4- Alumnas aventajadas, ¿mujeres empoderadas?
Las mujeres son mayoría en el terreno de la Educación, suelen ser mejores alumnas, fracasan y abandonan menos, con menos problemas de conducta también. De hecho, podría hablarse de una brecha de género inversa en el terreno académico.
Y, sin embargo, la escuela, todas las instituciones educativas, tienen una imponente batalla por delante en aras de la igualdad, con ramas de estudios, sobre todo aquellas relacionadas con sectores punteros y determinantes del futuro de las sociedades, cada vez más masculinizadas, con alumnas que, pese a sacar las mismas notas que sus compañeros en Matemáticas, por ejemplo, sienten mucha más ansiedad y estrés ante cualquier prueba relacionada con la asignatura.
Todas las administraciones están llamadas a trabajar por la igualdad efectiva, y los centros educativos no son una excepción
Atraer el talento femenino hacia vocaciones científico-técnicas es solo uno de esos frentes abiertos. Porque, sí, también desde la escuela se puede, y se debe, intentar avanzar hacia la igualdad real cada día un poco más. Atrás quedaron los tiempos en que asignaturas como Labores u Hogar se restringían a las chicas, tiempos en que carreras como la judicial y fiscal estaban vetadas a las mujeres. En realidad, no tan atrás, fue en 1966. Pero ahora miremos hacia adelante.
Todas las administraciones están llamadas a trabajar por la igualdad efectiva, y los centros educativos no son una excepción. Comunidades como el País Vasco o Andalucía van ya por su segundo plan de coeducación, mientras Navarra ha puesto en marcha su programa Skolae, que, entre otros aspectos, incide en la necesaria formación del profesorado.
Otra comunidad que está trabajando para cumplir en los centros educativos con su propia ley de igualdad entre hombres y mujeres, aprobada en este caso en 2016, es Baleares.
La prevención de la violencia de género y de la segregación horizontal aparecen como las dos principales batallas que han de librarse desde la escuela en nuestros días, sus principales “deberes” para avanzar hacia la igualdad real.
En el primer terreno los datos son preocupantes. La violencia machista que más creció en España en 2017 fue precisamente entre adolescentes, con 653 chicas con órdenes de protección o medidas cautelares, un 14,8% más que el año anterior, según el INE. En 2017, un estudio de la FAD mostró cómo un 30% de los chicos ven como algo normal la violencia dentro de la pareja. Para un 21,2% es un tema politizado que se exagera, mientras que un 31,5% cree que es un problema que se incrementa por culpa de la población inmigrante.
Además, el Barómetro Juventud y Género 2019 del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad muestra cómo diminuye el porcentaje de chicos que ve positivo que en una relación cada uno tenga su espacio propio, mientras que el de chicas aumenta.
Y las pautas de control no mejoran. Cada vez más chicos ven normal mirar el móvil de tu pareja si crees que te está engañando (del 14,5% de 2017 al 16,5% de 2019) y que tu pareja se ponga la ropa que a ti te gusta para así evitar conflictos (del 10% de 2017 al 15% de 2019). Son más también los que creen que los celos son normales y son una prueba de amor (del 23,8% al 25%) y que una chica debe esforzarse por hacer lo que le gusta a su pareja (del 18,7% al 21,4%). Por eso es tan importante todo el trabajo que se haga desde la escuela sobre estos temas.
El empoderamiento femenino en el Anuario de la Educación 2020
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