La controversia histórica, un recurso para generar debate
La Reconquista, el Descubrimiento de América, el auge del comunismo o de los fascismos, la Guerra Civil española o incluso la Transición. Son algunos de los temas históricos que generan mayor controversia, sobre todo por la interpretación historiográfica que puede realizarse de cada uno de esos términos.
¿Cómo deben tratarse estos temas históricos controvertidos en clase? Myriam Martín, profesora del área de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Facultad de Educación, Psicología y Ciencias del Deporte de la Universidad de Huelva, alude a las instrucciones publicadas por el Consejo de Europa sobre la enseñanza de temas controvertidos en las que se recomienda a los profesores el desarrollo de tres competencias fundamentales para trabajar este tipo de contenidos: personales, teóricas y prácticas.
En las competencias personales, el documento cuestiona si la experiencia del profesor o la autorreflexión deben quedar explícitos a la hora de trabajar los temas controvertidos, es decir, si un docente, a partir de su conocimiento y de la autorreflexión, puede exponer en clase sus creencias y valores propios.
Lo importante es tratar de no imponer y escucharles, porque a veces podemos entrar en opiniones familiares
"Según la profesora, “el documento propone que sí es importante que el profesor manifieste su postura, porque el fin último de la enseñanza de estos temas polémicos es que el profesor sea quien arbitre la controversia”. Aunque añade que “ese punto de vista debe manifestarse dentro del papel del diálogo democrático y la resolución pacífica de conflictos con los alumnos”.
Es precisamente en este punto donde los temas controvertidos se convierten en una oportunidad preciosa para generar participación y debates con los alumnos en clase.
En ese debate con los alumnos, según Isabel García-Velasco, profesora de Secundaria y Bachillerato y presidenta de la Asociación Madrileña del Profesorado de Historia y Geografía (Amphg), “lo importante es tratar de no imponer y escucharles, porque a veces entramos en opiniones familiares como en los temas de la Guerra Civil, la posguerra o la Transición, y podemos chocar con la microhistoria y con los temas que afectan más directamente a los alumnos”.
Siempre hay que partir de unos datos que son reales y que no podemos manipular de ninguna forma
"En ese sentido Myriam Martín destaca la importancia de trabajar la dimensión emocional, ya que “los temas controvertidos normalmente hacen surgir emociones o sentimientos intensos que suelen dividir a la opinión pública y también a los alumnos”.
García-Velasco recomienda “abrir el debate, escucharlos a todos, que ellos aprendan a escuchar a los demás, respetar las opiniones, pero siempre partiendo de unos datos que son reales y que esos no podemos manipularlos de ningún modo”. Porque García-Velasco recuerda que “la Historia no deja de ser una disciplina científica y, por tanto, existen unos datos y hechos históricos reales”.
A partir de esos datos, “los alumnos pueden contrastar fuentes primarias y secundarias, leer textos de todo tipo y analizarlos en clase, y también adoptar el rol de una persona que tenga una opinión distinta para generar así pensamiento crítico”, explica esta docente.
Como señala la profesora de la Universidad de Zaragoza, Pilar Rivero –cuya entrevista reproducimos en este número–, “nadie niega la llegada de Colón a América en 1492. La cuestión es que eso lo puedes describir con un término historiográfico o con otro, y elegir uno u otro no es inocuo, sino que depende de tu interpretación historiográfica”.
Sergio Martínez, codirector de historiaragon.com, una start-up de la Universidad de Zaragoza, recomienda a los profesores “buscar información de aquellos términos que pueden generar más dudas”, y para ello pueden utilizar los materiales que ofrece su propia web o a través de otros canales oficiales.
Por su parte, Carlos González, profesor de Geografía e Historia del IESO “Canal de Castilla” de Villamuriel de Cerrato (Palencia) y creador del canal de YouTube Historia en comentarios, pone como ejemplo la Reconquista o el Descubrimiento de América: “En la Reconquista les muestro que es un término mucho más complejo de lo que a veces vemos como una guerra de unos contra otros, mientras que con el Descubrimiento les hago ver que dos continentes que estaban separados, en un momento dado descubren que existe el otro. Y en ese descubrimiento hay momentos complicados, enfrentamientos y abusos, pero también hay momentos de luces”.