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Información en tiempos de coronavirus: una mirada educomunicativa

Sin duda estamos viviendo una situación que marcará un antes y un después en la vida de una generación. El Covid-19 nos está obligando a quedarnos en casa y ha parado nuestra vida. La Educación, como otros muchos sectores, se ha visto obligada a hacer un alto en el camino y a adaptarse.
Fernando BoillosMartes, 7 de abril de 2020
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Un reto que se está llevando a cabo de manera desigual en diferentes, comunidades, provincias, ciudades e incluso centros. Hoy hablamos con seis expertos en educomunicación para que nos cuenten cual es su visión y análisis sobre la actual situación.

Agustín García Matilla

Es catedrático de Comunicación Audiovisual de la Universidad de Valladolid. Ha sido uno de los pioneros de la educomunicación en España. Sin duda es todo un referente. Otros ejes de su trayectoria investigadora son la televisión educativa y de servicio público, televisión e infancia, las funciones educativas de la televisión y la Teoría y Técnica de  información Audiovisual, con especial énfasis en el uso de las TIC.

Para este doctor en Ciencias de la Información, el Covid-19 “está demostrando la necesidad de que el sistema educativo enseñe cómo vivir en un mundo de incertidumbres. Otra de las enseñanzas es que a pesar del despliegue tecnológico, los profesores siguen siendo imprescindibles dentro del sistema educativo. Nuestros políticos continúan desaprovechando las inmensas posibilidades de los medios y de los sistemas de información y comunicación para la Educación. A pesar de sus defectos y limitaciones, la iniciativa de lanzar una programación educativa en RTVE, en cuatro días, ha servido para mostrar la necesidad tomarse en serio las posibilidades de la televisión y abordar estrategias multimedia y transmedia que puedan ser puestas al servicio de la Educación”.

Matilla explica que en tiempos de coronavirus las fake news aumentan ya que las redes sociales facilitan la proliferación de noticias falsas transmitidas con un interés político o con el fin de lograr la notoriedad de unos hooligans de la red que sin ser mayoría demuestran su tenacidad: “Lo más dramático es que en foros vinculados con noticias aparentemente intrascendentes se publican permanentemente opiniones que muestran la mala Educación de ciudadanos que se sitúan a izquierda y a derecha del espectro ideológico. Esto sirve como caldo de cultivo que demuestra la falta de Educación en comunicación de un alto porcentaje de la población española. La clase política tiene una gran responsabilidad ante el fenómeno de la desinformación”.

Para el catedrático lo importante es reforzar el valor de educar en comunicación, lo que representa educar en el autoconocimiento de las personas, promover la empatía y la autonomía crítica, enseñar a escuchar como primer paso para aprender a comunicar.

Agustín García Matilla "

Nuestros políticos continúan desaprovechando las inmensas posibilidades de los medios y de los sistemas de información y comunicación para la Educación

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Soraya Calvo

Doctora en Equidad e Innovación en Educación. Profesora en la Universidad de Oviedo, impartiendo docencia en el Grado en Pedagogía y en estudios de Máster Universitario (Formación del Profesorado de ESO, Bachillerato y FP, Intervención e Investigación Socioeducativa e Investigación e Innovación en Educación Infantil y Primaria).

Para Calvo, estamos enfrentándonos a un fenómeno que lo transforma todo: “Pondría el foco en la metodología y en la evaluación. En cuanto a la metodología, no podemos hablar de una adecuación a las bases de la teleformación por muchos motivos: primero, la Educación, especialmente en niveles obligatorios, es mucho más que formación instrumental o técnica y no podemos basarnos únicamente en recursos y contenidos. Segundo, no ha existido un diseño pedagógico orientado al escenario actual, hemos tenido que adaptarnos temporalmente y «a la fuerza». En cuanto a la evaluación, la situación evidencia que las estrategias usualmente desplegadas a pesar de todo siguen siendo sumativas, basadas en pruebas que tienden a la estandarización y que determinan el contenido a trabajar en las aulas”.

