciones de bullying, frente a un 70% que piensa que solo en algunos casos y un casi 13% que admite estar incapacitado.

Tal y como recoge la experta en Psicología Pilar Alonso en el artículo El acoso escolar: análisis desde la perspectiva de profesores en formación y profesores en activo, los docentes necesitan adquirir competencias acordes a las exigencias de la sociedad y a los cambios que en ella suceden.

El papel tradicional del profesor como un mero transmisor de conocimientos sobre una materia es insuficiente. Bajo su punto de vista, los profesores, pero la escuela en general, necesita una nueva orientación más emocional y más pedagógica. Debe abrirse a la adopción de nuevas competencias, sin dejar de lado, por supuesto, la formación más técnica y académica.

En definitiva, considera que se necesitan mecanismos que potencien el desarrollo integral de los alumnos y docentes y no, simplemente, el marco académico.

De hecho, en el ya citado artículo también se recoge la idea de que es necesario promover la formación de los niños en contenidos socio-afectivos y relacionales. En este sentido, la experta Cabestany también aludió a la importancia de educar emocionalmente a los alumnos.

Por su parte, Laura Sequera, coordinadora estatal del Defensor del Profesor y del sindicato ANPE, defiende la necesidad de trabajar con planes de prevención contra la violencia, sea cual sea el tipo. Para ello, considera primordial que la Administración ponga en marcha un Plan específico de Formación del Profesorado para la Prevención y Detención de Conflictos relacionados con la Convivencia Escolar. “Se necesitan más recursos tanto para los profesores como para los niños”, señaló.

No hay duda. Es hora de abordar la problemática del bullying desde la raíz, desde el fondo del asunto porque, tal y como considera la asociación NACE, “una sociedad que permite el maltrato a la infancia no es una sociedad sana”.

1. Dar visibilidad en los centros educativos. Lo que no se nombra, no existe.
2. Integrar el tema del acoso escolar dentro del Plan Educativo de Centro y en el Plan de Acción Tutorial.
3. Formar desde infantil en Educación emocional desde la práctica y no solo de forma teórica.
4. Es primordial que los colegios tengan un Plan de Prevención del acoso escolar efectivo.
5. Eficiente formación del profesorado sobre el acoso escolar no solo en los planes de estudios de Magisterio, Pedagogía y Psicología, sino también de manera permanente.
6. Informar a los padres para que sean capaces de detectar un posible caso de maltrato en sus hijos.
7. Aplicar el protocolo con rigor y transparencia –con la participación de agentes externos– ante un caso de acoso escolar.
8. Es necesario que se promuevan campañas de sensibilización contra el acoso escolar.
9. Implicar a todos los agentes sociales en la lucha contra el acoso escolar.
10. Fomentar la transparencia para conocer las cifras reales del acoso escolar en España, es decir, el número de víctimas, de protocolos que se abren y su resultado, incidencia en el número de suicidios…