La repetición de curso: el error más grave de nuestro sistema educativo

En la memoria que el Ministerio de Educación ha presentado en el Consejo de Ministros del martes 3 de marzo en el que se ha aprobado el proyecto de ley orgánica de modificación de la LOE (Lomloe) se pone de manfiesto que uno de los «problemas más graves» de nuestro sistema educativo es el «extraordinario porcentaje de alumnos repetidores» y el consiguiente aumento del abandono temprano. Es cierto que no es un problema nuevo, pero hasta ahora no se le ha puesto remedio. La Lomloe pretende ahora introducir una serie de cambios normativos para atajarlo.

Todos los informes internacionales insisten en la necesidad de «evitar el recurso a la repetición como medio fundamental para el tratamiento de los problemas de aprendizaje«, dice el informe. Y añade que «la mejora del sistema», y así se plantea en el anteproyecto, pasa por «establecer condiciones para que la repetición pase de ser un recurso ordinario a ser una medida excepcional, que se adopta después de haber intentado por otros medios la recuperación de los aprendizajes no realizados».

Coste para el sistema

La elevada tasa de repeticiones que se dan en las dos etapas de Educación obligatoria supone un «coste para el sistema superior al que tendría el establecimiento de procedimientos de detección precoz de dificultades de aprendizaje, de apoyo a los alumnos, de refuerzo y recuperación de competencias», reconoce el Gobierno. Por ello, en la medida en que el sistema vaya sustituyendo la repetición por los recursos para el apoyo, «se producirá una mayor eficiencia del gasto».

Por otro lado, la posibilidad introducida por la Lomce de poder hacer repetir al alumnado de Primaria en todos los cursos y no solo al final de ciclo, ha provocado que la tasa de repetición se incrementara en un 50% en 2015-16 y un 25% en 2016-17.

Sin embargo, en la ESO, el cambio en los criterios de promoción y titulación, derivado del RD-Ley 5/2016 produjo en 4º de ESO una reducción importante en la tasa de repetición, pasando de 8,8% en 2015-16 (último año LOE en 4º ESO) a 6,7% en 2016-17 (primer año Lomce en 4º de ESO).

Igualmente, en Bachillerato el cambio en los criterios de titulación en 2016-17 con el curso empezado produjo el mismo efecto, aunque menor que en la ESO.

Inutilidad de repetir

Un dato que ilustra la ineficacia de la repetición es que las puntuaciones medias en PISA de los alumnos repetidores en España (y en varias de las comunidades autónomas) es significativamente más alta que la del promedio de la OCDE. Por ejemplo, en el caso de ciencias, las puntuaciones medias obtenidas por los alumnos españoles de 15 años que están repitiendo curso es de 417 puntos, mejor que la del promedio OCDE (411). Se puede concluir, por tanto, que un porcentaje importante de alumnos repetidores tendría adquiridas las competencias básicas en ciencias sin necesidad de haber repetido.

Según PISA 2018, en España algo menos de uno de cada tres estudiantes de 15 años (29%) está repitiendo por primera o segunda vez alguno de los cursos de la ESO, lo que significa una diferencia de 17,6 puntos más que en el promedio de la OCDE y 16 más que en el conjunto de la UE.

Además, la proporción de alumnos repetidores se redujo en solo tres puntos desde el año 2012 a 2015 (del 34% al 31%) y en aproximadamente dos puntos entre 2015 y 2018. A pesar de estas reducciones, estas cifras son realmente alarmantes por lo que suponen en cuanto a coste social y económico para el país.

1. Los elevados porcentajes de repetición pueden alimentar el abandono escolar y reflejan las desigualdades sociales. La brecha social es evidente, con un porcentaje del 53% entre alumnos más desfavorecidos, frente a menos del 9% para los alumnos en mejor situación. En líneas generales, en las regiones hay una correlación entre los niveles de repetición y las diferencias en los porcentajes de abandono.
2. En general y según todas las evidencias, repetir de curso es lesivo para el alumno, especialmente el más desfavorecido, minorías étnicas o alumnado más joven de la clase, pero algunos estudios sugieren que, «en circunstancias individuales, hay estudiantes que pueden beneficiarse, sobre todo, a corto plazo». Sin embargo, «no parece sencillo identificar qué estudiantes podrán sacar provecho a repetir curso, lo que sugiere que esta estrategia supone un riesgo considerable». (The Education Endowment Foundation, 2016).
3. «Los programas individualizados de refuerzo, la flexibilización e individualización del currículo, la reforma del sistema de promoción y los mecanismos de detección precoz de alumnos con problemas de aprendizaje» son algunas de las alternativas a la repetición, según el experto Álvaro Choi.