El exceso de información o ‘infoxicación’ genera más dificultades que potencialidades, explica la profesora universitaria, especialmente en un escenario en que el contacto con el grupo se ve mediado en exclusiva por canales digitales: “A eso debemos sumar que el consumo cultural está dominado por las plataformas digitales. La potencialidad que detecto con mayor intensidad es que estamos es un escenario propicio para trabajar la competencia digital desde una perspectiva crítica y analizar en directo relatos construidos desde diferentes medios de comunicación de masas. El alumnado puede favorecer una transmisión de conocimientos validados, muy importante en este momento de convulsión social, enriqueciendo a su entorno más cercano desde el autoempoderamiento digital”.

Para Calvo, no basta con mejorar el nivel de competencia digital, ni con buenas conexiones y recursos. La clave para superar este momento es la adaptación de la metodología cotidiana a un momento de excepción y para ello se necesita más pedagogía y un uso sostenido pero crítico de las TIC.

Soraya Calvo "

No ha existido un diseño pedagógico orientado al escenario actual, hemos tenido que adaptarnos temporalmente y "a la fuerza

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Daniel Aparicio

Es profesor y experto en comunicación en la Universidad Complutense de Madrid, donde coordina un proyecto de investigación sobre informativos en televisión. Es profesor además del Grado Superior y realizador de audiovisuales. Sus investigaciones son un referente en España e Iberoamérica.

Para Aparicio la crisis del Covid-19 nos ha permitido adaptarnos de golpe a la teleformación ya que se ha producido una especie de aceleración en la hoja de ruta con la que no se contaba: “Ahora sabemos no solo que es posible, como una herramienta más, sino que formadores y alumnos hemos tenido que hacer un máster express en el uso de estas tecnologías. Y nos ha permitido, creo, vincularnos a profesores y alumnos también desde lo emocional. La crisis ha sacado lo mejor de nosotros mismos para dar mejor formación, más atenta a las circunstancias personales”.

Para Aparicio, los medios ofrecen permanentemente sobreinformación: “Pero no es sólo un problema de sobreoferta, también de sobreexposición como espectadores: ¿es bueno estar minuto a minuto expuestos a estas informaciones alarmistas? ¿O deberíamos combinar esa tarea de estar informados con otras rutinas saludables para nuestro equilibrio personal? Por otro lado, ¿toda esa información la estamos convirtiendo en conocimiento útil?”.  “Los medios de comunicación están cumpliendo en la tarea de informar de lo que sucede, pero no tanto en la profundización, la reflexión y el análisis: ¿por qué sucede? ¿qué hago como ciudadano ante lo que sucede? Tenemos una “televisión testigo”, que renuncia con demasiada frecuencia a la labor esencial del periodismo: conectar fuentes diversas para extraer análisis útiles para el ciudadano. Ver lo que ocurre no significa siempre estar informado”.

Para este profesor de la Universidad Complutense en esta crisis la comunicación se enfrenta a nuevos retos: “lo primero, no todos los datos son verificables, porque ni siquiera los científicos y médicos tienen claro al cien por cien cómo funciona el virus. Así se complica mucho la labor de periodista, incluso la de los múltiples servicios de verificación de la información que los medios han creado para combatir las fake news.

Por otro lado, esta crisis es global, para lo bueno y para lo malo. Los bulos nacen y llegan desde cualquier sitio, en un entorno donde se mezclan normativas nacionales con internacionales”. Desde los ámbitos de la psicología nos recuerdan que en situaciones así, el cerebro es capaz de dar más credibilidad a aquello que tememos que a lo que nos está siendo argumentado racionalmente.

