Ocho de cada 10 alumnos califica con un suspenso la docencia virtual que ha recibido
Un 83,7% de los universitarios cree que la pandemia de la covid-19 influirá negativamente en su empleabilidad. ADOBE STOCK
Un 83,7% de los universitarios cree que la pandemia de la covid-19 influirá negativamente en su empleabilidad, según una encuesta en la que un 87,6% de los estudiantes considera que su promoción tendrá déficits de conocimientos respecto a las anteriores. Son algunas de las conclusiones de la encuesta que la Sociedad Española de Excelencia Académica (Sedea) ha realizado entre 1.933 estudiantes de 66 universidades entre el 19 de abril y 20 de mayo y en la que ocho de cada 10 alumnos califica con un suspenso la docencia virtual que han recibido.
Según el 84,5% de los encuestados (con una nota media de entre 6 y 8), sus universidades no han adaptado adecuadamente la docencia virtual, con lo que las clases no han mantenido el nivel de la presencial. Por ello, el 88,6% considera que estas circunstancias pueden afectar a su nota media, porque, según el 74%, su rendimiento académico está siendo peor que antes del confinamiento.
En cuanto a las medidas adoptadas por las universidades para las evaluaciones, un 64,9% considera que han sido «malas o muy malas» y solo un 9,2% las ha valorado como «muy buenas o buenas».
Según el 84,5% de los encuestados (con una nota media de entre 6 y 8), sus universidades no han adaptado adecuadamente la docencia virtual, con lo que las clases no han mantenido el nivel de la presencial
Ante esta situación, un 52,7% de los universitarios «valora ahora más» la posibilidad de buscar trabajo fuera de España y un 60,4% cree que su proyección en un futuro laboral es regular o mala.
Sedea, que ha valorado la «alta participación en esta encuesta» anima a las universidades a realizar una investigación propia partiendo de estos datos para «ampliarlos con otras variables más específicas». Estudios específicos en los que también deberían participar los profesores, según la entidad, que recomienda a los centros universitarios «dar información clara y concreta sobre los temores expresados por el alumnado».
Las comunidades tendrán hasta el curso 2022-23 para bajar las tasas de los grados
Por otro lado, las comunidades autónomas tendrán hasta el curso 2022-23 para reducir sus precios públicos de primera matrícula de grado hasta el precio establecido por un modelo propuesto por el ministro de Universidades, Manuel Castells, con el fin de rebajar el gasto del alumnado y evitar disparidad entre regiones.
La Propuesta de modelo de precios públicos de matrícula de los estudios oficiales de Grado para el curso 2020-2021, presentada por Castells a las comunidades y aprobada en Conferencia General de Política Universitaria, señala que no tendrían que bajar sus precios con respecto a 2019-20 Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia. En cambio, otras ocho comunidades (Aragón, Baleares, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Navarra, País Vasco y La Rioja) tendrían que operar «un ajuste relativamente moderado», mientras que para Cataluña y Madrid el ajuste tendría que ser «más acusado».