“A nivel educomunicativo, la crisis nos hace chocar, de bruces, con lo que llevamos años defendiendo desde la Educación Mediática. El ciudadano del siglo XXI debe de adquirir competencias para interpretar la información. Y responsabilidad ética. No vale con recibir información y aceptarla sin más. Hay que intentar verificarla, analizando los mensajes, y acudiendo y contrastando con fuentes fiables. Y si tenemos la sospecha de que es un fake, no difundimos, para no ayudar a su viralización. Como siempre, la crisis podría ser una buena oportunidad para que los espectadores conocieran la actividad de los portales de verificación de la información (por ejemplo el de RTVE) o, más allá, las asociaciones de usuarios de la comunicación (como AUC o Acicom), que llevan años reclamando el derecho a una información veraz para la ciudadanía”.

Daniel Aparicio "

La crisis ha sacado lo mejor de nosotros mismos para dar mejor formación, más atenta a las circunstancias personales

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Laura Álvaro Andaluz

Es asesora lingüística en el CEIP «Infantes de Lara» y doctoranda del Cetie-UVa. Investiga sobre el desarrollo de la competencia mediática dentro de la Educación formal. Además, también es experta en coeducación e igualdad de género, siendo la responsable del área en su centro.

Para esta docente e investigadora el sistema educativo en nuestro país ha dado un vuelco de 180º a causa de esta crisis sanitaria: “En primero lugar, la Educación ha dejado de ser una prioridad, para pasar a serlo la salud. También creo que a las familias han regresado los viejos fantasmas que afloraron en 2008 con la durísima crisis económica. A todo ello se le suma que, de repente, padres y madres han tenido que ejercer de docentes sin contar con la preparación para ello; y el profesorado se ha visto obligado a adaptarse a la teleformación. Para mí, la parte buena de todo esto es que la comunidad educativa al completo va a salir más unida y reforzada que nunca”.

Álvaro no considera que se esté recibiendo una especial sobreexposición informativa con respecto a otros momentos de los últimos tiempos: “ Lo que sucede es que todas las noticias se están condensando bajo la misma temática, que además es un tema que nos afecta especialmente. A todo ello hay que sumarle que nosotros, al estar encerrados en casa, les prestamos más atención, como si el feed del smartphone fuera nuestra única ventana al mundo”.

Para  la profesora soriana hay una situación clara: “El problema es que hasta ahora no nos habíamos tomado en serio la necesidad de trabajar la competencia mediática desde los primeros años de escolarización, y ello está provocando que en un momento crucial como el de ahora no sepamos discernir entre lo que es verdad o mentira. La mayor parte de la población no está consumiendo la información con una mente crítica, de ahí que los bulos y la fake news nos estén afectando tanto. Si hay algo positivo en todo esto creo que será el que empecemos a valorar la necesidad de una Educación en medios potente y temprana, que realmente nos ayude a desenvolvernos en plena Sociedad de la Información y la Comunicación”.

Laura Álvaro Andaluz "

Para mí, la parte buena de todo esto es que la comunidad educativa al completo va a salir más unida y reforzada que nunca

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Roberto Aparici

Dirige el Máster de Comunicación y Educación en la Red en la UNED. Es uno de los máximos expertos en educomunicación. Tiene muchas publicaciones sobre educomunicación. Uno de sus  últimos libros es Comunicar y educar  en el mundo que  viene (Gedisa, 2018).

Aparici tiene claro que el coronavirus ha venido a poner de manifiesto una crisis no sólo sanitaria o política, sino también una grave crisis en al campo de la Educación: “Las niñas y los niños de los que se decía que eran ‘nativos digitales’, que nacían con esas competencias porque su entorno era tecno-digital, a la hora de la verdad, en este contexto de aislamiento y donde toda la comunidad educativa, independientemente del nivel, está inmersa en un sistema global de Educación a distancia, hemos comprobado en muchos casos, que niñas, niños y docentes tienen serios problemas a la hora de seguir ‘el ritmo normal’ de las clases presenciales”.

El profesor universitario expone que “se comprueba que docentes que estaban poniendo en práctica supuestas técnicas de innovación con el uso de vídeos, se encuentran ante otro escenario que no les permite desarrollar las asignaturas. Y no saben cómo hacerlo. Retoman modelos primitivos de Educación a distancia”.

Para Aparici, «es absurdo pensar en desarrollar los mismos contenidos como lo hacían en la enseñanza presencial, sin formación previa, desconociendo cuestiones mínimas de narrativa y comunicación a distancia”.

Piensa que el coronavirus también debe servir para que las y los periodistas reflexionen sobre su profesión, ya que han convertido los espacios informativos en espectáculo.

El tratamiento de la información requiere ser rigurosos, veraces y ofrecer la información más científica posible. Las anécdotas y las informaciones ofrecidas como partes de guerra, más una infraestructura espectacular para hacer atractivo el programa y el uso del lenguaje han terminado por asustar a la población, en lugar de llevarla a la calma para afrontar esta crisis colectiva y global.

“La sociedad no está preparada para momentos de incertidumbre, caos o desastres globales como el que estamos viviendo. Se hace imprescindible un nuevo modelo de formación a docentes, niños, niñas y jóvenes para un mundo totalmente conectado. Y es urgente la incorporación en todos los niveles enseñar sobre la fake news. La manipulación informativa que se hacía en los años 80 o 90 del siglo pasado se han convertido en el siglo XXI en el eje informacional para imponerse en un mercado de mentiras y engaños”.

Roberto Aparici "

Hemos comprobado en muchos casos, que niñas, niños y docentes tienen serios problemas a la hora de seguir 'el ritmo normal' de las clases presenciales

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María Brea

Es experta en Educación en red, comunicación multimedia y cultura digital. Cree que la alfabetización mediática y digital es urgente e indispensable y está viviendo con ojo analítico estos días de confinamiento. Forma parte de Visión Líquida, donde lidera el área de Educación coordinando y desarrollando proyectos de educomunicación y formación on line.

La «inexperimentada» situación que vivimos estos días ha forzado cambios profundos en la Educación y ha revelado su principal fortaleza: las personas (docentes, equipos directivos, estudiantes, familias y el personal de las instituciones públicas involucradas). Y también algunas carencias: “A pesar del ingente esfuerzo y entusiasmo que la comunidad educativa está poniendo para ofrecer la mejor Educación en estos momentos, nos encontramos con carencias de infraestructura, como puede ser plataformas institucionales que no soportan el gran tráfico generado estos días o la falta de dispositivos y conectividad para parte del alumnado. Especialmente el más vulnerable­ de políticas, de enfoques pedagógicos y estrategias metodológicas, y por tanto, también de la evaluación o de formación en competencias digitales tanto de docentes como de discentes”.

Por otro lado, para Brea esta situación pone también de manifiesto “la imperiosa necesidad de que la población en general esté alfabetizada mediáticamente y cuente con una competencia digital suficiente que les permita navegar con una mirada crítica por el océano de información en el que nos encontramos. Tener mucha información a nuestro alcance procedente de muy diversas fuentes es muy positivo, pero si no sabemos navegar por ella podemos naufragar en ese inmenso océano en el que, además, abundan las (interesadas) tormentas: desinformación, bulos, fake news…”.

Tiene claro que son tiempos complejos y lo más importante es estar ahí para el alumnado brindándole un apoyo emocional que hoy es más necesario que nunca y llegar a tierra con todo el pasaje. No importa si no se alcanza los objetivos que se marcan a principio de curso o si se atraca en una tierra intermedia: lo importante es que se pueda reemprender el viaje todos juntos una vez escampe y aprender. “Aprender a través de la propia experiencia y de una evaluación serena de las dificultades encontradas y poner las medidas necesarias para que el gran barco de la Educación pueda navegar en mejores condiciones ya sea por la calma chicha o por la fuerte marejada”.

María Brea "

No importa si no se alcanza los objetivos que se marcan a principio de curso o si se atraca en una tierra intermedia: lo importante es que se pueda reemprender el viaje todos juntos una vez escampe y aprender

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Comentarios

  1. María Carolina
    7 de abril de 2020 15:46

    Excelente apreciación. Justo lo que necesitan algunos entender . Padres preocupados por una nota vs maestros que no quieren entrar en el cambio metodológico